Discusiones

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—¿Qué cara...? ¡¿Qué diablos le pasó a Link?!— exclamó la pelirroja al tiempo que abalanzaba sobre ellos.

—Está un poco enfermo...

—¡¿Qué rayos es eso?! Está muy pálido.— exclamó al ver una cubeta con agua mezclada con vómito, en el mesón la flecha al lado del cuenco con agua de carbón.

—Estará bien...

—¿Estará bien? ¡Parece que está envenenado!

—De hecho lo estaba...

—¡Lo sabía!— exclamó mientras que el chico abría los ojos lentamente.

—Zelda...

—Aquí estoy cariño... No te preocupes.— respondió con dulzura mientras lo acunaba.

—¿Fue la flecha verdad?— preguntó mientras la chica asentía con tristeza. —¡Lo sabía!

—Me salvó...

—¡Siempre está en peligros! ¡Sabía que pasaría!— exclamó mientras le miraba feo. —¡Debiste quedarte conmigo! Así no estarías en problemas... No como con ésta de aquí...— dijo fría mientras que él no le prestaba atención, apenas y oía.

—Malon...— llamó con dificultad mientras que ella se acercaba con brillo en sus ojos.

—¡Dime Link!

—Déjanos solos... Por favor...— suspiró mientras que la chica sentía que sus ojos se humedecían.

—Bien. Si eso quieres... Quédate con ella.— dijo tajante mientras le dedicaba una mirada asesina a ella y abandonaba la estancia. —Espero poder hablar contigo luego... Zel-da.— dijo antes de salir haciéndole énfasis a su nombre.

—Con gusto Malon. Pero ahora mismo estoy ocupada cuidando de mi novio.— respondió en el mismo tono mientras que la chica se alejaba furiosa. —¿Estás bien mi amor?— preguntó preocupada mientras que él asentía.

—Por alguna razón tengo sueño...— suspiró algo cansado.

—Duerme entonces mi amor...

—Pero hoy... Dormimos hasta muy tarde...

—Shhh. Duerme, saldré un rato y vendré por ti luego, tengo un pequeño asuntito pendiente.— dijo sonriendo mientras besaba sus labios y lo dejaba descansar.

Al salir ella se dirigió fuera de la posada en dirección a la fuente, allí estaba Malon, sentada. Ella se sentó a su lado y se puso a mirar al agua, hasta que la pelirroja se aclaró la garganta para iniciar la conversación.

—No mereces a Link.— dijo con frialdad.

—Tal vez sea así.

—Se supone que él iba a ser el caballero que me sacara del rancho y con quien me casaría.— expresó con frialdad, lo decía como si estuviera atacando a la chica con cada palabra.

—Lo lamento entonces.— se disculpó con sarcasmo.

—No te lamentes.

—¿Por qué dices eso?— preguntó extrañada.

—Termina con él y ya.— dijo más en forma de orden que de sugerencia. —No mereces estar con él. Pero está cegado por ese falso amor.— dijo cortante mientras que la rubia fruncía el ceño.

—¿Tú sí lo mereces?— preguntó con ironía.

—Obviamente. Lo conozco desde hace siete años. Y siempre he sido buena con él.— dijo tratando de presentar algún argumento válido. —Y mi padre le dijo que se casara conmigo.

Desde la sombras | The Legend of Zelda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora