KyungSoo abrió los ojos y me miró. Su mirada bajó hasta mis pantalones.
«¿Lo ves? —le quería decir—. ¿Ves lo que me haces?»
—Este ha sido un orgasmo muy fácil, KyungSoo —le dije cuando volvió a posar los ojos en los míos—. No esperes que ocurra muy a menudo.
»Esta tarde tengo un compromiso y no comeré aquí. En la nevera hay unos filetes de seitán que deberás servirme para cenar en la mesa del comedor. —Recorrí su cuerpo con los ojos y me di cuenta de que estaba cubierto de una fina capa de sudor—. Esta mañana no te ha dado tiempo de ducharte, así que será mejor que lo hagas. Y hay DVD de yoga en el gimnasio. Utilízalos. Puedes retirarte.
No quiero presumir, pero le di una buena paliza a ChanYeol jugando al squash. Lo atribuí a mi inmensa frustración sexual.
—Vaya —exclamó mi primo cuando nos sentamos en un reservado de su bar favorito—. ¿Qué mosca te ha picado?
—Do KyungSoo.
—KyungSoo —reflexionó, mientras miraba el menú.
—Kyung para ti. A mí me deja llamarlo KyungSoo, pero todo el mundo lo llama Kyung.
Él arqueó una ceja.
—Es algo entre nosotros. —Miré el menú, esperando poder cambiar de tema—. ¿Vas a pedir lo de siempre?
—Sí. ¿Por qué iba a querer cambiar algo bueno?
El dueño se acercó a charlar con ChanYeol. A veces resultaba un poco molesto estar emparentado con un famoso. Aproveché la interrupción para mirar el teléfono y repasar los correos electrónicos. No vi nada urgente.
—Bueno —dijo ChanYeol cuando el dueño se marchó con nuestro pedido—, háblame de ese tal Kyung. ¿Dónde se conocieron?
—Trabaja en una biblioteca pública.
—¿Un bibliotecario? No sabía que fantasearas con bibliotecarios.
—Hay muchas cosas que no sabes de mí.
Se rio como si no me creyera.
—¿Lo vas a llevar a la fiesta de mamá?
—Si acepta… ¿A quién vas a llevar tú? —le volví a preguntar.
—No sé a quién puedo pedírselo. Si se te ocurre alguien, dímelo.
Como si yo conociera a tantas personas solteras… Pensé en el chico con el que había estado justo después de SooJung, un sumiso que necesitaba dolor intenso. Ni que decir tiene que fue una relación muy corta.
—Claro, ChanYeol. Ya te llamaré.
Después de comer, me fui al despacho. Por algún motivo, aún no quería volver. Quería que KyungSoo tuviera tiempo de acostumbrarse a mi casa y pensé que lo tendría más fácil si yo no estaba.
A las seis entré en el salón y me lo encontré esperando junto a un plato con un delicioso aroma que aguardaba en mi sitio.
—Sírvete y come conmigo —le pedí, mientras cortaba el filete. Aquella era la primera comida de verdad que preparaba para mí y no me decepcionó.
KyungSoo comió conmigo, pero lo hizo en silencio. Parecía muy pensativo y eso me preocupó un poco. Me pregunté qué sería lo que lo habría puesto en ese estado. Quizá se estuviera planteando marcharse. Tal vez ya había tenido suficiente. Quizá se había dado cuenta de que aquello no era lo que deseaba.
Solo había una forma de averiguarlo.
—Ven conmigo, KyungSoo —le indiqué cuando acabamos.
Salimos del salón, subimos la escalera y nos dirigimos hacia el cuarto de juegos. Cuando llegamos a la puerta, me hice a un lado y dejé que él entrara primero.
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DOMINACIÓN (KaiSoo) +18
DiversosKim JongIn nunca pierde el control. Durante el día, y como presidente de Industrias Kim, dirige el consejo de dirección. Por las noches, como estricto y exigente dominante, impone su voluntad y sus normas en el dormitorio. Nunca acepta sumisos inexp...