🌼Capítulo 6.1🌼

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El camarero trajo mi ensalada y la hamburguesa de ChanYeol. Me puse la servilleta en el regazo y miré a mi primo. Me estaba observando con una extraña expresión en los ojos.

—¡Joder, JongIn!

—¿Le pasa algo a la hamburguesa?

Desde donde yo estaba tenía buen aspecto, pero nunca se sabe.

—JongIn —se limitó a repetir, como si supiera algo que yo también debería saber.

—¿Qué?

Me volvió a mirar y luego negó con la cabeza.

—No importa.

Yo fruncí el cejo y empecé a comer. ChanYeol no solía ponerse raro conmigo. Quizá hubiera recibido demasiados golpes en la cabeza en el partido del día anterior.

...

La tarde del jueves me marché de la oficina más temprano de lo habitual y le dije a SeolHyun que no me esperara el viernes. Se quedó un poco extrañada, pero se recuperó rápidamente y se limitó a asentir.

Pasé parte de la mañana del viernes paseando por los terrenos de mi propiedad con Apolo, intentando decidir qué quería plantar la próxima primavera. Ya era demasiado tarde para los tulipanes, pero mi jardinero me había sugerido plantar lirios. Yo tenía dudas, me daba miedo que el exotismo de esas flores no encajara con la sencillez de las demás plantas. Sin embargo, mientras caminaba, me cargué de la energía que necesitaba para la noche que me esperaba.

La sencillez era aburrida. Mi jardín necesitaba un toque exótico. Igual que mi vida lo había adquirido desde que le había puesto mi collar a KyungSoo.

No me había llamado y, por muchas ganas que tuviera de asegurarme de que estaba bien, yo también conseguí contenerme. No quería agobiarlo, deseaba darle tiempo para plantearse las cosas.

A las dos en punto, oí el ruido de un coche en la entrada principal y fui a abrir la puerta.
Debían de haber llegado SeHun y LuHan. Apolo se escondió detrás de mí.

—JongIn —me saludó mi amigo, acercándose para abrazarme—. ¿Cómo estás?

—Estoy bien, LuHan —contesté—. Gracias.

SeHun sostenía un portatrajes y una caja de zapatos.

—Hola, JongIn —me saludó sonriendo.

—Hola, SeHun. —Cogí la bolsa y la caja—. Supongo que esto es para mí.

—Claro —dijo él—. El plateado siempre ha sido tu color.

Maldición. LuHan se lo había dicho.

—He oído decir que hace maravillas con tu tono de piel —añadió SeHun.

LuHan le dio un golpe en el brazo.

—Sé bueno.

—Pasen —les indiqué, entrando en la casa e ignorando los comentarios de él.

Colgué el portatrajes en el armario de los abrigos. Ya lo llevaría a la habitación de KyungSoo más tarde. Luego fuimos a la cocina y nos sentamos a la mesa. Intenté olvidar que pocas horas más tarde seríamos KyungSoo y yo quienes nos sentaríamos allí. Y que poco después de eso subiríamos al piso de arriba y…

—Y dinos —habló LuHan, interrumpiendo mis pensamientos—, ¿cómo es que estás en casa un viernes?

Me levanté y serví té para todos.

—Me he tomado el día libre.

—Tú nunca te tomas el día libre —comentó SeHun.

—Claro que sí. —Les ofrecí unos vasos—. No trabajé para final de año. Ni tampoco el día de Navidad. —Arrugué la frente como si estuviera muy concentrado—. Y estoy bastante seguro de que tampoco trabajé el día de Acción de Gracias. Ni tampoco el día después, ahora que lo pienso.

DOMINACIÓN (KaiSoo) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora