Tras toda una noche de tormenta, un nuevo día amaneció en la isla, por lo que uno a uno, los náufragos fueron saliendo de la cueva.Dudosos de regresar a la playa pues allí tan solo había arena y agua del mar, optaron por quedarse cerca de las cuevas, ya que eran un buen refugio y estaba más cerca de la madera y las frutas de los árboles.
De todos modos, tenían que comer algo de pescado, por lo que los mas mañosos, emplearon su tiempo en construir utensilios para poder pescar.
Otros optaron por juntar el mayor numero de palos y hacer una gran hoguera para encenderla y pedir auxilio, si divisaban algún barco.
Harry y Louis se unieron al grupo, el cual decidió juntar ramas de las palmeras y demás árboles y ponerlas en la arena, a modo de llamada de socorro.
No tenían ni idea de que un helicóptero y un barco habían estado cerca mientras ellos estaban en las cuevas, el interior de la selva y que estos habían decidido seguir buscando por otros lugares próximos por si encontraban los restos del avión.
Ese era su tercer día en la isla y a pesar de que unos como el ojiverde parecían estar encantados, otros como el castaño estaban cada vez más desalientados.
Tras terminar el trabajo, todos regresaron a las cuevas pues empezaba a llover de nuevo y además para comer algo y descansar un poco.
Luego de unas horas y tras amainar la tormenta, el sol volvió a salir y entonces Harry decidió levantarse, salir y sorprender al castaño para levantarle el ánimo.
Poco antes de que nuevamente la noche llegase, Louis abrió sus ojos y buscó a este con la mirada pero no o encontró, entonces preocupado se levantó y salió de la cueva.
Este preguntó a varias personas si lo habían visto, hasta que de repente alguien tocó su hombro entonces se giró y lo vio.
...—¿Dónde estabas?, no vuelvas a irte, me asustaste.
El rizado sonrió.
—Hey tranquilo, ¿qué podría haberme pasado?.
El ojiazul hizo un tierno puchero.
—No lo sé pero hay tormentas y es importante no separarse del grupo.
El más alto chasqueó la lengua sacándole importancia.
—Anda ven, te mostraré algo que te gustará.
—Pe-Pero ¿Y la cuev...
Este no pudo terminar pues el capitán del equipo de baloncesto le cogió de la mano y tiró de el para que lo siguiese.
—¿A dónde me llevas Harry?, oye más despacito, mi pie.
—Venga vamos, pronto se hará de noche y no podrás verlo.
—Está bien..ok...ok
Unos cuantos metros caminando entre la maleza, los chicos llegaron a una zona alta y entonces el rizado se colocó tras el castaño y le tapó los ojos.
—¿Estás listo?
—Ay si...ya...ya...estoy nervioso por saberlo.
Este rió.
—Ok, mira— dijo este sacando sus ojos y haciendo que la cara de este se iluminara.
—Oh Dios mío...columpios, ¿Cómo los has hecho?
—Entre las cosas del avión había unas cuerdas y bueno los asientos los he hecho con unas maderas.
—Oh vaya es genial, ¿Puedo probarlos?
Harry asintió.
—Claro lo he echo para ti...te vi muy triste y bueno quería que sonrieses... me gusta verte hacerlo.
Louis lo miró y en un impulso se inclinó y le dio un beso en la mejilla.
—Gracias, eres genial... me encanta.
Tras decir eso, este echó a correr hacia los columpios y se sentó en uno de ellos y comenzó a columpiarse mientras reía y gritaba como un niño pequeño.
—¡Siiii....!, ¡Más alto!, ¡Mas alto!
El ojiverde se subió al otro y comenzó a columpiarse también, contagiandose de la felicidad de Louis.
—¡Siii...!, ¡Wooow...!, ¡Más arriba!
Los chicos disfrutaron juntos de ese momento, hasta que oscureció y unas nuevas nubes lo cubrieron todo, por lo que tuvieron que regresar a las cuevas.
Tras cambiarse de ropa pues estaban empapados, estos se pusieron junto a uno de los fuegos.
...—Gracias por todo lo que haces por mi, eres increíble Harry.
—Buah, no es para tanto.
—¿Cómo que no?...me ayudaste en el avión, me ayudaste al llegar aquí, luego me trajiste hasta la cueva y me curaste y para colmo haces unos columpios para verme feliz.
—En serio, no ha sido para tanto.
El castaño negó y acto seguido lo abrazó sorprendiendo a este.
—De eso nada y quiero decirte que estaba muy equivocado contigo... quiero disculparme, lo cierto es que no sé que hubiera hecho, si no estuvieras aquí.
—O-Ok, lo pi-pillo.
El ojiazul se apartó pues notó la incomodidad de este y entonces recordó que pudiera ser que como hetero, quizás al más alto no le gustaría que un gay lo abrazase.
—Emm pues lo dicho...muchas gracias, ha sido genial.
...
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61. La isla - Larry Stylinson Terminada
Fiksi PenggemarUn repentino accidente de avión, pondrá en suspenso la vida de dos chicos, Harry y Louis, los cuales apenas se conocían de vista. Ambos tienen pareja pero esa traumática situación les hará replantearse muchas cosas, dándoles la oportunidad de conoce...