- ¡Iu!- asqueó Gardienne al ver el frasco rebosante de gusanos.- Lo sé ¡no le daría esto ni a mi peor enemigo! O tal vez sí...- dubitó un poco - bueno, ese no es el punto. Esto es lo que hallé dentro de los familiares.
La humana contempló el interior del envase con aires de sherlock holmes.
- ¿Pero qué son?
- Un parásito- le indicó mostrándole uno con guantes en sus manos.
- ¿Esa cosita ha infestado a cientos de familiares?
- Con los grandes cambios que hemos vivido, no me sorprendería. Intento revisar su interior, pero se desintegran en segundos- añadió, y efectivamente, en su mano sólo quedaba arenilla - debo hacer estudios más exhaustivos.
- ¿Y qué ha dicho Huang Hua al respecto?- preguntó sentándose en una de las camas.
- Todavía no se ha levantado, de hecho, nadie lo hizo.
No se percató que la noche cubría el cielo, se acercó a la ventana a contemplar el firmamento. Eso explica porque no se ha cruzado con nadie.
- Ayer te dormiste en el patio, deja que te ausculte- le ordenó sentandola en la camilla - por eso te levantaste tan temprano.
- ¿Al menos descansaste?- preguntó temblequeando bajo los instrumentos fríos de la elfa, observando las ojeras bajo sus ojos.
- No necesitaba dormir, necesitaba respuestas.
- ¡Te la pasas regañandonos sobre dormir bien!- la sermoneó.
- Haz lo que digo, no lo que hago- rió Leïn - por cierto, ¡has causado un escándalo durmiendote afuera!
- ¿Eh? ¿pero yo que hice? sólo quería descansar.
- Todos los habitantes de Eel deseaban arropar a la última aengel, hubo un par de pleitos mientras dormías plácidamente.
- ¿Ah, sí?- se imaginó un duelo de navajas entre Leiftan y algún pueblerino. Aunque él dejó en claro que no deseaba pelear más, por lo que, sería algo más como la escena de jurassic world, donde el protagonista es rodeado por velociraptors.
- Todos comenzaron a ofrecerse amablemente, algo así como pasivo agresivo. Luego, al intentar alzarte, empezaron a empujarse entre sí. Hasta que Nevra se enfadó- rió para ella misma- y te llevó él mismo - le dedicó una mirada comprensiva - él ya no es el Nevra amoroso que conoces, pero sigue velando por ti.
Gardienne hizo un gran esfuerzo para que su sonrisa no saliera a la luz, la contuvo y fingió que aquello era poca cosa. Por dentro gritaba.
- Es bueno saberlo- dijo poniendo cara de póquer - ¿algo anormal?- preguntó en cuanto Eweleïn dejó de toquetearla con sus artilugios.
- No, sólo estás fuera de forma. He concluido mi trabajo- sentenció y se durmió al instante en la silla.
- ¿Eh? ¿Ewe?- quedó sorprendida la humana ante a capacidad sobrenatural de caer en un profundo sueño. Con cuidado la tendió en una cama ¡sino le daría una torticolis! y la tapó.
Caminó por los jardines, para encontrarse con el cerezo centenario. Se acostó entre sus raíces, bajo la luz que evocaba su tronco. La paz y seguridad que transmitía ese sitio, mas el velo de la noche, la hundieron en los brazos de morfeo, nuevamente.
Despertó con los rayos nacientes del amanecer, cubierta de pies a cabeza de hojas rosadas.
El silencio fue interrumpido por los gruñidos de su propio estómago, reclamando comida.Al llegar al comedor, se preparó para el sermón de la mañana, sin embargo la esperaba un Karuto con ojos preocupados.
- Ayer no viniste a cenar ¿te encuentras bien? te haré un desayuno extra grande.
Claro, el Karuto que ella recordaba le diría algo así como..."¡Mocosa! ¡¿qué te he dicho de saltarse las comidas?! ¡no te levantes de aquí hasta dejar el plato vacío!" y esquivaría un cucharón volador. Masoquistamente extrañaba su viejo temperamento, le resultaba divertido, pero podría acostumbrarse al nuevo cocinero.
- Gracias Karuto, estuve durmiendo desde ayer a la tarde.
- ¡Buen día bella durmiente!- saludó a sus espaldas Koori, y se sentó junto a ella. Pareciera que ese sería su nuevo sobrenombre por un tiempo.
- Buenas ¿qué tal amaneciste?
- Después del día de ayer...- suspiró masajeandose el hombro, luego una sonrisa burlona se formó en su rostro - pero imagino que tu debiste dormir como un ángel.
- Soy como uno- rió Gardienne.
- No me refiero a eso.
La humana la miró sin comprender. Su amiga tapó su ojo izquierdo y habló con voz apagada.
- ¡No toquen! ¡salgan del camino!
- ¿Qué? ¿de verdad dijo así?
- Sólo dramatizo, pero eso expresaba su ojo.
El comedor no tardó en llenarse de vida, inundaba el lugar el bullicio, el calor y el olor a comida. Sus amigos la acogieron en la mesa, hablando, riendo y devorando el alimento.
- ¿Y qué harás hoy Gardienne?- preguntó sacando conversación Karenn.
- ¿Cómo que qué haré? lo que me manden a hacer- obvió.
- Huang Hua nos dio un descanso porque casi nos morimos- dijo Chrome escupiendo toda la comida de su boca, ella se limpió asqueada, comenzaba a comprender porqué el asiento delante de él era el último en ocuparse.
- No lo sé, supongo que entrenar y ayudar a alguien a hacer algo...- de pronto un escalofrío en su columna advirtió la presencia de su vampiro, digo, el vampiro entrando acompañado de una chica, hablando animadamente.
- ¡Cuidado! no actives tus poderes daemon- bromeó Karenn. Enseguida espabiló y relajó su mirada asesina.
- ¡No me vendría mal!- rió, intentando distraerse. Sus pupilas no podían desaferrarse de él, pero esta vez, más deprimida. Los presentes cruzaron miradas suspirando.
○○○
Y allí estaba ella una vez más, desparramada sobre las raíces del cerezo, cada vez que deseaba llorar se sentaba allí y lograba calmarse.
- ¿No te cansas de dormir?- preguntó el vampiro, quien apareció de la nada, como siempre.
- No- afirmó ella acurrucandose y cerrando los ojos. Oyó como se sentó a su lado - ¿no estás ocupado haciendo cosas?
- Sí, pero necesito descansar un rato.
- Genial, porque me duele el cuello- dijo antes de posar la cabeza en su regazo, desencadenando un sobresalto en él. Ella se planteó si fue correcto hacer eso, pero ya estaba allí y todavía no la había pateado.
- ¿En dónde te revuelcas?- quejó deslizando los dedos por su melena, desprendiendo las hojas enredadas en ella. Esas caricias provocaban un cosquilleo en la nuca muy delicioso.
- Mmm- mumeó complacida - no sé, pero lo haré más seguido... Por cierto, gracias por llevarme a mi cama.
- No hay de qué, te sugiero que descanses en ella a partir de ahora.
- Que molesto - bufó - cuando era la humana perdida a nadie le importaba donde durmiera...
- Literalmente- rió a secas Nevra, recordando el drama del colchón.
- ¡Es verdad! Pero al final conseguí mis "caprichos", de hecho, extraño como decoraste mi habitación.
Varias imágenes de sus encuentros en aquella cama agaloparon sus mentes, generando un silencio incómodo.
- Y...- carraspeó él - ¿pudiste avanzar con tus poderes?
- No he pensado en ello, pero, creo que las emociones positivas despiertan el aengel- sonrió cómplice para ella misma, sonrojandose.
- ¿Ah, sí? ¿cómo cuáles?- preguntó en serio curioso.
- Como estas- dijo tomando su rostro.
ESTÁS LEYENDO
¿Una vez más? (Nevra - New Era)
Fiksi PenggemarNevra había vuelto a sus viejos hábitos, devastado por la "muerte" de su humana. Está convencido de que lo había superado... Al volver ella ¿está seguro de ello? -------Atención: historia basada a partir del episodio 3 de Eldarya a New Era! si no si...