Capítulo 37: Los videos

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El cielo brillaba, el sol resplandecía, hoy parecía un día perfecto para salir a jugar o para planear un picnic romántico al lado de tu pareja.

Si, Naruto hubiera pensado en eso mismo, si su corazón y su cabeza no estuvieran sufriendo una crisis emocional.

-¡No! – Pronuncio con su garganta seca por las inmensas ganas de llorar que lo acompañaban - ¡Sasuke no haría eso! Ese hombre debió mentirnos.

-Podría ser, pero que hay de la grabación Naruto, ¡de la grabación! – le grito Kiba encolerizado.

-Eso es…

-No tienes como refutarme eso, maldición Naruto.

-¡Basta! – Les ordeno el pelirrojo que los acompañaba – Kiba, comprende por favor que esto es difícil para Naruto, él ama a Sasuke, es normal que lo defienda. Además, él nunca pareció alguien de ese tipo, no parecía ser un mentiroso, y no lo creo capaz de jugar con los sentimientos de nadie.

-Pero, mis amigos, todos – pronuncio enfadado – hasta tú, se irán, ¿acaso no sientes nada al saber que Neji será enviado a Alemania?

Kiba estaba enfadado, más que enfadado, iracundo, por ello mismo ni siquiera media sus acciones, y el tener fuertemente sujetado del cuello de la camisa a Gaara, era una acción que no media.

-Por favor, podrías soltarme – le pidió haciendo que el castaño chasqueara la lengua y lo soltara lentamente – y sobre Neji, no hay nada que ambos podamos hacer, solo prometimos seguir en contacto.

¡Claro que estaba enfadado!, muy enfadado, pero Naruto no tenía la culpa, aun recordaba el momento en que esos videos llegaron, para joderles la vida.


*****

Ese día, había iniciado como cualquier otro, lleno de trabajo.

Su padre, dueño de las empresas Kazekage, unos expertos en tecnología avanzada, lo hacía trabajar con él.

Él siempre había sido, lo que podían llamar, un prodigio, un pequeño genio, estudio toda su vida con tutores privados, los cuales su padre pagaba, y por su facilidad para aprender diversas cosas, adquirió un puesto en la empresa con tan solo diecisiete años de edad, cuando cumplió los dieciocho, paso un exigente examen universitario, para comprobar si podía incursionar a mitad del curso, en lugar de comenzar desde cero, el examen obtuvo una aprobatoria perfecta, y su padre solo tuvo que mover unos hilos, y en un año, logro tener el título de administración de empresas, y su cupo más que asegurado como el heredero de la compañía de su padre, sobrepasando a sus dos hermanos mayores, con los cuales, no tenía muy buena relación, ellos aseguraban, que él, les quito su puesto.


-Señorito, su padre lo solicita en su despacho – comento una joven mujer, la cual, era la secretaria y asistente personal del hombre mayor.

-Iré enseguida – aseguro, tecleando unas últimas cosas, y cerrando su laptop.

Sus pasos fueron firmes, no le tenía miedo a su padre, y no titubeaba nunca ante él.

Cuando entro a la oficina, noto el aura de su padre, estaba molesto, muy molesto, podía notarlo con tan solo verlo.

-Buenas tardes padre, ¿para qué me ha mandado a llamar? – pregunto observando la mirada fría del hombre.

-Siéntate – ordeno su padre mientras giraba el computador hacia el rostro de Gaara, mientras en la pantalla, aparecía un video. – míralo.

El pelirrojo observo con seriedad a su padre, y dio “click”, para que el video iniciara.

El video no parecía tener audio, pues solamente aparecían letras, o al menos al principio, así que empezó a leer.

El sonido de los sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora