1.17| No me hace falta ponerme verde para querer ahorcarte

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—Esperen, solo necesito un minuto —nos separamos de Pietro y él se recargó en un pared para recuperar el aliento.

Tomé la mano de Wanda y me metí en su cuello mientras la abrazaba.

—Y es mejor que no me tientes a no dártelo —Steve se acercó a nosotros y le dirigió una mirada acusadora a Pietro.

—¿Consiguieron el arca? —preguntó Wanda.

—Si, Tony se hará cargo de ella a partir de ahora.

—No lo entiendes, él hará lo que sea con tal de arreglar las cosas —la duda recorría el cuerpo de Steve mientras decidía si creerle a Wanda o a Tony.

—¿Tony? —nada—. ¿Tony?, responde —nada.

—Ultron no distingue la diferencia entre salvar el planeta y destruirlo, ¿de quién crees que lo aprendió?

—Hay que irnos rápido.

—¿Cómo? Clint se llevó el Jet.

Viernes, por favor envía un Jet a el laboratorio de la doctora Cho.

Si señorita Maximoff.

-Listo,problema solucionado, vámonos niños —Pietro se levantó y empezamos a caminar hacia el laboratorio.

Tomé una mano de Pietro y otra de Wanda—. Los extrañe mucho, estaba tan preocupada por ustedes... —los acerqué más a mi y Pietro pasó un brazo por mi hombro mientras yo sostenía la mano de Wanda.

—Nosotros también te extrañamos mucho estrellita.

Llegamos al laboratorio y subimos al Jet, Steve se acercó al asiento y rápidamente comenzó a pilotar—. Entonces..., ¿qué fue lo qué pasó? —hice la ilusión nuevamente y me senté a un lado de Wanda, Pietro también se sentó pero acostó su cabeza en mi regazo.

—Nosotros, bueno, Pietro fue a dejarte a la fiesta, ya habíamos hablado sobre eso, nos dijiste que si en dos días no volvías a Sokovia que no te buscáramos.

—Y eso fue lo que hicimos, nosotros pensábamos que te habían matado, pero cuando te vimos ahí..., en esa fábrica —a Pietro le recorría la tristeza desde los pies a la cabeza, su voz se rompió cuando dijo la última palabra. Mis dedos comenzaron a brillar y yo empecé a hacerle trenzas en su cabello.

—Yo..., esa no era yo —Wanda metió su mano por el hueco de mi brazo y se acurrucó en mi hombro, ya estaba cansada por usar así su magia.

—Lo sabemos —Pietro ya se había quedado dormido, y Wanda era cuestión de tiempo para que lo hiciera.

Empecé a tararear una canción de cuna que mamá solía cantarnos para dormir, solo bastaron unos pocos versos para que Wanda se hiciera más pesada, dándome a entender que ya se había quedado dormida.

—Steve... —el rubio se giró como resorte—. Ayúdame con Pietro por favor... —asintió y se levantó del asiento, tomó a Pietro entre sus brazos y lo llevó al colchón con sábanas moradas del Jet.

Me levanté mientras sostenía la cabeza de Wanda para que no se golpeara, la cargué como princesa y la llevé al colchón, la acosté ahí, y en cuanto ambos sientieron la presciencia del otro se tomaron las manos y juntaron sus frentes.

Me sentí tan feliz, mis pequeños bebés ahora estaban a salvo, conmigo. Steve volvió a sentarse en el asiento del piloto y me acerqué a él. La ira recorría su cuerpo como lava ardiente apunto de estallar.

—¿Qué haremos al llegar? —su mandíbula solo se tensó.

—Hablaremos con Tony, ya creo a un robot que quiere matarnos a todos, no dejare que cree otro.

Asentí y me senté a un lado de él, apoyé mi cabeza en su regazo mientras le hacía cariños en la parte baja de la pierna, con mis dedos echando luz, quitándole ese sentimiento de ira que en cualquier momento nos perjudicaría a todos.

Cualquier rastro de tensión o ira ya había desaparecido de su cuerpo cuando mis luces se apagaron y mis venas estaban negras como la muerte.

Las horas pasaron y el cielo ya estaba negro para cuando llegamos a la Torre.

Steve estacionó el Jet y yo me levanté de donde estaba sentada para acercarme a los chicos.

—Wanda, Pietro...— ambos se levantaron asustados y se dieron un golpe en la cabeza que me hizo reír—. Ya hemos llegado.

La gran puerta del Jet se abrió salimos de él,las estrellas parecían intrusas en la gran ciudad con todas esas luces que sé veían en la lejanía,como puntos borrosos.

Caminamos rápidamente dentro de la Torre, Tony y Bruce estaban dentro con el arca.

—Sólo lo diré una vez —el arca estaba conectada con cables por todos lados y en las pantallas aparecía la imagen de un cuerpo con un porcentaje.

—¿Y qué tal ninguna? —Tony y Bruce miraron fijamente a Cap y después a mis niños, inconscientemente los acerqué más a mi.

—Apágalo.

—No, ni de broma...

—No saben lo que están haciendo.

—¿Y tu si?, ¿¿ella no te controla? —por instinto acerqué más a mi a Wanda y a Pietro pero Wanda se me escapó de las manos.

—Se que estás enojado.

—Oh linda, estoy más que eso. No me hace falta ponerme verde para querer ahorcarte —le gruñí a Bruce y de un momento a otra la sala de laboratorio ya estaba llena de gritos, todos hablando al mismo tiempo.

Pietro y yo nos miramos y él sólo rodó los ojos para dejarse ver como un rayo. Para cuando paró ya estaban desconectadas todas las máquinas.

—No..., continúen, ¿qué decían? —el aire le faltaba y me paré a un lado de él para tomar su mano.

Una bala se escuchó pero ya era tarde, el piso debajo de nosotros se quebró y caímos, Clint le apuntó con el arma a Pietro mientras le ponía un pie en el pecho.

—¿Acaso no lo viste venir? —los rayos de energía y los golpes sordos se escuchaban en el piso de arriba.

—No es momento Clint —me pare y corrí hacia el piso de arriba. Bruce tenía a Wanda y antes de que pudiera hacer algo ella lo hizo.

Saqué mi pistola y apunté, en ese momento Thor entró al laboratorio y se dirigía muy decidido hacia el arca.

—¡Espera! —se paró sobre ella y la electricidad de las lámparas se fue hacia su martillo que ya estaba alzado en el aire, los rayos iban y venían entre el martillo y Thor.

El martillo impactó el Arca por unos 5 segundos,en las pantallas se mostraba una advertencia de sobrecarga.

Para cuando terminó el arca explotó enviando lejos a Thor y su martillo. Un hombre rojo con una gema amarilla en la frente salió de la máquina,le apunté dispuesta a disparar pero salió disparado hacia Thor en cuanto lo vió.

Thor lo desvió y el hombre atravesó una ventana, Steve, Thor y yo nos acercamos a él saltando por la misma ventana que él había atravesado.

Por como iba estaba segura de que iba a atravesar la última ventana y después caer al vacío pero se detuvo. Se quedó fijo en su reflejo.

Thor hizo una señal con la mano para que Steve y yo nos detuviéramos.

El hombre rojo se veía en su reflejo y después se fijaba en sus manos, estaba tan, confundido y sorprendido que parecía que iba a explotar.

Los Maximoff | Bucky Barnes          EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora