Observó su propio cuerpo estupefacta, aturdida por los sonidos, acaso ¿había muerto? ¿otra vez? ¿cuántas vidas le quedaban ya?
Se abalanzó sobre si misma con el fin de meterse de vuelta, pero las manos que acataban sus órdenes eran... distintas, grandes y pálidas. Contempló con exceso de detalles cada parte de su brazo musculoso.
Enseguida palpó su torso, plano, frío.No lo podía creer, se relamió los colmillos ¡estaba en el cuerpo de Nevra!
Por otro lado, el real Nevra lideaba con la torpeza y el gran calor de su nuevo cuerpo. No comprendía del todo en un principio, hasta que sintió unas cosquillas en sus hombros, cabello. Largo y sedoso, color ceniza. Extrañado continuó mirando hacia abajo, dos senos ocupaban su pecho. Sin pudor comenzó a tocarlos y revisarlos, reconocía sin duda sus propias mordidas.
- ¡Oye!- quejó una grave voz, que venía del guapo vampiro frente a él.
- Oh por dios- expresó con su nueva suave voz - sin duda soy el hombre más bello que haya visto.
- ¡¿Eso es lo que te impresiona ahora?! ¡¡Eweleïn!!- gritó Gardienne, sin todavía acostumbrarse a su tono.
Caminó hacia la enfermera con gran velocidad y gracia, tanta que le sorprendió. Volteó a ver a Nevra, él trotaba chueco y se tropezó antes de llegar.
- No camines tan rápido- quejó - yo siempre ando a tu ritmo, insensible.
Sin embargo Gardienne no le prestó tanta atención al reproche, estaba anonada oyendo como latía su corazón, como inhalaba y exhalaba. También escuchó los comentarios de las personas, la agudez de su oído era increíble.
- ¿Qué nos sucedió?- preguntó sereno.
- Tenían que estar separados- suspiró - al tocar las piedras de los prendedores, sus almas se han intercambiado en el momento que el espíritu de Gardienne se acomodó- concluyó mientras pasaba las páginas.
- Bueno, entonces volvamos y hagamos lo mismo y solucionado- sugirió con claridad ella.
- No creo que sea tan simple- acotó él, sin duda el temple serio no le sentaba al cuerpo de Gardienne.
- Me temo que no- dijo cerrando el libro - el intercambio de las emociones de sus corazones, era una corriente continua que tiraba de tu alma como una cuerda. Unían sus fuerzas para tirar de una piedra ¿si tiraras fuertemente de una piedra y esta de pronto desapareciera, qué ocurriría?
- Nos caeríamos hacia atrás...- contestó ella comenzando a entender.
- Exacto, al colocarse tu alma "la piedra" desapareció, esa fue la fuerza que dio vuelta sus almas. Por más que hiciéramos lo mismo, no ocurriría nada, sus emociones solo fluirían nuevamente.
- ¿Pero hay una solución a lo nuestro?- preguntó Nevra.
- Espero encontrar una, mientras tanto, tenemos que informar a Huang Hua.
Recorrieron los patios en dirección al cuartel. Gardienne notó todas y cada una de las miradas de las mujeres de toda edad, estaba intimidada y a su vez celosa, amenazada.
- ¿Cómo haces para soportar esto?- le preguntó, haciendo un esfuerzo por caminar lento.
- ¿El qué?
- Las miradas...
- ¿Cómo hago yo?- cuestionó - ¿cómo haces tú? Me siento cosificado- se incomodó abrazandose a si mismo.
Llegaron a la sala de juntas, Leïn fue la primera en entrar.
- ¿Qué tal? ¿Cómo ha ido el ritual?- se interesó risueña.
- Sobre eso...- titubeó la elfa antes de dejarlos entrar.
Enseguida el ceño de Huang Hua se frunció. Contempló sospechosa al nervioso Nevra y a la serena Gardienne.
- Aquí hay algo raro...
- Intercambiaron de cuerpos- confesó finalmente.
En un pico de estrés, Huang Hua se desmayó.
