WarDay

39. "Sin estribos"

  Yilian

  Estaba cien porciento segura que Diana había hecho contacto con Wagner. Su desaparición repentina y el hecho de haberse regresado a casa inmediatamente con Alison y Brandom, solo hizo que estuviese más segura sobre mis sospechas.
  Es real, no debí haber permitido la ida a este lugar, no sabiendo que es territorio de ese cerdo.
  Brandom confirmó de lo que tan segura yo estaba. Ese cerdo volvió a aparecer ante ella, y a saber Dios qué tanto le hizo esta vez.
  Danny se fue a la cocina y el menor de los Petrov subió a su habitación, quedándonos Damon y yo solos en la sala.

  —Te dije que no era buena idea dejar que fuera a esa zona —dijo él evidentemente molesto.

  —¿Qué querías que hiciera? Negarme sin razón es levantar mayor sospechas aún.

  —Joder Yilian, no podemos seguir dejando que se exponga así. Si sabemos las localizaciones de esos tipos, lo mínimo que podemos hacer es mantener a tu hermana alejada de ellos, tanto como sea posible.

  Y tiene razón, no pensé con claridad esta noche.

  »—No quería decirte, y ella tampoco me lo ha permitido; pero debes saberlo para que operes mejor esta situación.

  —¿De qué hablas?

  —De alguna forma Diana está enterada de todo lo que estamos haciendo. Al parecer Danny se ha mostrado demasiado emocionado ante ella. En conclusión, ella sabe.

  —Mierda. —Me dejé caer en el espaldar del asiento—. Tenía mis sospechas, y realmente esperaba que no fuese así, que ella no estuviese enterada de esto.

  —Ella no quiere ser partícipe, y la entiendo. No debe estar preparada aún para enfrentarse a esos tipos, y lo sucedido hoy, confirma eso.

  Realmente he estado actuando sin razonar mucho. La he expuesto y no he estado ahí para ella.
  La mano de Damon en mi hombro llamó mi atención.

  —No le des vueltas al asunto Yilian. No es tu culpa que esos salidos la hayan abusado y la sigan asechando. Terminemos de capturarlos a todos y acabemos con esto de una vez.

  —Gracias por eso.

  —No me agradezcas, es lo menos que puedo hacer en este momento. —Me besó en los labios—. Voy a ver a Danny, debe estar bebiendo sin medidas.

  Damon tenía mucha razón. Me gusta que siempre esté al pendiente y atento a todos los pro y contra de cada situación. Tenerlo a mi lado en esto fue al final, una buena decisión.
  Subí a mí habitación, me di un baño y luego me pasé por la habitación de Diana. Di dos toques a la puerta sin recibir respuesta. Giré el pomo de la misma para entrar, pero había seguro puesto.
  Y una vez más, decide aislarse.

  «¿Cuando hostias terminará esto?»
 
  Bajé a la cocina. Danny aún bebía y Damon a su par, aunque más lento. El primero ya estaba demasiado ebrio, y aún así pretendía seguir bebiendo.

  —¡Danny ya estuvo por hoy! —dije recostada al marco de la puerta de entrada a la cocina.

  Él hizo caso omiso.

  —Yilian déjame esto a mí —dijo Damon, pero no, él no podía aislarse. No a la par de Diana.

  —¡He dicho que ya es suficiente! —Cuando intenté tomar el vaso, Danny arremetió contra mí, haciéndome golpear la pared con la espalda. Mientras él quedó delante de mí; con una mano se aferraba a mi cuello, y con la otra sujetaba uno de mis brazos, haciendo fuerza para mantenerme en esa posición.

  —¡No he pedido tu opinión aquí Yilian! —Tenía los ojos rojos, inyectados en sangre, y con venas negruzcas alrededor de los mismos. Sus colmillos estaban fuera. Parecía una bestia.