Alios Mundos

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—Tierra 12 —

Kieran sabe que debe despedirse, aquella Kara de otro universo le dio la opción de congelar el tiempo, así no tendría que pasar por esto, pero desde hace muchos años, se prometió no mentirle a su esposa, así aspirando suficiente aire para después expulsarlo, mira la puerta de su mansión, incrustando la llave para ingresar. Al ir caminando por el pasillo, el palpitar de su corazón resuena en sus tímpanos como campanas del final, hace mucho dejó de creer en dios, desde que reconoció lo que le hacia su tía.

Deteniéndose en la entrada del salón, escucha la risa de sus hijos, así como la melodiosa voz de su esposa. Es domingo y todos están en casa, lo cual hace más difícil esto, pero le dieron un tiempo contado, los granos en el reloj de arena caen y caen con cada segundo. Vuelve a suspirar y al estar en el campo visual de su familia, inmediatamente los más pequeños corren a sus piernas, los gemelos que se han convertido en su alegría.

-Hola, bebés — Se coloca de cuclillas, abrazándolos — También los extrañé-

-Mamá, ¿Por qué trabajas los domingos? — Pregunta el gemelo, con cabello rizado rubio — Daniel dice que eso no es de dios — Kieran mira con ojos entrecerrados a su hija mayor quien contiene la risa.

-Tú hermana a veces me sorprende con sus falsas creencias — Mira al otro gemelo, quien tiene el cabello rizado negro — Y tú, ¿qué me dirás? –

-Te amo mami — La abraza con fuerza — Pero Daniel tiene razón, ya no trabajes los domingos — Hace un puchero digno de Kara.

-Lo pensaré — Los levanta en brazos, besando sus mejillas, lo cual les provoca risa — ¿Y mi niño consentido? — Pregunta, buscando a Christopher.

-Oh, él está arriba tomando una siesta, le duele el estómago — Responde su esposa — Tranquila, está bien-

- ¿Por qué le duele el estómago? Siempre cuidamos su alimentación-

-Le gusta una niña, y su mamá cocina terrible — Responde Nathasha, sin despegar la vista de su libro — Le dije que no comiera ese puré de papas horrible, pero hizo caso omiso-

- ¡¿Qué le gusta quién?! — Grita, asustada mirando a su esposa quien solo ríe, encogiéndose de hombros — Iré a hablar con él ahora, es muy pequeño para...-

-Mamá — Daniel se pone de pie, yendo hacia ella — Está tomando una siesta, además ya tiene 15 años, yo a esa edad...-

- ¡Silencio, Daniel! — Su hija Cierra los ojos al oír su grito — No quiero recordar lo que tú hiciste a esa edad — Baja a los gemelos, mirándola con molestia — Y tengo que arreglar eso antes de irme-

- ¿Irte? — Preguntan todos, incluso Lex que estaba junto a la ventana, pintando.

-Yo... — Kara la mira con curiosidad — Tengo que hacer un viaje, no será mucho tiempo lo prometo, no quería gritarlo, Pero Daniel siempre saca de quicio-

-Señora, usted no me culpe por su falta de control — Cruza los brazos retrocediendo, sentándose junto a Nathasha y cargando a los gemelos — Ahora habla mujer, ¿A dónde irá? –

-En primer lugar, respétame, mocosa — Daniel vira los ojos — Y, en segundo lugar, es un viaje importante, no puedo hablar sobre ello, es confidencial, así que ya no preguntes más-

-Yo no preguntaré, pero Chris querrá saber a dónde va su madre favorita-

-Ni siquiera él puede saberlo-

- ¿Qué no puedo saber, mamá? — El mencionado, baja las escaleras y Kieran lo mira casi con miedo — Escuché bien, ¿Verdad? Tú te irás-

-Es un viaje importante cariño — Va hacia él, acariciando su rostro — Además tú, ¿Cómo es eso de que te gusta una niña? — Las mejillas de él se tornan rosas — Habla, quiero saber ¿quién es?, ¿cómo se llama?, ¿dónde vive?, ¿quiénes son sus padres? y...-

Amanecer Del Sol RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora