2.16| Perdida de control

1.8K 171 20
                                    

—¿Dónde estamos Steve? —la gran ciudad debajo de nuestro pies está llena de metales y tecnología, hay muchísimas firmas. Demasiadas.

—En Wakanda.

—¿De verdad?, ¡quiero ver! —tomé la mano de Wanda y al instante lo vi, en frente de nosotros está el Rey, es una gran ciudad, tiene cierto toque rural pero es muy moderna.

Y ahí lo ví, a Bucky. Sin su brazo.

Me llevé la mano inconscientemente a la boca y salí corriendo hacia él—. Dios mío, ¿qué te hicieron? —el Rey nos ve muy apenado, pero él no le tocó ni un pelo. Puedo verlo en sus sentimientos, hay dos mujeres a su lado, una más grande que él y otra más pequeña—. ¿Fue él? —un pequeño "si" salió de la boca del Rey y me volví hacia Bucky otra vez—. Lo sabía, sabía que algo te estaba pasando, yo pude sentirlo como si fuera tu.

—Estoy bien corazón.

—No, no lo estás. No quieras mentirme, sé exactamente como te sientes.

—Kaira, todo va a estar bien, déjalo solo un momento —Steve me tomó de los hombros y me abrazó, me empezó a alejar de Bucky, que está caminando hacia dentro de la gran estructura.

—¡Ese maldito!, ¿¡cómo se atreve a hacer algo así!?, ¡lo voy a matar!.

Las palabras comenzaron a salir sin mi permiso de mi boca y comencé a removerme en los brazos de él, me aprietan tan fuertemente que no puedo hacer nada más pensar en lo qué pasó.

Lo qué pasó en esa celda—. ¡SUÉLTAME!,¡NO ME TOQUES!.

—¡Kaira está bien!, ¡es Steve!.

Empuje a el hombre y por la fuerza caí al piso. Comencé a arrastrarme hacia atrás, viendo como la gente trata de acercarse a mí, están tan preocupados por lo que podría hacer.

—¡Deténgase Soldado! —mi cuerpo se quedó estático, no puedo moverme absolutamente para nada—. Yo lo arreglo, aléjense por favor —dos personas comenzaron a acercarse, un hombre y una mujer.

Quiero moverme pero no puedo, la gente comenzó a formar un círculo al rededor de nosotros.

Nuevas personas comenzaron a llegar y sacaron algo de sus ropas, unos escudos.

—Estrellita, estás bien, estás a salvo.

—¡No me toques!

—Soy yo, Wanda, y Pietro, esos hombres no están aquí, no pueden hacerte daño —¿Wanda y Pietro?

—M-Mientes, yo no quiero pasar por eso otra vez. ¡Estás mintiendo! —una nueva persona entró corriendo al círculo y se arrodilló al lado mío—. ¡No me toques!,¡aléjate de mí!

—Alexandra soy Bucky, estás bien, ya estás a salvo, aquí estoy contigo —¿Bucky?, ¿de verdad eres tú?, las lágrimas comenzaron a caer por mi rostro, y quiero moverme, quiero aventarme hacia él y darle un gran abrazo pero no puedo moverme—. Necesito que te calmes y me digas que está pasando, estás asustando a la gente de aquí.

—No creo que sea lo mejor que ella te lo diga Bucky. Sufrió mucho en esa celda, más que todos nosotros —el chico y la chica están realmente apenados, tristes.

—¿Qué le pasó?

—¿Quieres hablar de eso aquí? —no por favor—. No sería lo más sensato —el hombre más chico tomó mi cintura y me cargó entre sus brazos. Quiero quitarlo, quiero empujarlo y salir corriendo de aquí pero no puedo.

Entramos a una gran estructura y comenzamos a caminar por ella, entramos a una habitación, Bucky va enfrente, así que supongo que es su habitación.

El hombre me acostó en la cama y me quitó el saco y las botas que traigo puestas.

—Descanse soldado —al instante me hice hacia atrás, pegándome lo más que pude a la pared de la cama—. ¿Alguna vez la habías visto así?

—Una vez... cuando pasó lo de S.H.I.E.L.D., pero ni siquiera cuando pasó eso se puso de este modo, ¿qué le hicieron en la celda?

Todos se quedaron en silencio, puedo sentir la pena del hombre y la mujer picándome en los huesos, muy dentro de mi.

—Se lo hicieron otra vez, yo tuve que mirar todo, estaba en frente de ella. Estaba amarrada, a una silla de metal. Con el collar puesto lo único que tenia para guiarse son sus oídos, nada más. También la electrocutaron, duró un día amarrada sin agua ni comida. Y después... —la rabia de Bucky comenzó a subir por su cuerpo rápidamente, ¿está enojado conmigo?

—¿Después que? —su tono de voz es duro, está a punto de estallar.

—Le pusieron una camisa de fuerza.

Una fuerte punzada me dio en la cabeza y caí en el colchón de la cama.

—Él se va a ir.

— ¿Qué?, ¿quién se irá?

—Él. Él se irá.

—Kaira..., Kaira —abrí los ojos, Wanda, Pietro y Bucky estamos en una habitación—. ¿Estás bien?, te desmayaste, estaba muy preocupada por ti.

—¿Qué?, ¿qué pasó?, Bucky..., él había entrado en el edificio, ¿qué pasó?

—No sé qué pasó, tu..., te saliste de control.

Bajé la cabeza apenada, los tres están llenos de preocupación, tal vez yo tengo la culpa de todo.

—Lo siento, fue mi culpa.

—No te disculpes, tú no sabías lo que iba a pasar estrellita.

—No seas tan dura contigo corazón —Bucky se sentó a un lado de mi en la cama y me abrazó.

Al instante correspondí su abrazo y me oculté en su cuello, dejando que me diera todo el amor que esté dispuesto a darme.

Cuando intento recordar lo único que puedo ver son fragmentos borrosos, yo gritándole a Steve, luego Wanda y Pietro a mi lado, después yo en los brazos de Pietro, caminando por lo que podría ser un pasillo.

Después de eso no hay nada, todo está negro.

—Nos quedaremos aquí dos días estrellita, después nos iremos de nuevo a, no sé a dónde nos llevará Steve —salí del cuello de Bucky y miré a mis hermanos.

—¿Se puede quedar aquí contigo?, nosotros iremos a hablar con Steve y el Rey para que sepan que está pasando.

—¿Por qué conmigo?

—Ella gritaba tu nombre en esa celda Bucky, lo mejor sería que estés con ella en estos momentos.

Bucky se quedó callado y mis hermanos salieron de la habitación.

Me acosté en la cama y le di la espalda a Bucky, si no quiere que esté aquí con él simplemente tiene que decirlo.

—¿Quieres que me vaya?

—¿Qué?, no claro que no, ¿por qué lo dices?

—Preguntaste porque te tenías que quedar conmigo, puedo irme si quieres estar solo.

—No quiero estar solo, quiero estar contigo Alexandra.

Me di la vuelta y busqué su mano en el colchón, cuando finalmente la encontré entrelacé nuestras manos.

—No te atrevas a dejarme James. No de nuevo.

Los Maximoff | Bucky Barnes          EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora