Tercer libro de "Distorsión".
Portada hecha por la asombrosa @SaraBsMha (¡Gracias ^o^!)
El futuro puede alterarse, el destino ha sido decidido y un nuevo camino se abrió desde el momento en que todo comenzó. Una nueva superheroína y nuevos retos que...
—Ay, ay, ay— me quejé apretando mis ojos aún cerrados. Me senté con lentitud. —¿Qué es esto? Mi espalda— hice un giro y mi columna tronó. —Ow. Es como si me hubiese dormido en el pi- — me interrumpí al ver que estaba a mitad de una calle.
—... So... ¡¿Pero q-qué demonios?! ¡Mi vista está mal!— Miré a mi alrededor, alterada. —¿Qué le pasa a mi vista?— Me quité los lentes y froté mis ojos. —¡Todo se ve caricaturizado!— Me puse de pie, mis piernas temblaban como gelatina. —Esto es un sueño ¿verdad? ¿Y ahora qué v*rga me fumé?
Volví a mirar los alrededores con más lentitud para comprender en dónde estaba. —Parece el mundo de Miraculous Ladybug, en fin, he soñado cosas más sin sentido— rodé los ojos pero vi de repente una figura moviéndose un poco más allá.
Me acerqué por mera curiosidad y me arrodillé a su lado. Parecía ser un kwami, pero no uno que conozca. Gaspeé. (¿Será de otro zodiaco o es un nuevo miraculous?) Pensé sonriente.
Ella tosió de la nada y abrió sus ojos lentamente.
—¿Quién eres?— Unió su mirada con la mía.
—Y-yo soy ______— me aparté un poco y ella comenzó a flotar. —¿Eres el kwami de alguien que yo no conozca?
Me miró confundida. —¿Qué? ¿Qué soy un qué...?
—¿No sabes quién eres? Huh, ambas estamos en el mismo barco. Em... Te llamaré amiguita— le sonreí amablemente volviéndome a poner de pie.
De repente, escuché que gritaron mi nombre. Vi a Chat Noir corriendo, como si buscara algo o a alguien.
—¿Chat Noir?— Lo miré curiosa hasta que 3 segundos después procesé la información. Gaspeé con más fuerza, estilo Pinkie Pie. (¡Este sueño mejoró a creces!) Mi sonrisa creció. —¡Chat Noir!— No esperé una invitación y corrí hacia él. —¡CHAAAAAAT!— Me salió un grito fangirl.
El superhéroe me volteó a ver y sonrió. (Por favor ¡¡¡NO ME DESPIERTEN AHORA!!!) Supliqué internamente. —¡Chat Noir! ¡Soy-!— Dejé de hablar al instante en que me tomó de la muñeca para jalarme hacia él, y me besó en los labios. (¿Q-qué...? ¡¡¡¿QUÉEEEEEEEEEE?!!!) Grité en mi mente sin comprender. (¡YO, É-ÉL! ¡Aaahhhh!). Se separó lentamente de mí y unió nuestras frentes.
—Ma chère, me preocupaste mucho ¿estás bien?— Me sonrió con dulzura.
—Q-qu- y-yo ¿m-me besaste? Qu- — me sonrojé a más no poder a la vez que saqué humo por mis oídos y caí hacia atrás.
