Tercer libro de "Distorsión".
Portada hecha por la asombrosa @SaraBsMha (¡Gracias ^o^!)
El futuro puede alterarse, el destino ha sido decidido y un nuevo camino se abrió desde el momento en que todo comenzó. Una nueva superheroína y nuevos retos que...
—¡Buenas noticias chicos!— Exclamó entusiasmada la señorita Bustier mientas aplaudía una vez para obtener nuestra atención.
—¡¿Está embarazada?!— Solté de golpe levantándome de mi asiento y reclinándome sobre la mesa.
—Eh, no ______— cerró los ojos con una sonrisa, apenada.
—Oh, lo siento— me volví a sentar. Todos soltaron una pequeña risa por mi sobresalto. —En fin, no tardará en estarlo— me dije a mí misma cuando recosté mi rostro en una mano.
—¿La maestra estará embarazada?— Nath me preguntó sorprendido.
Antes de poder contestarle, la mayor en el salón continuó con la noticia. —Como saben, el famoso Tren Estrella ya está en funcionamiento.
—Ni p*ta idea— murmuré. Mi amigo pelirrojo me dio un codazo.
—Y nuestro salón organizará un viaje de un día a ver el Big Ben en Londres pasado mañana.
Toda la clase comenzó a festejar.
—¡Sí! Primero Francia, luego el Tibet y ahora Londres ¡QUE SUERTE LA MÍA!— Celebré estrujando a mi mejor amigo.
—¡Sí! Espera ¿qué fue eso de el Tibet?— Alzó una ceja.
—Me pregunto qué clase de magia negra o de guión tenemos para ser los únicos de toda la escuela en ir en el famoso Tren Estrella a Londres— me separé del Tomatito y me puse a pensar. —Me huele a akuma.
—Oh no. No pienses así o sin duda pasará— tomó mis manos. —Vamos a ir, no habrá problemas y trataremos de llegar lo más alto posible en esa torre ¿entendiste?— Me miró seriamente. Asentí múltiples veces. —Y no te atrevas a sentarte con alguien más, últimamente te veo muy pegada a Adrien— acondicionó.
Casi me atraganté con mi propia saliva. —Debe ser tu imaginación— descarté el tema de conversación. —En fin, veré si mi madre me da permiso.
La clase se reanudó pese a todos los murmullos que no hicieron falta por el viaje del viernes. A la hora del almuerzo, charlé con Marinette y Alya al respecto, la primera mitad de la conversación fue sobre la azabache lamentándose de que Adrien no podría ir debido a su estricto padre, y la otra mitad fue sobre un plan improvisado de cómo unir a Marinette con el rubio por si Gabriel lo dejaba asistir. Lo caca fue que tuve que ayudarlas, pero hacía mucho que no pasábamos el rato solo las tres, así que aprecié cada momento; a pesar de que solo hablaron del oji verde.
