30. "Dúo Quebrado"

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Damon.

  Apenas Danny y Diana tocaron bocado en la cena. Él no paraba de mirarla, mientras sujetaba los cubiertos con rabia. Diana solo se limitaba a dar vueltas a la comida servida en su plato.
  Yilian habló con su padre para prolongar la estancia en esta casa, unos días. Y aquí estábamos aún, los cuatro. Ninguno ha dicho palabra alguna sobre lo sucedido en la tarde. Las cosas aún estaban calientes.

  —Yo ya he terminado —dijo Diana rompiendo el silencio que inundaba el comedor—. Con permiso. —Se levantó de la mesa y salió.

  —Deja que descanse un poco —le habló Yilian a Danny, cuando este intentó seguirla.

  —No planeaba ir tras ella. Solo saldré un rato al bosque.

  —¡Ah! Está bien. ¿Tú estás bien?

  —No lo sé. —Salió.

  —¿Estará bien tu hermano? —Me preguntó Yilian una vez Danny estuvo fuera.

  —No lo sé. Nunca lo ví así.

  —Esos dos me preocupan.

  —Deberías dejar que se entiendan. —Le di un sorbo a mí vino.

-Lo sé.

-¿Harás algo mañana?

-¿Por qué?

-Quisiera que comencemos a trabajar sobre el itinerario de entrenamiento. -Necesito despejar el ambiente de tensión que siempre se libera cuando se trata de Diana, y ahora Danny.

-Ok. A las 6 am en el gimnasio. Me gusta tu actitud.

-A mí me encantas tú.

-¿Sigues con eso? -Me sonrió.

-No te disgusta que continúe.

-Para nada. -Sonrió sonrojándose-. Ayúdame a recoger la mesa.

-Será un placer preciosa.

††

Es raro no ver a Danny despierto temprano. No lo vi en lo que quedaba de noche, aunque sentí las risas de él y Diana en el piso de abajo. Sabrá Dios que tonterías él le estaría contando.
Pasé por su habitación, y lo que vi me dejó perplejo. Eran alrededor de las 9 de la mañana y ambos, Danny y Diana, estaban acostados, juntos, en la misma cama, en el cuarto de él.

«Mierda.»

-¿Te has refrescado un poco?

Me preguntó Yilian cuando estuve en la cocina, a la hora de haber visto a nuestros hermanos durmiendo juntos.

-Bastante. Yilian. Te diré algo, pero no quiero que te enojes hasta que no se esclarezcan las cosas.

-¿Está con él cierto? -Me preguntó dejándome desubicado-. No la he visto en toda la mañana, en su cuarto no está, en el bosque tampoco y mis sentidos indican que está en la habitación de Danny.

-Es correcto.

-Yo solo espero que la prudencia de tu hermano hable por sobre sus instintos carnales.

-Entiendo tu preocupación y es comprensible. Pero recuerda que Danny ve por los ojos de tu hermana. Además de acabar de enterarse de la situacion que ella enfrenta.

Sonrió vagamente. -Eso es lo que me ha mantenido tranquila, y no irrumpir en su habitación.

-Dejemos que se desarrollen.

-Sí. -Se volteó a cortar sabe Dios qué.

-¿Yilian, hay algo que quieras contarme?

-No. ¿Por qué lo dices?

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