ㅡNo entiendo. -Refunfuña el rubio, recibiendo una mirada divertida del mayor. ㅡSiendo el mariscal de campo, el más popular y sobresaliente chico de la universidad-
ㅡY el más guapo. -Interrumpe el pelinegro, haciendo al rubio rodar sus orbes.
ㅡEl más idiota también. -Burla. ㅡSiendo así y me dicen que necesitas ayuda en asesoría matemática, ¿que clase de chiste malo de mi papá es ese? -Inquiere con diversión el rubio, cruzándose de brazos en su lugar. ㅡY precisamente tengo que ser yo quien te de las tuturorías, ¿no encontraron a nadie más por molestar?
Entonces el mariscal se inclina en su lugar, dándole una media sonrisa, esa que parecía a veces sincera y burlona a la vez, sus orbes marrones atentos al rubio.
Ugh.
ㅡNop. -Suelta, chasqueando su lengua, tirándo su peso hacia atrás en su asiento, suspira bajito, fingiendo afligimiento. ㅡAparte de Choi, eres el segundo mejor promedio en matemáticas. -Le recuerda, casi burlón, conociendo muy a fondo lo competitivo que era el rubio, quien no hizo más que rodar sus ojos ante la mención del otro. ㅡChoi está muy ocupado, así que sin más... fuiste el elegido, felicidades.
Youngjae no deseó más que lanzarse encima del pelinegro, deseando poder apretarle la garganta hasta que dejara de respirar, le molestaba tanto su sola existencia que creía que al final de ese inmenso castigo, iba a terminar siendo un asesino.
Pobre del mariscal, quién estaba muy consciente del desagrado que el rubio mantenía por él.
Y no aceptaría en voz alta el mal sabor que esa desinformación del rubio causaba en su ser. Porque no se trataba más que de eso, pura desinformación, chismes y más chismes.
Tan común en una facultad llena de estudiantes estúpidos, buscando cómo esparcir rumores nada ciertos pero que muy a su pesar, lograban manchar su reputación.
Entonces aprovechó la primera oportunidad que tuvo. Porque jamás de los jamases dejaría que ese rubio se enterara de lo mucho que tuvo que rogarle a sus profesores para que no lo colocaran con Choi Chanhee de asesor, ni tampoco que se enterara de los muchos cientos de wons que tuvo que darle a Choi para que este fuera cómplice en su misión.
Aunque ciertamente al castaño le importaba poco, siendo amante del dinero no era como que se negaría.
En resumidas cuentas, el mariscal no permitiría que el presidente -y chico más buscado de la facultad de matemáticas-, se enterara de lo mucho que tuvo que hacer para tenerlo ahí, frente a él, mirándole con ese disgusto en sus orbes bonitos, con su mirada trasmitiendole no más que un "quiero estrangularte".
Y tampoco, por nada del mundo, el mariscal permitiría que el rubio se enterara de lo mucho que le dolía su corazón por el odio que este tenía hacía él.
Ni tampoco dejaría que se enterara de lo mucho que su corazón también latía desbocado por él, únicamente por esos orbes mieles, que no hacían más que rechazar los suyos.
Y dolía, más su misión era cambiar esa mirada, al menos, que por una vez en su vida, esos orbes mieles lo miraran sin odio en ellos.
Rezaba al universo por ese día.
ㅡ•♡•ㅡ
Donde el mariscal de campo es el blanco perfecto del instituto, quien anda de boca en boca como el chisme de todas las semanas, permitiéndole al público crear una imagen errónea de quien verdaderamente era el mariscal Lee Juyeon.
"Sin importar qué, te demostraré que valgo la pena, y que puedo amar intensamente."
ㅡ•♡•ㅡ
Esta obra comenzará a ser publicada a partir del 15 de abril.
Espero que sea de su agrado la lectura y me acompañen hasta el final de la historia de estos dos tortolos.
Solo les regalo un pequeño spoiler:
Las cosas no son como lo parecen, así que estén preparadxs.Sin más, nos leemos próximamente.♡
©ForgetMyMemories
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"Teach me how to love" ❁•[JuRic]
FanfictionDonde el mariscal de campo es el blanco perfecto del instituto, quien anda de boca en boca como el chisme de todas las semanas, permitiéndole al público crear una imagen errónea de quien verdaderamente era el mariscal Lee Juyeon. "Sin importar qué...