Uno

816 52 175
                                    


Cuatro años atrás

Louis Tomlinson era nuevo en el Instituto público de Los Ángeles.

Este había llegado a la cuidad para vivir junto con su madre, luego de que sus padres se divorciasen y su padre se quedase en Italia con su hermana.

El guapo chico estaba realmente nervioso pues aparte de que el idioma le resultaba algo complicado, a pesar de escucharlo desde siempre de la boca de su progenitora, el tailandés se le daba mucho mejor.

Esa mañana, tras buscar en el tablón de anuncios, el aula que le había sido asignada, este se encaminó recorriendo los pasillos, mientras sorteaba las decenas de alumnos que correteaban de un lado a otro buscando las suyas.

Tras finalmente dar con el lugar, este entró y algo nervioso se sentó en una de las mesas vacías, entonces sacó su libreta, su estuche y un libro de lectura para hacer tiempo mientras las clases no daban comienzo.

El chico estaba muy inmerso en su lectura, cuando de pronto escuchó una voz a su lado.

...-Oye perdona...emm, ¿crees qué podrías moverte?, estás en mi sitio.

El ojiazul levantó su rostro y entonces se encontró con un sonriente y guapo chico, el cual lo miró embobado.

El ojiazul levantó su rostro y entonces se encontró con un sonriente y guapo chico, el cual lo miró embobado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Oh perdona, s-soy nuevo y no sabía que era tuyo-dijo este levantándose y quedándose de pie bastante dudoso.

-Oh perdona, s-soy nuevo y no sabía que era tuyo-dijo este levantándose y quedándose de pie bastante dudoso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El chico le sonrió y acto seguido le indicó un lugar más atrás.

-Puedes sentarte ahí, ese sitio esta vacío.

-Ah ok, gracias, eres muy amable

-Stanley, bueno Stan para los amigos.

-Oh, yo soy Louis pero todos me llaman Tommo.

-Pues encantado Tommo, nos veremos por ahí.

-S-Si, claro-balbuceó sonrojado el castaño sintiendo la fija mirada de este sobre su cuerpo.

Durante toda la mañana, el recién llegado intentó adaptarse al ritmo de las clases y al llegar la hora del descanso, este salió al patio y se sentó bajo un árbol, con un libro en las manos.

61. La isla - Larry Stylinson TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora