1.09|Paz en nuestros tiempos

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—Bueno Kaira,ya es hora de irme,mañana tengo un vuelo temprano para ir a casa —Alice se paró del sillón en el que estábamos sentadas.

—Si claro,gracias por decirme de la fiesta, y ten cuidado —le di un beso en la mejilla y me volví a sentar con mi trago en mano.

Alice caminó hacia el elevador y se fue, volteé a ver toda la torre, ya no había nadie más que los estúpidos vengadores. Steve se sentó a un lado mío y Thor en el otro, los demás se fueron agrupando también en la pequeña sala sin importarles mi presencia. El tipo del arco se sentó a los pies de Steve. Me tomé mi trago y dejé el vaso en la mesita de vidrio de enfrente, donde estaba el martillo de Thor. Que tiene una notable cantidad de magia dentro de él. Tanto así que me comenzó a dar comezón la gargantilla.

—¿Puedo?—le hice señas a Steve señalando mis pies y él asintió, me quité los tacones y subí mis piernas a las de Steve,él puso sus manos encima mientras se reía con los demás —¿Puedo? —Thor también asintió y recosté la cabeza en sus muslos, me di la vuelta para poder ver a todos los demás.

—Vaya, ¿quién es esta señorita? —un tipo de lentes se sentó en un sillón de al lado y una chica de cabello rojo enseguida de él.

—Oh, ella es Kaira—sonreí y la chica del cabello rojo me devolvió la sonrisa.

—¿Y de dónde eres Kaira? —ahora fue Stark quien preguntó mientras se sentaba en uno de los sillones, la chica del vestido rojo, el del traje gris, una chica con ojos rasgados y otro tipo con chaqueta también estaban ya en la sala, ahora todos viéndome con la curiosidad carcomiéndoles por dentro.

—Señor Stark, ¿nunca ha escuchado que la curiosidad se comió al gato? —sonreí burlonamente. Mi objetivo era al menos causarles un daño crítico si no es que podía llevarme a todos conmigo. Me ganaría su confianza y la de todos en este lugar, incluso si eso significaba meterme en su pequeño y estúpido grupo, pero los mataré a todos.

—Bueno, aquí respetamos tu decisión.

—Nos presentaré —el de los lentes se señaló a él—. Yo soy Bruce o Banner —señaló a la chica del cabello rojo—. Ella es Natasha —señaló al que estaba sentado en los pies de Steve—. Él es Clint —y después señaló a los demás a los que no les tomé importancia.

Las bromas y los juegos seguían estando presentes, sentí una nueva presencia dentro de la torre, estaba corrompida y se notaba que iba detrás de los vengadores, así que no hice nada al respecto, porque era una de las famosas creaciones de Stark.

—Es que de verdad sigo sin entenderlo, ¿qué tipo de truco usas? —las baquetas iban y venían entre los dedos de Clint—. Aquel que tenga las huellas dactilares de Thor gobernará Asgard —dijo con voz grave y en torno de burla.

—Algo así —hizo una mueca—, más simple.

—No te creo —Thor le hizo un gesto a Clint hacia el martillo, para que intentara levantarlo.

—Ha sido una semana dura,nadie te juzgará si no logras levantarlo —ahora Stark se estaba burlando de él, con un gran sentimiento de superioridad esparcido por todo su cuerpo.

Clint se acercó al martillo e intentó levantarlo, sin éxito alguno. Y así uno a uno, sin ningún logro, Bruce se puso a gritarle, sintiendo la ira crecer por dentro. Después Steve se levantó y se acercó al martillo, todos miramos expectantes, con la curiosidad dentro de todos como una plaga, haciéndome sentir curiosa a mi también. Tomó el martillo y lo movió un centímetro a lo mucho, la sonrisa de Thor se borró inmediatamente de su cara, después pareciera que el martillo se había quedado estancado en su lugar.

Los Maximoff | Bucky Barnes          EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora