-.Sargento Barnes.-

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-¿Estás bien?
-No, no estoy bien, en lo único que puedo pensar en meterla una bala por esa estúpida y perfe-
-Kaira.-Inhalé profundamente y después exhale, buscando calmarme.
-Me alegra que se haya casado, de verdad que sí, es solo que... ni siquiera recibí una invitación.
-Al diablo con tus hermanos.
-Si claro, suena muy convincente viniendo de ti en traje.-Una pequeña risa salió de mi boca y Bucky me jaló hacia el balcón.-¿Qué hace Sargento Barnes?
-¿Me permitiría esta pieza mi lady?.-Me extendió su mano y una sonrisa estúpida se forjó en mi cara.

Tome su mano y comenzamos a bailar, pegué mi oído a su pecho, sintiendo como sube y baja y escuchando el perfecto sonido de los latidos de su corazón.

-James...
-¿Si?
-No me sueltes nunca...
-No lo haré.
-¿Me lo prometes?
-Te lo prometo.

Nos quedamos así por otro rato, hasta que me dijo que tendría que ir a trabajar, a revisar unos archivos que habían llegado recientemente.

Yo estoy leyendo un libro, pero en mi mente solo está Verónica con su voz chillona diciendo "Sargento Barnes" en un cierto tono que no me gusta mucho.

Me moví hasta el armario y me puse un lindo conjunto de lencería debajo del camisón, caminé hasta la oficina que está del otro lado de la habitación y toqué la puerta.

-Pasa.-Entré a la oficina y sin que Bucky se diera cuenta le puse el pestillo a la puerta.-¿Qué pasa amor?
-¿Estás muy ocupado?.-Me acerqué a él y comencé a hacerle un masaje en los hombros.-Estás muy tenso cariño.
-Odio hacer reportes de misión.-Una risita salió de mi boca y le di un beso en la mejilla.-¿Querías algo amor?
-Ah no, si estás ocupado puedo hacerlo yo sola.
-¿Hacer sola el qué?.-Me tomó de los muslos y suavemente hizo que me sentara en su regazo.
-Ah, una sorpresa que tenía pero si estás muy ocupado puedo esperar, de verdad amor.-No la verdad es que no puedo.
-Nunca estoy ocupado para ti muñeca, lo sabes.

Me dió un besito en la punta de la nariz y comenzó a acariciar mis muslos donde están las correas del conjunto, su dedo se mueve entre ellas y me da pequeños golpes con ellas.

-¿Me vas a enseñar la sorpresa o te quedarás ahí?
-¿De verdad quieres verla?
-Ya te dije que si cariño.

Me paré de su regazo y comencé a mover las cosas de su escritorio, que de echo es grande, estoy inclinada sobre él así que mi trasero queda al aire, y Bucky le da besos y mordidas, estoy segura que también chupetones.

Su mano ya estaba viajando hacia mi vagina pero me di la vuelta a tiempo.

-Ah, apenas empezaba la diversión.-Un puchero salió de sus labios y yo solo me reí mientras niego con la cabeza.
-Espera.

Me senté en el escritorio mientras Bucky me ve muy atento desde su silla, mis pies están en sus muslos, cerca de su entrepierna.

Abrí las piernas y pude ver como un destello de lujuria recorrió todo su cuerpo.

Me mordí el labio cuando comencé a jugar con mi botón, la mirada de Bucky pasa de mi cara hacia mis dedos, pero siempre termina viendo justo en mis ojos.

Mientras juego con mi botón también lo hago con mis pies, que acarician el bulto de su pantalón, que ciertamente se va poniendo cada vez más grande.

Con una mano me recargué en el escritorio y con la otra comencé a jugar con mi pezon, mas gemido salen de mi boca y el bulto se hace más y más grande.

Bucky comienza a mover sus dedos de aquí hacia allá en mi camisón, lo toma por la V del pecho y lo rompe todo de una, dejando ver el bonito conjunto de lencería, saco mis brazos de el "camisón" y escucho como Bucky deja salir un suspiro.

Los Maximoff | Bucky Barnes          EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora