Capítulo 25: Unos días, solo a tu lado.

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-Que aburrimiento…

En una hermosa y pequeña casa, de colores suaves, se encontraba recluido del mundo exterior, desde que había llegado a Tokio hace una semana, no podía salir.

¿La razón? Simple: La canción que cantó junto a Naruto se había expandido por la red sin que ellos lo pudieran evitar y todo termino así

Ahora mismo, las persianas estaban cerradas al igual que la puerta y él encerrado en su habitación, tal parece los paparazzi ya sabían que esa era su casa, así que asediarlo pareció fácil, el frente de su casa estaba lleno de esos molestos reporteros y por eso él no podía salir, tenía vacaciones, él no quería estar dando explicaciones, había escuchado rumores estúpidos como que él iba a dejar la banda y se iba a lanzar de solista, o sea ¿de dónde sacaban eso?

Además, ellos querrían saber la identidad de Naruto, ya que gracias a Dios, en el video no se veía muy bien el rostro del otro.

Sintió su teléfono vibrar y volteo a ver la pantalla, leyendo el nombre del contacto “rubio”.

Sonrió para sí mismo, y respondió la video llamada.

A penas encender la cámara y la enorme sonrisa de Naruto fue lo primero que observo.

-Hola Taka ¿Qué tal estas? – escucho que le decía y el moreno se terminó de estirar en su cama.

-Encerrado ¿y tú rubio? – le devolvió la pregunta mientras sacaba algunas papitas de aquella bolsa que había dejado a un lado hace raro – ya están blandas.

-Yo estoy tranquilo en mi hogar, estas son las ventajas de no ser famoso – le comento mientras se reía.

-Te envidio – le aseguro sonriendo.

Un silencio corto paso y ambos no dejaron de mirarse.

-Te extraño – hablo el blondo haciendo que el moreno se sonrojara levemente.

-Yo también – respondió meramente mientras comía otra papita.

-¿Estas comiendo papitas blandas? – Le pregunto incrédulo – con lo creído que eres, pensaba que las desechabas.

-¿De qué hablas? Papitas siguen siendo papitas – ambos rieron bajo.

-Quisiera que pudieras salir, e ir a divertirnos en algún lugar, ¿aun tienes la VIP? Podríamos ir a ese club de la otra vez, tenemos acceso gratis – hablo Naruto y Sasuke se levantó un momento buscando en su gaveta.

-¿A esta te refieres? – Dijo mostrando el brazalete – claro que lo tengo, es un recuerdo.

-Por supuesto, las ganamos bailando – dijo mientras alzaba ambas cejas picaronamente.

-Eso nunca lo olvidare, eres bueno moviéndote – le dijo con una sonrisa y Naruto se sonrojo por estar de mal pensado.

-Sasuke, ¿y si te escapas? – pregunto el rubio.

-¿Y cómo crees que voy a hacer eso? – pregunto Sasuke con expresión incrédula.

-Por la casa de atrás, saldrías a la otra esquina y yo te recibiría – hablo el rubio mientras sonreía.

-Naruto, por Dios, me encantaría, pero ¿y si los vecinos no quieren? – dijo Sasuke mientras se rascaba la nuca.

-Vamos, confía en que son buena gente – propuso Naruto y le brindo otra gran sonrisa – cámbiate de ropa, empaca un poco, y vente a mi casa mientras se calma esta locura.

-No puedo creer que voy a aceptar esto – dijo Sasuke mientras se reía de sí mismo, por dejarse influenciar tan fácil por el otro.

-Haz lo que te dije y te enviare un mensaje cuando te esté esperando – le informo y este asintió – nos vemos.

El sonido de los sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora