Treinta y tres

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Harry acudió a sus clases aunque no pudo concentrarse en ninguna pues tan solo pensaba en ver a Louis.

Al llegar el descanso, este buscó a Liam y a Zayn pensando que el castaño estaría con ellos pero no fue así.

Estos le dijeron que no había acudido a clases, según lo que Stan les había dicho, este no salía de su habitación y se pasaba el tiempo llorando.

El rizado le insistió al mellizo y finalmente le consiguió sonsacar la dirección de la habitación de este, alegando que lo ayudaría pues el había pasado por la misma situación tras volver de la isla.

Este decidió no esperar al final de las clases, así que puso rumbo hasta allí pues necesitaba verlo y hablar con él.

Tras llegar a la puerta de este, llamó y tras esperar un poco, la puerta se abrió.

Ambos se miraron tras un breve silencio.

-Oh Dios mío, ¿Estás bien?-preguntó el ojiverde al verlo ojeroso y demacrado.

El castaño suspiró con pesar y secó sus lágrimas, las cuales habían empezado a brotar de sus húmedos ojos.

-No, no estoy bien-Dijo este cogiéndole del brazo y tirando de él para que entrase.

-Yo quería hablarte, bueno...ya sé que me dijiste que estabas con tu novio y eso pero...

-¿Yo ya te gustaba antes de lo de la isla?-habló Louis mirándolo fijamente tras cerrar la puerta.

Este miró al suelo.

-Emm, yo...emm...

-Harry dime, ¿ya te gustaba de antes?

Este asintió con la cabeza.

-Si, me gustas desde el primer día de curso.

El castaño sonrió y acto seguido se abalanzó sobre el asombrado moreno, haciéndolo tumbarse en el sofá.

-¿Por qué no me lo dijiste?, ¿Por qué nunca me hablaste?.

Este negó.

-Me moría de la vergüenza, además bueno tu tenías novio y yo bueno, ya sabes.

El ojiazul suspiró y acto seguido sonrió de nuevo.

-Oh Dios, eres tan increíble.

El capitán de baloncesto estaba confuso.

-¿Q-Qué te o-ocurre?, ¿Tienes fiebre?-preguntó tocándole la frente.

-No, no tengo fiebre, tan solo estaba hecho un lío pero en cuanto te he visto en mi puerta eso cambió.

-N-No, no te e-entiendo-balbuceó el ojiverde al notar como este se inclinaba hacia su cuerpo.

Louis comenzó a besándole en la mejilla, luego en la frente y por último le besó en los labios.

-Te deseo Hazza, ya no puedo negarlo más...quiero hacer el amor contigo.

Este comenzó a quitarse la ropa hasta quedarse tan solo con el boxer.

-Oh joder, eres tan jodidamente sexy-susurró este embobado.

El castaño sonrió y entonces comenzó a desnudarle mientras se besaban.

-Estás temblando y eso me pone aún más-le susurró al oído.

El ojiverde gruñó muy excitado.

-Joder, me muero por hacerte el amor.

Louis le cogió la mano y entonces se tumbaron en la cama, donde Harry empezó a besarle y morder las tetillas y el torso, provocándole excitantes y dulces sensaciones.

Louis jadeaba y suspiraba enloquecido por el tacto y con sus dedos acariciaba la cabeza del ojiverde, mientras sus abultados y deseosos miembros se frotaban causando estragos en sus sentidos y humedecidos boxer.

Este bajó por el torso del ojiazul, besando y mordiendo cada centímetro de su suave y delicada piel, entonces le quitó la única prenda que le quedaba, desvelando así el maravilloso jardín de locura que éste tenía entre sus piernas.

-Comela-le suplicó Louis abriendo sus extremidades inferiores.

El rizado lo miró nervioso pero finalmente comenzó a besar el interior de sus muslos y a continuación le agarró la polla, luego se la metió en la boca y comenzó a chuparla y lamerla, mientras que Saint se retorcía de placer.

-¡Oh joder!... ¡si!, ¡si!.

Una sonrisa de satisfacción salió de los labios de este, el cual intensificó el ritmo.

-¡Oh Hazza!, ¡Oh joder!...¡Oh mierd...!-gritó el ojiazul.

Tras unos minutos, este llegó al clímax, soltando su semilla en la boca del ojiverde, quién lejos de molestarse, sonrió entusiasmado..

-Mé-Métete los dedos- balbuceó el castaño cuando recuperó el aliento.

Este asintió y dejó que el castaño se diese la vuelta, relamiéndose al ver su rosadita y deseosa entrada, entonces chupó uno de sus dedos y lo introdujo poco a poco en el interior de este entre chillidos y jadeos.

-¡Oh joder!...

Pronto estos se convirtieron en suspiros de placer pues el rizado comenzó a meter y sacar el dedo de su interior, hasta que introdujo un segundo dedo, metiéndolos y sacándolos en forma de tijera.

-¡Hazza, oh jo-joder!... ¡te ne-necesito!... ¡métemela ya, por fa-vor!- gritó este desesperado cuando sintió tocar su próstata.

-Ahora voy cariño... no te desesperes.... Déjame disfrutarte al máximo- dijo este con una voz lasciva.

Después de unos besos más y roces por todos sus cuerpos, el ojiverde se quitó el boxer y tras bombear un poco su necesitada polla, se puso un condón que cogió de la mesilla de Louis y la alineó con la entrada de este, introduciéndose poco a poco.

Cuando lo penetró totalmente, esperó a que el castaño se adaptase a su grosor y cuando este le dijo, comenzó un vaivén de estocada, sumiéndoles a los dos en un inmenso y erótico placer.

-E-Esto es increíble aaah... e-estás tan apretado- suspiró el ojiverde.

-¡Oh joder!, ¡Aaaah!, ¡ooh joder!-gimió el castaño enloquecido.

Esas palabras provocaron una sonrisa en el rizado, el cual realmente estaba disfrutando con verle gozar de esa manera.

Esas palabras provocaron una sonrisa en el rizado, el cual realmente estaba disfrutando con verle gozar de esa manera

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Unos minutos después, el castaño volvió a correrse.

-¡Oh mierda!...¡Oh joder...e-eres i-increíble!.

Las contracciones del esfínter de este comprimieron la polla de Harry, haciendo que estremecerse y llegara al clímax repentinamente.

-¡Oooh joderrr...!, ¡Woooow...!- exclamó eufórico desplomándose sobre el cuerpo de este.

Tras unos minutos de jadeos, suspiros y risas postcoitales, el moreno salió del interior del castaño, se quitó el condón, lo cerró y lo puso en el suelo.

-Te amo, Boo.

-¿Eso quiere decir que me perdonas por ser un idiota?-preguntó sonriendo el ojiazul

El rizado lo besó en los labios una vez más.

-Yo nunca podría estar enfadado contigo y después de lo que ha ocurrido, mucho menos.

......

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61. La isla - Larry Stylinson TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora