WarDay

Prefacio

A través del paso del tiempo y en diferentes épocas, la humanidad ha necesitado protección, algo en lo cual creer o aferrarse, con todas sus fuerzas.
Diferentes tipos de religiones y deidades surgieron, prometiendo traer paz al mundo; sin embargo, contribuyó a la separación y destrucción de las personas por las propias personas, incluso fuesen seres queridos o familiares... Todos caían, y nadie cedía, ante sus discrepancias religiosas.
Esto, trajo consigo la guerra, y la caza entre los propios humanos. Dónde muchos murieron.

Una caza incesante que solo dejaba muerte y desolación a su paso. A consecuencia comenzaron a surgir las brujas y los licántropos. Especies que se usarían inicialmente como herramientas para ayudar a los humanos a salir del "bache" en el que se habían metido. Pero no, fueron usados como armas, armas poderosas para fomentar y aumentar la destrucción.

Tras un período de tregua, Livius, uno de los más poderosos hechiceros que el planeta tuvo la oportunidad de tener. Mediante la magia, oscura y blanca, transformó a cuatro chicas, en su sucesoras. Las que traerían la paz algún día a la tierra.

Pero... no todo sería fácil. La creación de una nueva raza, los vampiros, traería más caos aún.

Una nueva guerra, entre vampiros, lobos, brujas y hechiceros está a punto de desatarse, en medio del dolor, del amor, la pasión, la oscuridad, la decepción y el odio. Involucrando a la raza humana en ello.

                                ¡WarDay!

                         ———†§†———

Mi nombre es Diana Facinelly. Para los humanos tengo 18 años, pero en realidad llevo más de 1500 años en este miserable mundo.

Tengo tres hermanas y a mi padre: Yilian, Will, Alison y Peter, respectivamente. Por ellos di, doy y daré mi vida sin dudarlo un segundo. Son mi razón de existir, y de no ser por ellos, hace tiempo habría renunciado a la vida que me tocó vivir. No solo a mí, a ellos también.

Realmente no sabría como describir mi vida, y menos decir cómo la vivo, no después de ser usada como lo fui... más de lo que un día pensé que llegaría a ser. A pesar de vivir y pasar por tanto, nunca había sido destrozada a tal punto, que hasta suicidarme he intentado, algo que en mi caso es muy difícil de realizar.

Si me preguntan, mi maldición fue nacer con esta sangre, a la cual muchos llamaron don divino de Dios. ¡Maldito Livius! ¿Por qué apareciste con esa mierda de profecía?

Mierda, a eso se resumía mi vida. No importa desde el lado que la vean, para mí seguirá siendo una mierda. Y la culpa de ello caía sobre tres brujas, Las hermanas Kayro. Las brujas que han dedicado toda su existencia a intentar matarnos.

Pero no todo es taaan malo, tengo a mi familia y a... Daniel Petrov... Y sé que suena contradictorio, pero es que lo malo, aunque una no quiera, siempre vuelve para golpearte en la maldita cara. Por muy bueno que sea el momento o las personas que intenten brindarte.