Un repentino accidente de avión, pondrá en suspenso la vida de dos chicos, Harry y Louis, los cuales apenas se conocían de vista. Ambos tienen pareja pero esa traumática situación les hará replantearse muchas cosas, dándoles la oportunidad de conoce...
Harry y Louis comenzaron a besarse después de haberlo aclararlo todo y un beso llevó a otro más y a otro, hasta que ya los besos no fueron suficientes y el calor y el deseo dio paso a la necesidad de sentirse unidos totalmente.
El capitán del equipo de baloncesto se dejó caer sobre el sofá y acto seguido el castaño se subió encima para seguir besándose.
-Eres tan hermoso, te amo Boo
-Yo también te amo—susurró, el ojiazul sentándose sobre las rodillas de este.
Poco a poco las prendas fueron sobrando y pronto notaron sus duras y palpitantes erecciones, mientras rodaban sobre sí mismos.
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De repente el ojiverde se detuvo bajo el castaño.
-¿Q-Qué ocurre?, ¿no q-quieres hacerlo?-preguntó sumamente excitado el castaño.
-No sé si deberíamos, ¿Sabes que tu madre y mi padre están saliendo?, joder es como si tú y yo fuesemos hermanos, es morboso-Bromeó este.
El ojiazul negó y lo besó con lascivia.
-Voy a ir al infierno de todos modos y quiero hacer esto desde que te he visto en la jodida puerta.
Harry rió conforme y volvieron a besarse, entonces caminó con este en brazos hasta la habitación, donde lo dejó caer sobre la cama.
Luego de unos cuantos besos y caricias más, se sacaron las prendas que les faltaban y frotaron sus ergidas pollas jadeando de placer por las placenteras sensaciones que les causaban.
Rodaron varias ve es sobre el colchón, entonces el castaño se quedó debajo y el capitán bajó hasta la entrepierna de este y empezó a chuparle y lamerle su miembro, mientras este suspiraba y gemía agarrado a las sábanas.
-Oh jo-joder, ¿S-Seguro que no has hecho e-esto antes?-balbuceó el castaño sorprendido por la destreza del ojiverde en proporcionarle placer.
Este asintió con el miembro de este aún en la boca.
-Oh joder, eres increíble amor, no dejas de sorprenderme, te amo.
Tiempo después, volvieron a rodar y le tocó el turno al rizado, el cual también se deshizo en jadeos y suspiros de placer hasta que finalmente se corrió en la boca del castaño.
-Ahora mojaré mis dedos e iré metiéndotelos a poco.
-Oh si...si..
Tras decir eso y darle un par de besos más, este introdujo uno en el estrecho agujero de louis mientras que este soltaba un pequeño grito que ahogó tapando la boca con una mano.
-Tranquilo, pronto dejará de doler-susurró el capitán del equipo universitario empezando a sacar y meterlo.
Cuando el castaño empezó a jadear, este introdujo un segundo dedo y volvió a empezar de nuevo con las penetraciones.
El rizado sentía que su polla iba a reventar, se moría por introducirse en el ojiazul pero no quería lastimarle más de lo necesario y causarle un trauma, así que la agarró y la masturbó un poco para liberar algo de presión.
Cuando ya el castaño estaba listo y empezó a pedir más, el moreno cogió en su mesilla un bote de lubricante y un condón y volvió con él.
Rápidamente le abrió bien las piernas, se puso de rodillas y alineó su polla con la entrada del menor comenzando a introducirse poco a poco.
-¡Oooh joderrr!, ¡oooh Dios mío! ...¡oooh mierda eres ernormeeee...!-gritó el castaño sintiendo como su culo se abría del todo para dejar paso a la dura e hinchada polla de su novio.
Harry soltó un placentero jadeo cuando se introdujo totalmente y sonrió triunfante, entonces esperó a que el castaño se adaptase a su grosor y acto seguido empezó a moverse.
Múltiples jadeos, gemidos y suspiros salieron de las bocas de los dos amantes con cada estocada que el moreno propinaba, sumiéndolos en una burbuja de amor, calor y sudor, excitantemente placentera.
Louis volvió a correrse, soltando un gran gemido mientras hilos de semen caían en su vientre, entonces el ojiverde notó las contracciones de su esfínter en su necesitada polla apretandola, por lo que este no tardó en llegar al clímax también.
-¡Ooooh joooderrr...!, ¡Aaaaah...!
Tras terminar, este salió del castaño, se quitó el condón y cayó desplomado en la cama, agarrando su pecho intentando calmar sus latidos y jadeando sonoramente debido al cansancio por el esfuerzo que había hecho.
-¿Te ha gustado?, ¿Lo he hecho bien?-preguntó preocupado el rizado.
El castaño asintió sonriendo y entonces este tumbó la cabeza en su pecho.
-Esto es lo más maravilloso que he hecho... estar así contigo es lo más increíble del mundo, Boo, te amaré el resto de mi vida.
-Yo te amo a ti.
Finalmente los dos chicos se besaron muy sonrientes, estaban plenos de felicidad y entonces se acurrucaron para descansar, disfrutando de la compañía del otro hasta que se quedaron completamente dormidos.
