Capítulo 11.

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- ¿Cómo que con quién?- cuestionó Gardienne - ¡con el señor!- tendió la mano en dirección al hombre.

- ¡No hay nadie ahí! ¡Te pusiste loquita!

- ¡Tú estás ciega!- la humana contempló al fenghuang - ¿verdad?

Sin embargo este tampoco entendía nada.

- ¿Tú qué eres?- preguntó extrañado - la gente normal no puede verme.

- ¿Eres invisible o algo así?

- No ¡estoy muerto! pensé que lo sabías...

- ¿Muerto? Pero te ves bien normal...

- Suficiente ¡buscaré a Eweleïn!- se fue trotando la kitsune.

- ¿No eres una médium?

- No...

Compartieron un silencio incómodo.

- ¿Y qué eres?

- Humana y una pizca de aengel.

- ¡Aengel!- gritó incrédulo - bueno eso no importa, tienes que llevarme con Huang Hua ¡es urgente!

- Debería estar allí- le indicó la sala de juntas.

- ¡Otra vez hablando con espíritus Gardienne!- la retó la elfa avanzando hacia ella, respaldada por Koori.

- Este no quiere poseerme te lo prometo- se excusó mientras la arrastraban a la enfermería - dice que necesita ayuda, que es urgente- intentó detenerla.

- Sí, sí, siempre lo mismo y luego te quieren matar.

La sentó en la camilla, auscultandola comenzó a interrogarla.

- ¿Encontraste algún objeto en las afueras y te lo quedaste?

- No.

- ¿Sueños raros y repetitivos?

Tuvo un par de sueños poco nobles con el vampiro.

- No- musitó sonrosada.

- ¿Ese es el único espíritu que viste?

Valkyon enseguida apareció en su cabeza.

- No estoy segura...

La médica meditó sobando su mentón, de pronto su rostro se preocupó.

- Desnúdate.

- ¿Eh? Al menos invitame una copa...

- Anda apúrate- ordenó la mujer, sacando un largo y ancho pergamino vacío, y lo desenrollo sobre la cama.

Gardienne sin pudor comenzó a quitarse las prendas superiores, nunca supo quién la vio más veces desnuda, si Eweleïn o Nevra.

Y como si lo hubiese invocado con el pensamiento...

- Leïn necesito un par de...- la llamó entrando despreocupado el vampiro. Estoico contempló el torso desnudo de Gardienne.

- ¡Oye!- quejó ella utilizando su corpiño para taparse de vuelta.

- No sé que te avergüenza, ya te he visto desnuda repetidas veces- argumentó sin apartar la mirada de donde la ancló.

- No por ello tienes derecho a continuar haciéndolo- espetó ella - ¡qué ya te vayas! - quejó dándole la espalda.

- Espera afuera un momento- le ordenó Ewe, él se retiró encogiendose de hombros.

Gardienne terminó de quitarse las ropas sin dejar de vigilar la puerta.

¿Una vez más? (Nevra - New Era)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora