1.14| Pánico

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Steve y Stark estaban a un lado mío, cortando madera, pero yo estoy lo suficientemente alejada como para no escuchar por lo que están discutiendo.

Y es obvio que están discutiendo porque ambos están molestos, volteé a ver Steve, tomó un tronco en sus manos mientras discutía, lo partió en dos de un tirón.

Laura se acercó a los chicos y le dijo algo a Stark, este después señaló la madera y caminó hacia el granero.

Steve continuó cortando madera y yo volví la vista hacia el pasto debajo de mi.

¿Qué habrá pasado con Pietro y Wanda?,¿estarán en peligro?

La gargantilla me empezó a dar comezón y empecé a sentir presión en el pecho. Y,¿peligro?

No podía respirar bien, tomé mi cuello y empecé a respirar rápidamente, me quité la blusa sintiendo como  si me estuvieran apretando, quitándome el aire, y de repente todo se hizo negro.

—¡¿Steve?! —no podía ver nada, pero podía sentirlo, a él y a todos, se acercó con el miedo inundando su cuerpo.

—Kaira, ¿qué estás haciendo? —se acercó más y lentamente, como si le estuvieran apuntando.

—Yo..., creo que me está dando un ataque —aún seguía todo negro, Stark y otro tipo se acercaron.

—Vaya, ¿qué le pasa capipaleta? —el hombre me apuntó con su arma, por lo que pude deducir al escuchar un seguro de pistola y al instante me puse en guardia, no sé porqué pero le gruñí. Steve se puso en frente de mi tapándole la vista al tipo.

—Le está dando un ataque,váyanse por favor, iremos en unos momentos —todos se quedaron quietos o simplemente no pude ver lo que hacían,después Stark y el hombre se fueron caminando a la casa.

Steve se volteó hacia mí y se acercó poco a poco a mi y me abrazó.

-Kaira, necesito que te calmes, concéntrate en tu respiración, así mira —empezó a hacer gestos con su mano, hice lo que me pidió y me concentré en mi respiración.

Mientras lo hacia él tomó un mechón de mi cabello y jugó con él, poco a poco las sensaciones fueron desapareciendo pero seguía viendo todo negro.

—¿Ya estás mejor? —asentí y me levantó, comenzamos a caminar hacia la casa y entramos.

Tomé la mano de Steve y me escondí detrás de él,podía sentir la estructura dentro de la casa, y las personas pero no podía ver nada.

—¡Ay mierda! —todos se exaltaron cuando Stark habló—. No sabía que tenías cuernitos —Stark se acercó y yo me pegué más a Steve.

—Tony, déjala en paz.

—¿Alguien dijo cuernos? —Clint salió de la cocina y se acercó a nosotros, me acerqué lo más que pude a Steve, abrazándolo con mis brazos desde la espalda y por su cintura—. Wow, ¿esas son tus manos? —sentí como pasó sus dedos lentamente por mis manos y continuó hasta parar en mis codos.

Steve tomó mis manos y las quitó, me puso una mano en la espalda y comenzó a caminar. Toqué todo por donde iba pasando para asegurarme de no caerme, aunque pudiera sentir las estructuras y a las personas no podía ver nada, me tropecé un poco y Steve me tomó antes de caer.

Todos me miraban curiosos y asustados, Steve me encaminó hacia lo que parecía ser una mesa en la cocina, donde estaban Nat, Bruce, Laura y los niños, los demás venían detrás de nosotros.

Me senté en una silla mientras sentía todas las miradas en mi, nerviosa por sus nervios comencé a jugar con mis dedos.

—¿Tan mal está? —busqué a alguien con la mirada, a quien fuera que lograra ver, pero claro, no pude ver a nadie. Y aunque les sintiera era solo su presencia, su firma, no podía saber con exactitud dónde estaban.

—Pareces un monstruo de Monster Inc —se escuchó que alguien le dió un manotazo a Stark seguido de un Au.

—No está mal, solo es..., diferente.

Sentí a Bruce acercándose a mi, muy cerca de mí se detuvo, sentí su gran curiosidad y como pasaba su mirada por todo mi cuerpo, estudiándome.

—¿No puedes ver nada verdad? —me dijo en un instante.

—¿Qué? —pregunté nerviosa.

—¿Cuántos dedos tengo levantados? —se movió nuevamente.

—Eh..., ¿tres? —tomé un mechón de cabello y jugué con las puntas.

—Ninguno. ¿Estás son runas? —tomó uno de mis brazos y pasó sus dedos por el, produciéndome un escalofrío.

—Bruce déjala, le estás asustando —ahora era la voz de Nat la que se escuchaba. Bruce me soltó y se alejó un poco, juntando su firma con la de Nat.

—Yo..., ¿cómo me veo?

—Cómo un monstruo de Monster inc.

—Tony, déjala.

—Tu..., bueno, ¿por dónde empiezo? —la duda estaba plantada en el cuerpo de Clint—. Primero, tienes cuernitos.

—¿Cuernitos?,esos no son cuernitos, ya entran la categoría de cuernos —levanté la mano a mi cabeza y sentí los cuernos,los recorrí desde la punta hasta la base, cuando toqué la base un pequeño gemido salió de mi. Instantáneamente me tapé la boca.

—Lo siento, no lo sabía —Nat rió y tomó mi mano mientras me hacía cariños.

—¿No quieres ir a hacer eso a mi cuarto? —Stark se movió en su lugar mientras se escuchaba de nuevo el manotazo y el Auuu.

—Tu piel es gris, y tiene como dibujos sobre él, de un color verde brillante,al igual que tus ojos —Steve pasó una mano por mi cabello haciéndome cariños.

—No son dibujos, son runas.

—Es lo mismo —Clint se acercó a Laura, quien aún seguía en el mismo lugar.

—Técnicamente no... —Stark susurró.

—Steve..., ¿dónde estás? —pasé mi mano por la suya que ahora estaba en mi hombro y recorrí todo su brazo.

—Eh..., ¿qué pasa? —me preguntó nervioso.

—¿Traigo puesta mi gargantilla? —levanté un poco la cabeza para que pudiera ver mi cuello y después de unos momentos sentí pequeños toques en mi cuello, alguien carraespeo y los dedos se apartaron.

—No.

—¿Puedes ir a buscarla afuera?, debí quitármela sin darme cuenta.

—Claro —solté a Steve y se movió por la sala hasta salir de la casa.

—¿Bueno, nadie piensa decirme quién es? —una nueva voz se escuchó y me moví en mí lugar.

—Ah cierto, ehh... —Steve entró por la puerta y se acercó a mi, apartó mi cabello y puso la gargantilla. Sentí una corriente de aire moviendo mi cabello y después pude empezar a ver de nuevo.

Parpadeé para acostumbrarme a la luz y luego los pude ver a todos. Había un hombre nuevo ahí, con un parche en el ojo.

—Miren, ya ha vuelto a la normalidad —miré hacia abajo y mi cuerpo ya estaba normal.

Los Maximoff | Bucky Barnes          EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora