El miércoles de ceniza cayó justo un 14 de febrero, por lo que Izuku debía de estar en la iglesia toda la tarde.
Realizó su servicio y se fue a la sacristía a esperar que todo el rito y misas de la tarde terminarán.Ese día Kirishima quiso hacerse cargo de todas las misas, por lo que Katsuki solo estaba en la iglesia para hacer acto de presencia. En determinado momento se aburrió y decidió irse a la sacristía por si lo necesitaban o algo.
Cuando entró vio al pequeño peliverde jugar en la parte de abajo donde se encontraba ahí un pequeño jardín, con uno de los gatos que la iglesia había adoptado hace un tiempo.
Bajo las gradas con sigilo y se sentó sobre un pequeño muro que elevaba las plantas del pequeño jardín.
El gato hipnotizado por el olor a incienso que el rubio desprendía, se escapó de los brazos de Izuku para posarse sobre el regazo del de sotana negra.
— Hey... — se sorprendió Izuku con tal acto repentino del animal, al que siguió con la mirada para avisar por si este se escapaba por el techo otra vez, pero esta vez escapó a los brazos de otro hombre — H-hola Padre
— Parece que está mierda con pelos me prefiere a mi — dijo mientras acariciaba la cabeza del gato, al que bautizaron como "Shakira".
— Eres muy bueno con los animales
— Es otro don que Dios me concedió
— ¿Puedo tocarlo?
— Haz lo que quieras
Izuku se puso frente al de ojos rubí y con ojos brillantes dio suaves caricias a Shakira, que ronronea gustosa por recibir tanta atención.
El rubio cenizo por su parte, también jugaba con el pelaje multicolor del felino. Pasaba sus dedos por las variadas manchas de color naranja, hasta que sin querer, sus dedos rozaron las pecosas manos del contrario. El adolescente fue consciente del pequeño contacto, sintió ese cosquilleo por dentro, pero trato de disimularlo.
El mínimo levantó sus orejas y miró hacia todas partes, probablemente porque escucho el sonido de algún rantoncillo travieso. De un salto escapó del regazo del mayor.
— jeje — río por lo bajo el peliverde, mientras veía como Shakira se perdía entre los arbustos del mini jardín.
Katsuki se quedó viendo su regazo, lo cual lo guío a ver las manos del niño parado frente a él y las tomo.
Midoriya regreso su vista de golpe al cenizo.
— ¿Padre Kacchan, porque me toma de las manos?
— Callate nerd, arruinas el momento
Junto ambas manos del de ojos esmeraldas entre las suyas y las llevo a su boca para besarlas. El peliverde lo miraba con bochorno, sobre todo cuando la filosa mirada rubí alboroto sus hormonas.
El Padre lo jalo para que quedarán abrazados. Lo rodeó con ambos brazos, que cubrían a la perfección todo el cuerpo del menor y este solo reaccionó a posar sus pequeñas manos en los hombros del mayor. De no ser porque estaba sentado, no hubiese podido alcanzarlo.
Aspiro el juvenil aroma del de ojos esmeraldas y recargo su frente en el pecho de este.
Izuku por instinto acarició los rebeldes cabellos del rubio y con sus dedos masajeó su cuero cabelludo.Apretujo más el agarre al rededor del cuerpo del menor.
— Padre Kacchan... Ugh no puedo respirar — a los segundos de haber dicho eso, Bakugou lo soltó para tomar las manos del menor que aún estaban sobre sus hombros y entrelazarlas — Está muy... ammm ¿Juguetón? Ahora — dijo con voz temblorosa.
No dijo nada, pero se levanto y atrajo con la ayuda de su brazo el cuerpo del menor para que quedara pegado a él, y con su otra mano libre levantó la cara del de pecas para besar su frente, continuando presuroso sobre sus labios. Los besos no tenían ni una sola seña de lujuria, pero tampoco amor. Pasión es la mejor palabra que describía aquel sentimiento que Katsuki transmitía a través de sus acciones.
Izuku ni lento ni perezoso, se paró de puntillas y enredó sus dedos sobre el ya encorvado cuello del cenizo.
— Vamos a un lugar más privado — de la mano, llevó al niño a la capilla subterránea, mejor conocida como, la cripta de aquel templo. Lugar que golpeó los recuerdos del de ojos rubíes.
Labios chocando contra la oscuridad, perturbando la armonía del sitio. Dos cuerpos escondidos entre penumbras para no ser encontrados por el sistema moral que rige bajo una sociedad pedorra que se jacta de lo que les conviene, un mundo en el cual sobra el frío, falta el amor, pero no en ellos dos que compartían el acogedor ardor del otro.
Ninguno de los dos pretendía parar el nivel de intensidad.
El calor del momento es evidente. Katsuki tomó de los muslos a Midoriya, lo cargó y aún entre besos lo depositó sobre una de las bancas.
Quería acaparar ese frágil cuerpo. El peli verde fue empujado sutilmente por el pesado cuerpo del cenizo hasta quedar acostado.
— Padre... — dijo entre suspiros.
Bakugou solo siguió besando al niño sin pasarse de la delgada línea entre lo sexual y lo romántico. Eso, hasta que por acomodarse mejor escucho el crujir de algo que llevaba en su bolsillo.
Un pequeño chocolate que alguien le había dado. A él no le gustaban las cosas dulces y aún así estaba devorando la boca del oji esmeralda.Se quitó de encima de Izuku y se sentó bien. El pecoso entendió el mensaje y también se sentó, aprovecho a acomodarse lo mejor que podía, toda la ropa y sus desordenados cabellos.
Miro al mayor con inseguridad, pues las acciones de este siempre eran inesperadas. Vio cómo rebuscaba en el bolsillo de su sotana, hasta que sacó algo y se lo dio a él.
Es chocolate, pensó Midoriya, que con dificultad y tratando de adaptar su vista a la oscuridad pudo distinguir aquella envoltura con todos rojos y rosados brillantes.
— No me gustan las cosas dulces — fue lo único que se le ocurrió decir, porque ni el mismo entendió la razón de aquella acción tan tonta, podría solo haber ignorado el dulce en su bolsillo y seguir con el besuqueo.
— Gracias, me encantan los chocolates — abrió la envoltura y se comió el suave contenido.
Con aquella mirada inexpresiva apreció la cara de Midoriya deformarse por el dulce sabor.
— Vámonos o van a sospechar. Yo saldré primero — se levanto y sin ver atrás sacudió la mano en forma de despedida.
Entre tinieblas, el pecoso abrazo la envoltura rota del chocolate.
Espero que hayan pasado un buen San Valentín.
Yo la verdad, la pase de la verga, sin novio, encerrada en la casa y ni un mísero chocolate me dieron:(
Me la pase en Pornhub dándome amor propio
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Ave María Purísima
Fanfiction"Sin pecado concebido" Katsuki Bakugou es el párroco de la iglesia del pueblo e Izuku Midoriya es el monaguillo que le ayuda al padre. ⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️ Si este tema te parece moralmente incorrecto o blasfemó NO LO LEAS.