Capítulo 19.

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Ya frente la habitación 666, Gardienne se sintió... como en scooby doo.
El marco decorado a telarañas señalaba un deterioro notable. El chirrido de las bisagras al abrir apuñaló sus oídos sensibles.

- Mi primer cuarto era mejor que esto- comentó Gardienne al ver el chiquero.

- Nadie usó la habitación desde que se fue- explicó Nevra mirando el polvo de los muebles con ojo crítico.

- Yo tampoco me instalaría en el cuarto de una hechicera- justificó Chrome revisando tras el armario.

Removieron los aposentos, levantando humo blanco con cada pisada. Cada esquina fue contemplada con detalle.

- ¿Qué se supone que buscamos?- preguntó el lobo dándose por vencido.

- No lo sé... algo- contestó Gardienne rascándose la cabeza - ¿saben? en las películas de misterio de mi mundo, siempre hay una escena como esta, y uno de los personajes dice "los pasadizos secretos siempre aparecen de la forma más inesperada" y terminan encontrando una puerta secreta antes de terminar la fra- su pierna se hundió entre las astillas antiguas del piso.

- ¡Gardienne!- exclamó Nevra tomando su brazo, pero la fuerza de su delgado cuerpo no alcanzaba para ganar un mano a mano contra la gravedad.
Cuando se dieron cuenta, estaban al fondo de un túnel. Miraron la superficie, Chrome se asomaba.

- ¿Están bien?- les gritó desde arriba.

- Sólo unos rasguños- quejó Nevra tocando tembloroso las heridas.

Gardienne checó su cuerpo y el prestado, levantó la mirada hacia el pasillo mal trecho que se abría frente a ellos.

- No se preocupen ¡traeré una soga!

- ¡Y una luz!

En pocos minutos volvió, y se arrojó sin previo aviso por la caída. La ex pareja estuvo a pocos centímetros de ser aplastada por el trasero canino.

- ¡Ten cuidado! Pudiste dañar mi cuerpo- quejó Gardienne tomando a Nevra por los hombros.

- Gracias por preocuparte- comentó irónico el vampiro.

- No pasó nada, no pasó nada- le quitó importancia, sacando de su mochila una lámpara de aceite.

Prendió la llama, y la tendió frente a ellos, descubriendo el irregular pasillo de oscuridad infinita, en donde su hundieron.
Resguadados de la penumbra por la luz de un único fuego, avanzaron bajo las amenazas de piedras sobresalientes deseosas de golpearlos al pasar. El sendero, estrecho, los obligaba a caminar ladeados. La claustrofobia comenzaba a hacerse presente como una mano fría prendida en sus nucas.

- ¿Cuánto tiempo habrá tardado en cavar esto?- alucinó la humana ante el sinfín del camino.

- ¿Cuánto más va a durar? Es lo que me preocupa- contestó Nevra luego se observar tierra desprenderse.

- No se angustien, allí parece haber algo- habló el lobo al notar unas figuras que se contorneaban con el acercamiento de la luz, revelando sus formas.
Arribaron finalmente en una tetrica sala improvisada.

- Oh dios- suspiró con gran pena la humana al reconocer calaveras de familiares cachorros que se amontonaban en una esquina.
Nevra por su lado inspeccionó con sus ojos lilas el laboratorio armado seguramente de materiales robados de absenta.
La manos toscas del lobo sacudían los frascos, intentando descifrar que eran los restos que reposaban en su interior.

- Sin duda le dedicó tiempo- rompió el silencio Chrome, mirando lo que hacían sus compañeros a la sombra de la lámpara.

- ¿Ya vieron esto?- preguntó apenada Gardienne frente a los esqueletos.

- Me temo que no me sorprende, esa es la razón por la que la magia oscura está prohibida, la mayoría de sus conjuros requieren un sacrificio- dijo lúgubre Nevra, apoyándose en la mesa, a la cual volteó a ver enseguida, en cuanto sintió como sus dedos se doblaban sobre un cuaderno.

- Miren esto- los invitó abriendo la deteriorada tapa.

- ¡Son sus apuntes!- se alegró la humana, leyendo a la par de Nevra.

Múltiples ritos y maleficios desfilaban en las páginas del libro, uno más horroroso que el otro. Atrocidades como ojo de brownie, niño embalsamado, aparecían entre las hojas como una lista de compras. Si ello no fuera poco, Naytili apuntaba como agregado donde conseguirlos, estrategias para secuestrar, qué era posible reemplazar o como podría acrecentar la eficacia del hechizo.

- Esto es espantoso- expresó Nevra con un nudo en el estómago, amagó a cerrar el cuaderno, pero fue interceptado por ella.

- Espera, debe haber algo sobre almas- dijo quitándole el libro de las manos. Pasó las páginas con mayor velocidad, leyendo las secciones que bien había organizado aquella bruja - sello de saña... absorción almica... ¿monstruación de...? ni siquiera quiero saber que es eso... ¡aquí! Sacrificio de espíritu... o eso creo que debe ser.

Antes de poder posar el ojo en el primer renglón un rugido estruendoso hirió sus oídos, sin duda, Lance.

- ¿Qué? ¿qué ocurre?- preguntó Nevra al notar que ambos compañeros percibieron el sonido.

- Es Lance ¿está transformado?- dudó Gardienne.

- Algo debe estar sucediendo en la superficie- afirmó Chrome.

Los tres se apresuraron a andar de vuelta por el camino angosto, presionados por las paredes y por la emergencia.
Al salir de vuelta al cuarto, los rugidos del dragón resonaron con mayor fuerza, ante la urgencia resolvieron salir por la ventana para ahorrar camino.
Finalmente lograron llegar al exterior del C.G. para observar a Lance gruñir con las escamas de punta, a la manada de warrifangs en el bosque.
Aún sin tener una idea clara de la situación, Chrome se transformó en lobo, galopó hasta su lado, y lo ayudó a ahuyentar a las criaturas.
Los familiares contrariados corrían todavía en el lugar, temerosos y temerarios. Un comportamiento particularmente extraño.

El escándalo logró reunir a los miembros, quienes corrieron al lugar en vano, la disputa terminó.

Lance volvió a su forma humana con un semblante de culpa.

- No logré diciparlos- se disculpó.

Las personas observaron la destrucción masiva del bosque, provocada por los warrifangs rabiosos. Ni un fruto quedó intacto, ni una hoja prendida a un árbol. Las presutuosas flores yacían aplastadas entre el césped embarrado.

Los presentes aguardaron a las palabras de Huang Hua, quien desprendía depresión desde su temperamento risueño.

- Esto es un claro movimiento de nuestro enemigo- sentenció - nos quieren vulnerables para su próximo ataque.

¿Una vez más? (Nevra - New Era)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora