40. "Primer paso dado"

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Diana.

No sé que me estaba pasando por la cabeza cuando decidí darle a beber de mi sangre a Danny. Se acababa de cerrar el dichoso vínculo que él había abierto. Ni siquiera esperé que abriera los ojos. Simplemente salí huyendo de él y del deseo que comenzaba a apoderarse de mi cuerpo, queriendo permanecer a su lado cada segundo. No siento que dependa de su sangre, pero si estoy loca por volver a probarla.

Recuerdo vagamente cuando tuve un vínculo de sangre con cierto humano del cual no recuerdo nada, absolutamente nada; siquiera su nombre. Solo sé que era humano y es que es obvio, los vínculos de sangre solo pueden suceder entre vampiros y humanos, nunca entre vampiros, y no incluye otras razas. Por lo que es un fenómeno particular entre depredador y presa. En aquel entonces, mi dieta si dependía en gran medida de su sangre, aunque mi autocontrol no permitía que fuese una dependencia total.

Estaba huyendo sin siquiera saber si él estaba enterado de la situación. Quizás sea yo la paranoica pensando y dándole vueltas al asunto del vinculo, y quizás ni siquiera existe.

«¿Y como supones que se justifique este deseo, tonta?»

Será mejor que despeje sobre este asunto, no llegaré a ninguna parte dándole tantas vueltas.

Salí a correr un poco por el bosque, a despejar la mente y centrarme en lo que realmente importa en este minuto: lograr recordar los rostros de los tipos que me violaron. Si quiero controlar mis emociones y volver a tener control de mi cuerpo cada vez que se presente ese tipo de situaciones, debo resolver el problema de base, y haré lo que tenga que hacer.
El encuentro con Wagner anoche, y el hecho de haberle sentido pavor y asco a Danny, cuando solo intentaba hablarme; me hizo darme cuenta cuan jodida estoy y cuanto necesito volver a la normalidad. No quiero seguir siendo esta versión de Diana rota, dolida y sensible, a la que todos ven con lástima y pena. Es hora de volver a ser como antes, me cansé de sufrir y de llorar.

††

Entraba a la cocina, luego de regresar del bosque. Tenía mucha sed. Un jugo bien frío para refrescar mi garganta es lo que necesito. Dentro estaban Alison, Will y Brandom, hablando de sabe Dios qué, pero se la estaban pasando bien. La sonrisa de Alison se borró cuando me vio entrando.

-Me retiro.

-¿A dónde? -Pregunta Will a Alison.

-A cualquier lugar donde ella no esté -dijo enojada.

-¡Alison!

-¿Vienes conmigo o no?

-Perdónala. Está irritada -me dijo Will apenada, cubriendo el comportamiento de la menor.

-No te preocupes. Después hablaré con ella.

-¡Will! -demandó su presencia junto a ella.

-Perdón. -Hice un gesto de despreocupación para que estuviera tranquila y fue donde Alison, que ya estaba en la puerta-. Vamos.

-¿Brandom no vienes con nosotras? -Justo me percataba que el chico no se había movido de donde estaba.

-Adelántense chicas. Luego las alcanzo.

-Como quieras -dijo Alison con molestia-. Cuidado con lo que hablas, o morirás incinerado.

Reí ante lo poco absurda de su advertencia. Y sí, realmente quiero incinerar al chico que tengo en frente, pero no. Ya había hablado, ya el daño estaba hecho. No quería que nadie se enterase de lo de anoche, pero Danny tiene razón; no siempre podré tapar el jodido sol con un dedo.

-Este... Perdona Alison, está...

-Molesta -hablé ante la pausa que daba-. Lo sé, no te preocupes.

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