Tragedia

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—Oh por las Diosas...— dijeron sin creer aún aquello que tenían al frente.

—No deberían estar aquí.— dijo en forma de reclamo la dueña de aquella dulce voz.

—Pero si es...— dijo Link sin salir de su sorpresa. —Navi...— luego su voz se quebró lo suficiente como para llegar al llanto.

—Link...— suspiró completamente preocupada la chica mientras apretaba aún más su mano.

—Link... Yo...—

—Creí que habías muerto Navi...— luego él dejó caer un par de lágrimas bastante dolorosas. —¿Realmente eres tú?— preguntó algo desilusionado de que ella fuese alguna ilusión del bosque.

—Soy yo Link.— le afirmó en un tono algo alegre entremezclando con nostálgico o triste. —Yo... Lo lamento...

Luego el hada azulada se posó en su hombro y sacudió un poco sus alas dejando caer un poco de brillo.

—Navi...

—No Link... Lo siento.— se disculpó con pesar para luego apegarse a su mejilla.

—¿Por qué me dejaste?— preguntó algo desilusionado y triste. Aquello dejó mal a su compañera.

Zelda por su parte apretó su mano con fuerza, pues sabía lo mucho que había afectado el abandono de Navi. Lloraba por la noches y aunque cuando hablaron dejó de hacerlo, sabía que le dolía en lo más profundo de su ser.

—Lo siento Link. En serio lo siento.— se disculpó mientras un brillo de diferente coloración caía de ella, parecían ser lágrimas puesto que su voz comenzaba a quebrarse.

—Si no me explicas no podré comprenderte Navi...— repuso con algo de reproche aunque la tristeza seguía contenida.

—Lo sé...— suspiró para luego tomar mucho aire. —Te dije que debía estar con el Brote del Gran Árbol Deku...

—Lo sé... Pero, si volvía a mi época...— planteó recordando la primera intensión de Zelda por regresarle a su época. —¿Me hubieses abandonado también?

—Me temo que sí Link... Aunque él haya muerto en ese tiempo, otro brote nacería, pues aquella tierra no estaría maldita por Ganondorf.— explicó tratando de desviar el tema.

—Ya veo...— dijo con la cabeza baja bastante triste.

—Hay otra razón por la cual te abandoné Link...— comentó con pesar. —Quiero ser sincera del todo contigo, pero no quiero que me odies...— aquello era algo extraño, aunque el tono de voz de su hada era muy triste.

—¿Es que... No te agrado?— preguntó acumulando sus lágrimas en sus ojos que no se derramaron por los momentos.

—No es eso Link... Yo te quiero...

—¿Entonces?

—Es que... Eres un Hyliano...— confesó al fin. —No puedo acompañarte para siempre... Además que debo estar para el Gran Árbol Deku...— aquella frase la había dicho con un pesar enorme, era lógico que aquello le lastimó.

—Comprendo... No puedes estar conmigo... No soy un Kokiri.— dijo con pesar, nuevamente aquello atacaba, el no ser un Kokiri y no tener un hada.

De forma instintiva recordó cuando Mido le decía "Media-Persona" o que estaba incompleto, solamente por no tener un hada guía, no tener esa compañera que tanto tiempo anhelo. 

—Oh Link... En serio lo lamento... Estabas tan empecinado por tener un hada... Que cuando me ví obligada a irme... Me dolió mucho.— dijo derramando otras lágrimas mientras Link extendía su dedo.

Desde la sombras | The Legend of Zelda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora