Veintiséis

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Una vez más, este llegó llorando a la cueva, por lo que nuevamente varias personas se acercaron para ver que había ocurrido.

...-¿Has discutido de nuevo con él?

Este negó.

-No, no hemos discutido.

-¿Entonces por qué lloras, muchacho?

El castaño se dejó caer en su manta y siguió llorando.

-Estoy cansado de estar aquí... quiero volver a casa.

Al escuchar eso, las mujeres lo acariciaron, a la par que suspiraban con pesar.

-Lo sabemos, nosotros también pero todavía no nos rescatan.

Estas lo dejaron finalmente y se fueron para dejarlo solo pues creyeron que era lo mejor y este lo agradeció, aunque no les dijo nada pero siguió llorando.

Ya en la tarde y luego de quedarse dormido durante unas horas, el castaño se despertó y vio que estaba solo, así que salió de la cueva y fue en busca de los demás.

Al llegar  la cascada, este reparó en que las azafatas estaban todas sentadas mirando cada uno de los movimientos que Harry hacía.

...-Llevan toda la tarde mirado a tu hombre y babeando como gatas en celo-le susurró una de las mujeres más mayores-...date prisa o te lo quitarán.

Louis la miró con sorpresa.

-Y-Yo no...n-no...él no es mi ho-hombre.

La mujer sonrió y le acarició la cara.

-Cariño, ¿Acaso eres el único que no sé ha dado cuenta de que ese chico se muere por ti?

El ojiazul suspiró con frustración.

-Yo te-tengo un novio, se llama St...

-¿Estás seguro de que aún amas a ese novio?-preguntó esta mirándolo fijamente-...yo te visto con él -Dijo entonces señalando al ojiverde-... todos te hemos visto, ¿En serio vas a decir que no sientes nada?, no te creo...deberías pensar en ello y aclararte, muchacho...puede que tus sentimientos hayan cambiado.

El castaño la miró de nuevo y acto seguido se dejó caer en una de las piedras e intentó pensar en Stan y en todo lo que habían pasado pero le fue imposible pues las risas y comentarios de las chicas lo ponían muy nervioso.

....-Ve tú-dijo la más mayor de ellas.

-No, ve tú-dijo entonces la pelirroja

-No, yo no me atrevo, ¿Y si me dice que no?-habló la morena.

-Pues alguna tendrá que ir si os gusta...yo estoy enamorada del copiloto, así que aunque reconozco que ese chico es tremendamente guapo y sexy, no es Kevin-Habló la rubia negándose.

-Oh Dios, es que es tan perfecto...he escuchado que es capitán del equipo de baloncesto de su Universidad.

En ese momento, el rizado se giró y miró al lugar dónde estas estaban, por lo que lo saludaron coquetas.

-Nos ha sonreído...oye yo voy a entrarle, creo que le gusta una de nosotras y seguro soy yo-Habló de nuevo la morena más animada.

-Yo no lo haría, he escuchado que tiene novia-dijo entonces Louis desde su lugar, sin saber muy bien porqué lo había hecho.

Todas rieron.

-Bueno, eso no es impedimento-habló la rubia sorprendiendo a este.

-No, claro que no-respondió rápidamente otra de ellas-...puede que no sean el uno para el otro...anda Zoe ve, venga.

El ojiazul entonces levantó su cabeza muy molesto.

-Es gay.

Las chicas entonces se giraron para mirar a este.

-Dices eso porque te gusta y has visto que te dará calabazas, ¿no es cierto?-Dijo la morena molesta también.

-Seguro que si, por eso va llorando por las esquinas- Habló otra.

Saint entonces resopló con frustración y volvió a tumbarse.

-No es cierto pero tú misma... inténtalo, ya lo verás.

La chica asintió, entonces se levantó con decisión y caminó hacia el ojiverde mientras sus amigas le daban ánimos.

Luego de unos minutos, el castaño escuchó aplausos y risas, entonces levantó su cabeza y miró como el moreno y la azafata hablaban de lo más sonrientes, mientras que esta tocaba sus marcados músculos.

Este sintió su sangre hervir.

-Maldita zorra-Susurró con furia-...es una regalada....maldita sea.... aaaahhh...la odio.

Luego de apretar sus puños hasta quedarse blancos y golpearlos varias veces la piedra, este se levantó con idea de irse pero justo cuando iba a girarse camino a las cuevas, escuchó a estas gritar con emoción.

-¡Aaaah...Lo va ha besar!...¡siii...amiga, bésale!, ¡bésale!

Este sintió una furia interna que lo hizo gritar.

-¡Callaos, malditas cabronas!

Tras soltar eso y dejarlas de lo más sorprendidas, este corrió hasta la cascada donde tras empujar a la azafata, sujetó a Harry del bañador para atraerlo hacia el, se puso de puntillas y lo besó sorprendiendo a este y a los demás.

Tras soltar eso y dejarlas de lo más sorprendidas, este corrió hasta la cascada donde tras empujar a la azafata, sujetó a Harry del bañador para atraerlo hacia el, se puso de puntillas y lo besó sorprendiendo a este y a los demás

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Tras unos segundos de intenso beso, ambos se separaron y se miraron.

-Lou-Louis, ¿Q-Qué hac...

-Abrazame, Harry... abrazame fuerte por favor-habló este sintiendo su corazón explotar con mil sensaciones a la vez-...no puedo creer lo que acabo de hacer.

El rizado sonrió lleno de nervios.

-Me has besado, ¿por qué?, ¿Por qué?

-Su-Supongo que también me gu-gustas.

Nuevamente se miraron y tras darse un nuevo beso sonrieron.

-Oh Dios, ¿Eso es cierto?, ¿Lo es?-susurró el más alto muy emocionado, al ver asentir a este-... oh vaya, es increíble y estoy jodidamente feliz.

....

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61. La isla - Larry Stylinson TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora