Diana.
Mi cuerpo estaba totalmente relajado, no había tenido pesadillas, de hecho, creo que había soñado algo bonito. Pero sentía como él me observaba, y como jugaba con los cabellos que cubrían mi rostro.
Es raro no sentir miedo, en definitivas, yo había caído rendida gracias a los orgasmos que había tenido, quedándome a merced de las ganas locas que Danny tenía por hacerme suya. Pero aquí estaba, tranquila, dejándome dar caricias por el hombre que últimamente no abandonaba mis pensamientos.
Sin muchas ganas, abrí los ojos.-¡Buenos días preciosa! -Me besó la punta de la nariz-. ¿Cómo te sientes? -Preguntó sin poder disimular su preocupación.
-Estoy bien. -«demasiado bien de hecho.»
-¡¿Estás segura?! ¿De verdad no te hice nada? No sé si lo que recuerdo es lo único que sucedió -dijo con el seño fruncido.
«¿En serio no recuerda?» «¡Espera! ¿Soñé lo que me hizo?»
-¿Qué es lo que recuerdas? -Antes muerta que parecer loca. ¡¿Y si le pregunto y dice que no sabe de lo que hablo?! Me muero si eso pasa.
Sonrió. -Te hice disfrutar. -Suspiré aliviada. «No lo soñé»-. No, no lo hiciste.
-¿Me escuchaste? ¿De nuevo? -Pregunté sorprendida, esta era la tercera vez que lo hacía.
-Eres tú la que te metes en mi cabeza -dijo acercándose más a mí-. ¿No quieres meterte otra cosa? -rió
-Loco.
-Eres la culpable. -Me hizo apoyar mi cabeza en su brazo y me abrazó con fuerza.
-Vas a partirme -dije riendo-. Debo ir a mi habitación.
-No quiero que te vayas. -Fundió su rostro en el lateral se mi cuello, donde comenzó a besarme.
-Debo bajar. Yilian debe estar buscándome.
-Quedate un rato más.
-Está bien. -Lo abracé. Es una delicia estar entres sus brazos, y tan pegada a su cuerpazo.
Me había vuelto a quedar dormida, y para cuándo desperté, Danny estaba rendido, profundamente rendido. Parecía un niño pequeño. Lo besé en los labios y con cuidado me salí de la cama, sin hacer mucho movimiento, para no despertarlo.
Llegué a mi cuarto, las piernas me temblaban y el corazón lo tenía acelerado. No sé qué me estaba sucediendo, ni que fuese una niña, y menos virgen.
Despsbilé un poco luego de ducharme con agua fría. Aún le daba vueltas a lo sucedido anoche. ¿En serio me deje tocar y hacer por un desconocido? Comenzaba a cuestionarme, mientras el pecho se me oprimía en una sensación de miedo.Me hice un moño sin muchas ganas, el cual se deshizo cuando di dos pasos.
-¡A la verga! Suelto entonces -dije fastidiada. Ahora estaba enojada y no sabía por qué.
«Odio mis cambios de humor repentinos y sin causa»
Bajé a la cocina, Yilian y Damon estaban allí, y parecía que iba a comenzar una guerra entre ellos.
-Buenos días. -Yilian ni me miró.
-Buenos días. -Me sonrió Damon. «Lo sabe.» Sentí mis mejillas calentarse y procuré no mirarlo.
-¿Sucedió algo entre ustedes? -Pregunté sentándome en una de las sillas, a la mesa.
-Aún no. -Damon me guiñó un ojo y Yilian revoleaba los suyos.
-¿Dónde andabas? Te estuve buscando desde temprano. -Me preguntó directamente.
-¿Uhmm Yo? -Vascilé la opción de mentirle, pero estaba segura que Damon sabía y ya le había contado, así que...-. Estaba... Estaba con Danny...
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WarDay
AcakUna familia: cuatro hermanas y su padre. Un cambio drástico les dará la vida, por desiciones de terceros. Poderes sobrenaturales; magia negra y blanca. Brujas, hechiceros, licántropos y vampiros. Una guerra movida por la envidia, el rencor, el resen...