No puedes

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—Texas —

Camila había dejado cautivo a Richard, Thunder se encargaría de vigilarlo para que no escape, así estaría más tranquila llevando consigo solamente a sus libélulas. Viajar a Texas fue sencillo ya que los Luthor le permitieron hacerlo con la condición de que volviera al anochecer, después de todo ya no dudaban de su capacidad en la supervivencia. Pero con lo que no contaba era que la antigua casa de Lena Luthor, estaría protegida por un campo de energía superior a los suyos, era una tecnología demasiado avanzada incluso siendo de siglos atrás, Lena Luthor había utilizado lo mejor de su equipo en proteger este lugar, y tenía que encontrar la manera de entrar antes del anochecer o que KillerSun decidiera aparecer.

-No esperaba menos de Lena Luthor — Murmura y con ayuda de sus gafas escanea todo el perímetro — Para desactivar el campo de energía es necesario estar adentro — Suspira quitándose las gafas y tocándose el puente de la nariz — Debe tener importante información adentro-

Da la orden a las libélulas a colocarse nuevamente las gafas para que continúen buscando algún punto vulnerable, aunque duda de sí podría encontrarlo. Alrededor de la casa no había más que vegetación, los vecinos se había ido hace mucho tiempo, pues Lena Luthor se encargó de comprar todo el terreno alrededor para que estuviese 100% segura de curiosos, como ella. Observa a los animales como ardillas o aves cruzar el campo de energía, lo cual indica que no son un peligro ya que ellos actúan por instinto, un acto bondadoso ya que de ser otra persona poco le importaría los animales muertos alrededor, pero Lena Luthor nunca fue mala persona, simplemente se enamoró de la peor, pero no por eso iría en contra de sus ideales.

A una distancia considerable se encontraba Kara en la copa del árbol más alto observándola, en realidad lo ha hecho desde el avión, tiene curiosidad también de si aquella castaña será capaz de superar el ingenio de su esposa, algo que sería imposible, pero sabe que Camila de una forma extraña, tiene cierto intelecto similar al suyo y al de Lena, no lo comprende aún pero, en definitiva le agrada. Continúa acariciando a la avecilla en su hombro, parece feliz de recibir el cariño, es algo cómodo para Kara no ser temida más por los animales como antes, permanece tranquila, aunque no tiene claro por cuánto tiempo.

-Observemos al lindo cachorro-

Murmura sonriente, el ave grazna y se mantiene aparentemente expectante también. Camila rasca la zona de su ceja izquierda comenzando a caminar, los animales le había dado una idea así que tendría que utilizar el método científico. Comienza a quitarse los zapatos y calcetines, así como la mochila en su espalda y doblando las mangas de su franela de cuadros, había observado a un par de ardillas arriba, por lo que empieza a escalar cautelosa. Al llegar a la rama más alta se pone de pie y avanza en equilibrio a la punta donde están las ardillas que la miran, más no escapan y no lo harían pues no tenía intenciones hostiles, los animales pueden detectar eso.

-Ustedes pueden entrar — Murmura y logra atrapar a una, y le obsequia un trozo de nuez que traía en su bolsillo, amaba las nueces — Tienes que ayudarme, lo siento — Llama a la libélula líder y la desarma quitándole el transmisor con el que acata las ordenes — Será por un corto tiempo, no te dolerá-

El transmisor se adhiere a la cabeza de la ardilla y ésta detiene sus movimientos, totalmente quieta, Camila sonríe pues ha funcionado, ahora puede controlar a la ardilla. Hace un escaneo dentro de la casa y se percata que el sótano está protegido ya que no es capaz de ver el interior, entonces lo que busca debe estar ahí.

-Entra a la casa-

Ordena a la ardilla que inmediatamente acata la orden saltando en los árboles llegando a la ventana, al entrar se detiene y Camina continúa guiándola por la casa hasta que la puerta del sótano es visible, sabe que no puede ingresar sin desactivar la seguridad. La ardilla mira hacia arriba como ella le ordena, buscando algún ducto de ventilación, pero no hay uno sólo que esté libre de protección. Lena Luthor era realmente precavida, y eso la hace sonreír suspirando. Estaba por aceptar la derrota hasta que observa una hormiga cruzar la puerta del sótano y entonces una nueva idea surge.

Amanecer Del Sol RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora