1.07| Fue la última vez

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La mañana arribó y un terrible dolor de cabeza también, abrí los ojos y miré la habitación. Mark me veía mientras dormía, algo..., tierno, y aterrador. Me levante de la cama y suspiré.

—¿Ya te vas? —Mark se enderezó y se puso sus bóxers.

—Si, quedé de verme con Alice cuando regresara, dice que tiene información que podría servirnos.

—Está bien —me contestó apagado.

Tomé mi ropa del suelo y comencé a ponérmela, pensando en cómo sonaría lo que estaba apunto de decirle.

Voltee a ver a Mark, quien estaba sentado vistiéndose—. Quería hablar contigo de algo Mark.

—Claro, ¿qué pasa?

—Yo, bueno, lo de anoche... —los sentimientos de Mark otra vez me inundaron, impotencia, tristeza, curiosidad, enojo, tantas emociones en un solo latido—. Esta noche fue la última.

—¿Ya encontraste a alguien? —me preguntó con la cabeza baja, y en un tono duro.

—¿Qué?, no, claro que no, ya somos grandes Mark, ¿desde cuando hacemos esto?

—Años, ¿por qué parar ahora?

—Bueno, creo que ya va siendo hora de que conozcas a gente, y yo también, pero conocerlos bien, Mark, no encuentros casuales. Bueno, al menos estoy hablando por mi, tú puedes hacer lo que te plazca, pero ya no tendré sexo contigo.

—Bueno, supongo que —hizo una pausa y suspiró—, no tengo nada que decir la verdad —ahora la tristeza era lo que invadía a Mark, haciéndome sentir incómoda.

—Bueno,yo... —me levanté del asiento que había tomado a su lado en la cama y caminé hacia la puerta, le di una última mirada al pelinegro—. Ya me voy, adiós Mark.

Tomé el pomo de la puerta y bajé por las escaleras, le quité el seguro a la puerta del bar y salí por ella, un peso menos de mis hombros. Por la reacción que había tenido, Mark se lo había tomado muy mal, y se eso se podía deducir aún sin ver sus sentimientos. La verdad era, que ahora me odiaba un poco, pero, está bien, él sólo necesita su tiempo. Caminé hacia el café donde Wanda y Pietro solían desayunar, los encontré sentados a un lado de la ventana. Entré al local y vi a Alice al fondo, sirviendo en la barra.

—Hola chicos.

—¿Dónde estuviste anoche? —me senté a un lado de Pietro, quien me miraba con el ceño fruncido esperando mi respuesta.

—¿Dónde más?, con su novio Mark —contestó Wanda mientras comía una tostada.

—No es mi novio Wanda, solo somos amigos —me defendí.

—¿Amigos que tienen sexo? —me preguntó burlón.

—¡Pietro!,claro que no... —le di una mirada rápida y le sonreí —. Al menos ya no.

Pietro y Wanda se rieron, dando así nuestra reconciliación, porque la verdad nunca fuimos muy buenos con las palabras.

—Bueno chicos, escuchen, Alice me dijo que tiene información sobre los estúpidos Avengers, información que nos podría servir.

—¿Sigues con eso? —Wanda dio un sorbo de su café y entrelazó sus dedos con una mirada de superioridad—. Ya te lo dije, nosotros no necesitamos hacer nada, ellos lo harán solos.

—¿A qué te refieres? —Pietro la miraba, con el ceño fruncido otra vez.

—Yo lo vi, él controlara el cetro, pero no para hacer el bien él mismo, el cetro y su miedo los llevará a todos a su propia destrucción.

Los Maximoff | Bucky Barnes          EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora