Soul Mate

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—Londres. Inglaterra – 2212 —

—Nightmare —

Corre por los largos pasillos de una misteriosa y desconocida construcción, sus piernas tiemblan, pero le resulta extraño sentirse alta, ella aún no lo es, le faltan demasiados años para eso. No tiene idea de por qué sigue avanzando a todo lo que le permite su capacidad, pero sabe que debe llegar a algún lugar, es como el sentimiento de anhelar encontrar el agujero por donde el conejo de Alicia en el país de las maravillas entra para llegar a Infra tierra. Escucha murmullos, le asustan pues parecen decir su nombre sin cesar.

Lauren

Siente el palpitar de su corazón acelerado en sus tímpanos, las ganas de llorar quedan contenidas, algo parece controlar sus emociones, no sabe sí le gusta o no, pero continúa. Llega a un pasillo cubierto completamente de espejos, y entonces se detiene asustada. Mira su reflejo en el más grande al lado derecho, ahí está ella, sabe que lo es por la simetría de su rostros, pero no es una niña, es una mujer. Toca su rostro, deslizando sus manos hasta sus pechos y las aparta rápidamente aterrada, no, ella es una niña, no comprende esto así que retrocede y de pronto, el pasillo se obscurece. Tiene miedo, mucho miedo. Segundos después escucha pasos acercarse y al final del pasillo una puerta roja se vislumbra, camina hacia ella pero antes de acercarse más, ésta se abre sobresaltándola y dentro puede ver la silueta de una persona.

-¿Hola? — Dice temerosa — ¿Quién eres?-

No hay respuesta en palabras, sólo una respiración profunda y en la oscuridad puede ver un par de ojos rojizos como el ocaso, la miran intensamente, pero a pesar del miedo, siente curiosidad así que decide avanzar. Magnetismo, es precisamente lo que ocurre aquí. La silueta de vuelve cada vez más visible hasta que los ojos parecen cerrarse y la ve, es una mujer más baja, porta un atuendo blanco, cabizbaja con el cabello castaño rojizo cubriéndole el rostro.

-¿Quién eres? — Vuelve a preguntar y esta vez, la mujer levanta la cabeza, pero sólo pueden verse nuevamente sus ojos rojizos y una sonrisa peculiar, la cual le provoca escalofríos.

-¿Quién soy? — La ve ladear la cabeza y después oye su risa — Tu futuro...-

..

..

..

Lauren despierta agitada y rápidamente se levanta de la cama para mirarse al espejo de su alcoba. Suspira aliviada al verse nuevamente como una niña, y sonríe, todo ha sido una pesadilla, aunque, simplemente no puede olvidar esos ojos.

-Ojos de ocaso-

Murmura y sonríe caminando hacia la ventana, mirando el amanecer, a pesar de residir en Londres, tienen una excelente vista de la naturaleza, todo gracias al funcionamiento de la monarquía junto al gobierno americano y los Luthor, aquellos que hicieron todo esto posible, convivir en paz con la naturaleza, como siempre debió ser. Pero ella pertenece también a una familia muy importante, la familia Jauregui es principal creadora de equipo espacial para la NASA a pesar de ser una empresa extranjera, los miembros de dicha base recurren siempre a ellos, saben que nadie más puede otorgarles equipo de alto nivel. Lauren es excelente estudiante y sabe perfectamente el futuro que le espera, será la encargada de manejar todo y por supuesto, tiene algunos proyectos en mente, ya que a pesar de saber que son vigilados por una sociedad extraterrestre, estos se mantienen al margen de sus avances, y lo ve como un progreso humano.

Baja con cuidado las escaleras de la mansión, observando a los androides ir y venir, mira la hora en el reloj holográfico junto al candelabro, 08:14 A.M. Así que sus padres ya debieron partir al trabajo. Camina hacia la cocina y sube a una silla para coger el cereal sobre la nevera, baja y abre ésta para sacar la botella con leche. Coge un tazón del lavaplatos y prepara su desayuno, sentada en la enorme mesa redonda de la cocina, lo es para que ella, quien sólo tiene siete años. Tranquila con ayuda de la cuchara come y mastica, oyendo el sonido de estas acciones como ecos en la soledad, pero no le molesta, desde que tiene uso de razón ha desayunado sola, no sabe qué es extrañar a sus padres, pues los ve en la noche, es la rutina diaria. No necesita niñera, ella sabe lo que es peligroso o no, lo que está bien y lo que está mal, aprendió a ser independiente desde los cuatro años, y era mejor en ello que un adulto.

Amanecer Del Sol RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora