—Deja que te consienta un poco Link...— dijo la rubia mientras el chico terminaba su comida. —Perfecto... Ya comiste...— dijo mientras dibujaba una pequeña sonrisa.
—Tienes razón... Gracias Zel.— le agradeció sonriendo mientras la chica pellizcaba su nariz.
—No te acostumbres Link...— dijo haciendo un puchero mientras la chica era sorprendida por un beso del paladín en los labios haciéndole suspirar.
—Gracias por consentirme...— dijo sonriendo mientras se levantaba para ofrecerle una mano. —Ahora, debemos terminar ¿No crees?— dijo mientras Nabooru volvía y le miraba de arriba a abajo.
—No lo creo héroe, estás muy cansado...— le dijo mientras el chico negaba con la cabeza. —¿Ah no...? Entonces toma esto... Si lo puedes cargar sin problemas podrás seguir ayudando...— dijo mientras le colocaba una piedra en los brazos y él flaqueaba hasta caer al suelo. —Lo sabía...— dijo soltando una carcajada.
—Yo puedo ayudarles... Aún no estoy cansado y tengo energías...— reprochó mientras la pelirroja le miraba de cerca.
—Claro... No te preocupes por eso... Zelda te dejará sin energía y muy cansado luego...— dijo en tono seductor mientras la chica se sonrojaba. —¿No es así querida?— preguntó mientras la chica quería que se la tragara la tierra.
—Eh... Sí... Perdón... No... Sí, digo...— balbuceó avergonzada mientras la mujer soltaba otra carcajada.
—Calla niña... Ustedes sabrán... La cuestión es que no harán más nada por hoy... Fue suficiente...— dijo sonriendo mientras Tesooru se acercaba.
—Mi señora... Solamente falta ordenar las habitaciones y ya... Mañana reconstruiremos algunas casas...— le notificó mientras la mujer asentía.
—Ya oyeron, solamente falta arreglar habitaciones para los demás trabajadores. Mañana los veo aquí.— los despidió mientras que la rubia asentía y se llevaba a Link contra su voluntad. —Oh Zelda, por favor que camine mañana, no te excedas...— le insinuó mientras la chica se sonrojaba mientras el paladín llamaba a Epona.
—Vámonos a Kakariko...— dijo el paladín mientras la chica se montaba sobre la yegua y ponían rumbo a Kakariko, en la dirección contraria en dirección al Rancho Lon Lon el carrito de Malon era visible.
—No falta mucho por llegar...— dijo la rubia mientras llegaban a las escaleras del pueblito, allí Impa les esperaba sonriendo.
—Al fin llegan... ¿Qué tal la reconstrucción?— preguntó rápidamente mientras veía la expresión de cansancio en el chico. —Da igual, vengan mañana y hablamos.— propuso mientras la chica sonreía afirmativamente.
Luego caminaron a paso lento hasta llegar lentamente a su casa, aquel cálido hogar conformado por ambos. Al llegar desmontaron a Epona y la amarraron cerca del pórtico donde el chico le dejó comida y agua, luego entró junto a su chica a su casa, allí pasaron directamente hasta su cuarto, realmente no tenían ganas de hacer mucho, además que el día de mañana tendrían que ir a trabajar nuevamente en la ciudadela.
—Hogar dulce hogar...— suspiró la chica sonriendo mientras se tumbaba en la cama.
—Aún no anochece...— observó el paladín mirando por la ventana. —Faltan unas horas... Pero no quiero hacer nada más...— dijo mientras se tumbaba junto a ella en su cama.
—¿Estás cansado Link?— preguntó ella mirándole de reojo.
—Sabes que no... Nabooru no me dejó continuar...
—¿Entonces te quedan energías?— preguntó mientras el chico agitaba la cabeza de forma positiva. —Entonces... Debes quemar esa energía acumulada para poder dormir más rápido...— dijo sonriendo con picardía mientras se enrollaba junto a él en las sábanas.
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Desde la sombras | The Legend of Zelda
FanfictionElla o mejor dicho, 《Él》siempre debía estar callado y oculto. Ahora que la misión del recién despertado Héroe del Tiempo iniciaba. Debía soportar las ganas de verlo y ponerse al día de todo lo vivido, ahora tenía asumida otra piel, el último miembr...