El reino de Hyrule... La mañana llegaba lentamente a la nueva ciudadela, el sol brillaba, motas blancas en el cielo, una día calmado puesto que la noche había sido muy larga.
El día anterior pasó demasiado lento, muy pesado; la confrontación que tuvo Zelda con Malon, la lenta recuperación de Link y la reconstrucción de la nueva ciudadela.
Aquel día estuvo cargado de mucho estrés para todos. Al punto que la rubia no durmió. Se quedó toda la noche en la habitación de Link, de vez en cuando Nabooru le daba una vuelta y le ayudaba con algunas cosas pero la Hyliana insistía en no descansar. Ni siquiera Impa le logró convencer de descansar un poco. La cabeza le dolía un poco, pero ella era terca, estaría allí aunque enfermara también.
Lo único positivo de aquel día tan pesado es que ya estaba en el pasado.
Todos en aquella mañana estaban reunidos en la posada. Cuando los cuccos comenzaron a cantar cada quien se fue a hacer sus respectivas labores.
Nabooru se encargó de dirigir las obras de la ciudadela, Darunia de coordinar a los Goron, Ruto se quedó en la posada organizando algunas cosas y Impa se quedó con Zelda en la habitación de Link.
El chico por su parte estaba estable, sin camisa. Dormía mucho, aunque era normal. Estaba tomando muchas medicinas y le dejaban algo aturdido. Por la mañana antes de que la jornada iniciara Darunia le dejó unas rocas muy pequeñas color morado con textura similar al azúcar. Según él, eso le ayudaría a recobrar energías y lo ayudaría con el envenenamiento.
—Sigue dormido...— suspiró completamente preocupada la rubia.
La Sheikah por su parte estaba sentada en una esquina en silencio.
—Es de esperarse. Es muy corrosiva y peligrosa aquella piedra a la que estuvo expuesta.— comentó ella en aire calmado colocando una mano en el tabique de su nariz para acompañar la acción con un suspiro algo preocupado. —Pero estará bien.
—Impa...— la albina luego fijó su mirada en Zelda. —Apenas Link se mejore. Quiero casarme con él.— dijo sin rodeos completamente segura de sus palabras. Impa apartó sus dedos de su rostro y le miró con algo de sorpresa.
—Eso es algo muy decidido.— reconoció la albina sin ocultar la sorpresa en sus palabras. —Supongo que lo mencionas por el permiso.
—Sí...— afirmó ella mientras apartaba su vista para mirar al chico. —Espero que no haya mayor problema.
—No. No lo hay, no me opongo para nada que te vaya a desposar.— afirmó luego de un momento de silencio.
Luego Impa tomó su rostro con sus dedos y suspiró nuevamente con un poco de cansancio.
—Muchas gracias Impa.— luego ella se levantó y abrazó a la Sheikah con alegría.
—Eres muy decidida con tus planes...— mencionó Impa de repente. —Eso es bueno...— agregó dibujando una media sonrisa.
—Sí.
—Ya veo...— dijo en aire pensativo. —Alteza...— llamó para que luego Zelda le mirara expectante.
—¿Impa?— preguntó mientras la mujer se cruzaba de brazos.
—Ayer fue un día muy pesado.— comentó mientras ella se encogía de hombros como respuesta.
—Algo...
—Supongo que me hablas de compromiso y casamiento...— dijo desviando el tema completamente. —Por el incidente de ayer ¿Verdad?— preguntó tratando de indagar en el motivo de la decisión de Zelda.
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Desde la sombras | The Legend of Zelda
FanfictionElla o mejor dicho, 《Él》siempre debía estar callado y oculto. Ahora que la misión del recién despertado Héroe del Tiempo iniciaba. Debía soportar las ganas de verlo y ponerse al día de todo lo vivido, ahora tenía asumida otra piel, el último miembr...