○○○
Por suerte no fue nada grave y pronto se reunió con el resto de los jefes a debatir los pasos de seguir. La junta se sentía extraña, ya que Nevra meditaba, aconsejaba y daba su opinión con la voz de la humana.
Mientras tanto Gardienne vagaba por el C.G. explorando las habilidades del vampiro, disfrutaba caminar por el mercado y chusmear las conversaciones de la gente, en un principio le resultaba dificultoso concentrarse con tantos ruidos, sin embargo, el poder de vieja chismosa sobrelleva cualquier dificultad. También se cruzó a Koori y Mathieu, aunque se encontraban notoriamente incómodos de mantener una conversación con ella, aun extrañados por el intercambio, consiguieron pasar un buen momento.
Luego de nutrir su espíritu de chismes, decidió volver al cuarto debido al fuerte dolor de cabeza. Pronto se encontró frente a su puerta, confusa dudó ¿a qué cuarto debería entrar? Pensó que era prudente volver al cuarto de Nevra. Recorrió el pasillo, y por la mitad del camino, una mano la secuestró.
Sin saber exactamente terminó en una cama ajena, miró perpleja en todas direcciones, hasta que una chica se le encimó.- ¡Oye! ¿qué haces?- quejó Gardienne intentando escaparse, sin embargo la muchacha se sentó ahorcajadas sobre ella.
- Me tienes abandonada Nevra- hizo un puchero la chica mientras se desabotonaba su compleja ropa.
- Sal de encima de mí, no quiero...- intentó rechazarla amable.
- Seguro te hago cambiar de opinión- dijo dejando en libertad su rebosantes pechos, de inmediato Gardienne se tapó los ojos, jamás había estado así con una mujer.
- ¡Te digo en serio! Déjame- gimió avergonzada, temía no poder controlar la fuerza si la empujaba.
- No creo que allí abajo seas tan tímido- se rió desabrochando su pantalón y metiendo las manos sin remordimiento
- ¡Saca las manos de mi hombre!- quejó sin pensar Gardienne. La joven la miró perpleja, aprovechó para escabullirse y salir de la cama - en serio necesitas clases de consentimiento- concluyó antes de huir.
Sin dudas, era mucho más hiriente vivir la situación que imaginarsela en la cabeza. Hasta el cuello de celos buscó un lugar donde estar sola y poder relajarse.
Salió del C.G. encontrándose junto a la madriguera a su compañero aengel, Leiftan, a quien echaba de menos.
Al acercarse el rubio se volteó a verla con una sonrisa risueña, luego le dedicó una mueca y después... se confundió, su expresión de "leiftan.exe no responde" le causó una inmensa gracia.- Soy Gardienne- expresó riendo.
- ¿C-cómo?- se extrañó contemplando estupefacto como "Nevra" se sentaba junto a él, y apoyaba la cabeza en su hombro.
Sin duda era bizarro. Leiftan y Nevra contemplando la puesta del sol.
- El ritual para colocar mi alma no funcionó bien... terminamos en el cuerpo del otro.
- Ya veo, espero que se solucione pronto, no creo poder acostumbrarme.
- ¿Y tú? ¿qué tal estás?
- Luchando conmigo mismo, como siempre- pensó mirando a la nada - últimamente he pensando con frecuencia en Naytili...
- Naytili...- repitió para si misma, recordando aquellos eventos, especialmente la vez que casi la asesina en el templo fenghuang.
- Me temo que no tengo remordimientos con ella, era una bruja arpía.
- ¿Cómo fue que conseguiste que se te una?- preguntó de curiosa.
Notó la incomodidad de Leiftan.
- Hay un registro de las expulsiones del C.G. no fue complicado dar con ella.
- ¿Y por qué la habían expulsado?
- Magia oscura.
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¿Una vez más? (Nevra - New Era)
Fiksi PenggemarNevra había vuelto a sus viejos hábitos, devastado por la "muerte" de su humana. Está convencido de que lo había superado... Al volver ella ¿está seguro de ello? -------Atención: historia basada a partir del episodio 3 de Eldarya a New Era! si no si...