1.16| El tren

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Ya he salido una vez,no es tan malo como crees —la voz habló de nuevo con tono tranquilizador.

Si te refieres a que quedé completamente ciega y me salieron unos grandes cuernos, si no fue tan malo —me burlé.

—¿Me dejarás salir otra vez?

Eso ya lo veremos en su momento.

En algún momento me quedé dormida, aún seguía con los ojos cerrados pero alguien comenzó a jalar mis pies una y otra vez.

—¡Ya basta Steve! —tiré patadas y se escuchó un quejido a mi lado. Abrí los ojos y Steve estaba ahí, medio despierto—. Ay mierda, mierda, mierda.

—¿Qué está pasando? —Natasha se sentó en su lugar aún adormilada y nos miró.

—Júrame por tu madre que estabas dormido —Steve me miró confundió y luego ofreció su dedo meñique para hacer la promesa.

—Ay no, ya no quiero jugar, no es gracioso —se formó un puchero en mis labios.

—¿Qué están haciendo..., son las 4 de la mañana? —Bruce se sentó igual que Natasha y nos miró a mi y a Steve.

—Ya Kaira, deja agarrarme la pierna —lo miré con el ceño fruncido y me levanté de golpe viendo a todos lados, no se veía nada.

—Yo no te estaba agarrando la pierna —Steve me miró con cara de "ajá y yo me lo creo", después abrió los ojos de par en par y se movió—. A mi alguien me agarró los pies —Steve se paró a un lado de mi, viendo la habitación igual que yo.

Se escucharon tres golpes en la pared—. ¡MIERDAAAAAA! —me lancé hacia Steve y lo puse de escudo humano.

—¡No me uses de escudo me van a jalar las patas! —Steve se quitó y se puso a un lado de mi mientras yo apuntaba con un arma que saqué de..., no sé de dónde—. ¿Eso es una banana? —miré el arma y si, era una banana.

—Pues de algo nos tendrá que ayudar.

—Ya niños, vuelvan a la cama —Natasha y Bruce se acostaron otra vez mientras Steve y yo tratamos de seguir con vida.

Nos quedamos unos minutos así hasta que estábamos seguros de que ya no se escuchaba nada. Nos acostamos otra vez y rápidamente me abracé a Steve.

—Owww, ¿a la niña le dan pesadillas?... —le gruñí y me di la vuelta mientras me hacía más lejos de él—. Estoy jugandooo —me tomó de la cintura y me jaló hacia él haciendo cucharita.



(...)


Me paré de la cama y miré a los lados, Nat y Bruce ya estaban en el piso de abajo. Miré a el reloj y decía "9:28 a.m."

—Buenos días... —una voz ronca llamó mi atención, miré atrás y Steve se estaba tallando los ojos.

—Hola capitán,su voz suena realmente atractiva por las mañanas —se rió y se apoyó en sus brazos para mirarme.

—¿Piensas quedarte ahí viéndome?

—Es que... wow, ¿usas esteroides? —me acerqué rápidamente y le salté encima, me quedé sentada encima de él. Pase mi mano por los músculos de sus brazos que estaban realmente bien formados.

Se rió y se dejó caer en la almohada, después puse mis manos en su pecho mientras lo recorría de arriba hacia abajo.

—Me estás provocado...

—¿Ah si? —me acerqué a su cara y la tomé con mis manos, nuestros labios estaban separados por apenas unos milímetros, pude sentir nuestras respiraciones mezclarse, Steve estaba realmente nervioso.

Los Maximoff | Bucky Barnes          EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora