Somos Los Maximoff

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Ahhhhg me duele la cabeza, ya es de día, estoy en lencería y Bucky está dormido a mi lado. Creo que fue una mala idea tomar alcohol.

-Buenos días...
-Buenos días.
-¿Qué pasó?
-Te emborrachaste y después querías sexo pero te dije que no así que te pusiste a provocarme y te di una ducha y después te quedaste dormida.
-Lo siento... te dejaré dormir.
-No, estoy bien, quiero hablar contigo.
-Ajá.-Me paré de la cama y me puse una sudadera de mi maleta.
-Anoche dijiste...
-Anoche dije muchas cosas, que no recuerdo por cierto.-Me metí otra vez en la cama y abracé a Bucky, sus brazos me envolvieron rápidamente y me acomodé mejor, me gusta estar con él.
-El asunto es que ayer dijiste que...
-Ayer dije que...
-Qué Thor y Loki son tus hermanos.
-Ah...-Pues parece que ayer si me emborraché mucho...-Yo... aún lo estoy asimilando.
-O sea que...
-No soy una Maximoff, ¡sorpresa!.-Un suspiro salió de mi boca y él me dio un beso en la cabeza.

Así que no soy una Maximoff, quiero decir, legalmente soy una Maximoff y Wanda y Pietro son mis hermanos, mis gemelos, ellos siempre serán mis hermanos.

-Yo... aún no sé si esto sea verdad, espero que no lo sea porque... no se que haría.
-¿Y ya investigaste?
-No sé si quiero hacerlo, ya no soy ciega y-
-¿Ya no eres ciega?
-Ah, cierto, estabas en el tratamiento, bueno mi otra "yo" me dijo que era un bloqueo temporal, que mi vista volvería cuando descubriera una verdad de mi persona, pero yo no quiero que sea verdad, puede que Loki y Thor sean mis hermanos biológicos pero Wanda y Pietro siempre serán mis gemelos, somos Los Maximoff, Los trillizos, yo siento como si... como si ellos fueran una parte de mi alma.
-¿Se los dirás?
-No lo sé... ¿crees que sea una buena idea?
-No puedo tomar esta decisión por ti muñeca, pero yo creo que ellos merecen saber.
-Creo que sería buena idea hablar con Oleg.
-Tal vez.
-¿Tal vez?
-Puede que él no lo sepa y eso sólo empeoraría las cosas.
-Odín dijo que me entregaron a Oleg e Iryna, así que supongo que él lo debe de saber. Quiero irme de aquí.
-¿Quieres irte ya?
-Solo un rato más, me gusta como te ves con los rayos del sol.-Una risa ronca salió de su boca y me apretó más hacia él.
-Cuando lleguemos a casa habrá sexo, ¿entendiste?
-Wow, que cambió tan repentino a la conversación.
-Me hiciste la noche imposible, así que te voy a castigar.
-¿Ah si?
-Claro, ¿crees que puedes ir por ahí sin castigo?

Una risa salió de mi boca e intenté pararme pero Bucky me jaló otra vez hacia él, se quedó quieto, oliendo mi cabello, pero muy tranquilo, demasiado tranquilo.

-¿Qué pasa?
-Cásate conmigo.
-¿Qué?
-Cásate conmigo Kaira.
-¿Te estoy escuchando bien?
-¿Qué crees que estoy diciendo?
-Que... ¿me case contigo?
-Si, cásate conmigo.
-¿Qué? ¡No!
-¿Qué?, ¿por qué no?
-Bucky yo...-Me zafé de sus brazos y me senté en la cama para poder verlo, no está molesto sino que está intrigado.-Yo soy una diosa, ¿entiendes eso?
-Siempre has sido una diosa.
-Bucky yo no puedo morir, y si muero será dentro de miles de años, ¡dejé de envejecer a los 18!
-¿Y eso qué?
-¡Que no puedo casarme contigo!
-Claro que puedes, ¿por qué no? Es porque te hice daño ¿verdad? Sabía que no querrías estar conmi-
-James.-Al instante se calló y se puso serio, quiero que tome esto en serio.-No es por eso, yo te amo demasiado, eres la tercera cosa que amo más en esta vida y en todas las demás.
-¿Soy el tercer puesto? Vaya.-Me reí y le di un golpe en la cabeza.
-Mis hermanos van primero, entonces, el punto es que... yo no puedo quedarme viendo como mueres, eso sería horrible para mí.
-Pero yo quiero casarme contigo.-Un puchero se formó en sus labios y me atrapó otra vez en sus brazos.-De verdad quiero casarme contigo muñeca, hemos estado toda la vida juntos y quiero que sigamos así para siempre.
-Eso... ¿eso te haría feliz?
-Muy feliz, ahora que estoy libre de Hydra puedo estar en paz, y podemos tener un pequeño bebé.
-Sabes que no puedo tener hijos Bucky.
-Podemos adoptar, ahora no por supuesto pero lo podríamos hacer si algún día quieres un hijo.
-¿De verdad esto te haría feliz?
-Si, como no tienes una idea.
-Bien, me casaré contigo.

La felicidad invadió rápidamente su corazón y comenzó a darme besos por todas partes, tal vez casarme con él no sea tan malo.

Los Maximoff | Bucky Barnes          EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora