Desde la sombras | The Legend of Zelda

Contratiempos en el Bosque

—Tal vez... ¿Sobre qué trata?— preguntó la Zora algo intrigada.

—Ya lo sabrás...— replicó sonriendo de forma maquiavélica.

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—¿Aún comiendo chicos?— preguntó Nabooru al ver que aún la princesa le daba de comer pequeños bocados al héroe. —Son demasiado melosos. Puaj.— dijo haciéndoles una mueca de desagrado fingido para luego sonreír y continuar su camino.

—Lo siento...— se disculpó algo avergonzada la chica, sin embargo no se apartaba del chico. —Pero no puedo evitar consentirte de vez en cuando.— suspiró mientras se apegaba a él en un abrazo.

—Te quiero mucho Zelda...— le dijo correspondiendo al abrazo enternecido por las palabras de ella.

—Yo te amo Link.— respondió algo molesta mientras le apretaba en sus brazos.

—Si, si, si. Estamos claros que todos nos amamos.— interrumpió la Gerudo de repente mientras apartaba a Link y lo levantaba. —Necesitamos que nos ayudes, así que vendrás...— suspiró mientras que el chico asentía y se dejaba arrastrar. —Perdona querida pero te robaré a tu novio por un rato...— continuó en tono burlón llevándose al chico.

—Vale... Te veo luego Zelda...— se despidió sonriendo para luego ponerse en pie y caminar.

—Te veré luego Link...— suspiró devolviéndole la sonrisa.

—¡Bah! Vámonos ya... El romance se respira desde lejos... Son demasiado cursis.— interrumpió nuevamente la Gerudo. —Que bueno que no me casé contigo, sino... ¡Ja! ¿Quién te aguanta?— bromeó la mujer pelirroja mientras que el chico se sonrojaba y le seguía el paso.

—Yo lo siento...— se disculpó algo avergonzado.

—Cállate niño. Eso es normal a sus edades, pero son algo empalagosos... Demasiado para mi gusto.— dijo mientras caminaban hasta una pila de barriles vacíos que estaban al lado de un edificio.

—Vale...—

—No te quedes parado haciéndote el tonto. A cargar.— le ordenó mientras que él asentía y cargaba el primer barril.

—¿Y para dónde...?—

—Para el edificio donde almacenamos todo.— notificó mientras que él asentía y llevaba las cosas para allá seguido por ella.

Mientras que Zelda por su parte estaba hablando con algunos comerciantes de Kakariko y con los Goron para que se trasladaran a la ciudadela una vez fuera habitable y todo estuviera en prosperidad.

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—Este es plan... Ya lo repasamos...—

—¿Es en serio?— preguntó la Zora no muy convencida.

—Por supuesto.—

—¿Lastimarás a alguien por Link?— preguntó desconcertada. —Y ese alguien no es nada más y nada menos que la Princesa Zelda. Estás loca niña.—

—Como quieras. Es mi plan, no lastimaré a nadie de forma grave.— dijo encogiéndose de hombros.

—No eres la chica dulce que tanto pareces o tratas de mostrarle a Link.— suspiró algo sorprendida.

—Oh vamos... No te hagas la santa, de todas formas, también quieres estar con él.— le insinuó sonriendo de forma maquiavélica. —Yo solamente tengo el valor que a ti te falta.— le dijo orgullosa por su actuar.

—Y suponiendo que te ayudo... ¿Por qué debería creer que no harás una artimaña similar para quitármelo?— le preguntó no muy segura dejándola algo encerrada.