XIX

4.1K 545 36
                                    

Su cabeza era un completo embrollo. No para de preguntarse una y otra vez como descubrir si le gustaba o no a Jungkook, pero siendo sutil, sin exhibirse a sí mismo o a sus sentimientos.

Ya habían pasado un par de días desde su regreso y desde su conversación con su madre sobre el tema de su creciente ansiedad. Aunque había decidido arriesgar a su frágil y delicado corazón, queriendo abrirlo hacia Jungkook, no tenía la más mínima idea de como empezar, sin arruinarlo o dar una impresión equivocada al respecto.

Había evitado hablar con el mayor desde que esge volvio de Busan, por lo que, después de pensarlo muchísimo, decidió ir a verlo el sábado, el día que ambos habían denominado día de películas en casa, o sea, el departamento de Jungkook.

Estaba totalmente nervioso, parado frente a la puerta de aquel departamento, en espera por ganar valor y llamar, sintiéndose ansioso por la idea de que Jungkook no quisiera verlo, o ni siquiera recordara su habitual tradición.

Se sentía muy ansioso desde que se bajo del taxi, pero aun así, llamo a la puerta.

Segundos después, un confundido Jungkook abrió la puerta, con su seño fruncido, pareciendo incluso molesto por ser interrumpido en la paz de su hogar. Él odiaba las visitas inesperadas y Taehyung lo sabía, pero si le avisaba, sabía que perdería todo el valor que había tratado de convencerse a sí mismo de tener.

— Oh — su expresión cambió completamente a una más relajada y tranquila, luciendo incluso feliz de verlo ahí, frente a él —. Yo creí que había olvidado que hoy es sábado. Pensé que estaba muy ocupado con la universidad.

— De hecho... — pensó en soltarlo todo, ahí, sin haber puesto un pie dentro de aquel departamento, para que le fuese más sencillo escapar si era rechazado vilmente —. Sí, he estado ocupado con la universidad, siento no avisar o llamarte — aun así, prefirió esperar un poco más.

— Descuida, imaginé que algo así ocurrió, acabamos de volver de vacaciones y debe ser difícil volver a adaptarse — se alzó de hombros. Jungkook lideaba con muchas cosas, pero era evidente que no tenía los mismos problemas de abandono que él y esa ansiedad de ser abandonado no lo perseguía —. Pero vamos, pasa.

Él cruzo la puerta finalmente, siguiendo al pelinegro en su departamento, totalmente envuelto en un sudor frío, manteniendo una respiración frenética.

Su mente cada vez se nublaba cada vez más, hasta que se siente atrapado en la desesperación y el pánico de la incertidumbre de no saber concretamente si Jungkook correspinde a sus sentimientos o si era tan especial para él como lo es el contrario para su persona, o si para Jungkook solo era el chico que lo salvo y lo ayudo, y lo dice querer solo por gratitud.
Y aunque Yoongi y su madre le insinuaron, prácticamente, que realmente se gustaban, aquello no disminuía su miedo, ese miedo irracional que se apodera de él, evitandole tener la confianza que necesitaba para continuar fingiendo que todo estaba bien.

No podía más.

Con un nudo en la garganta, se sentó en el sofá con Jungkook para charlar clmo de costumbre.
Y él se encontraba totalmente desconectado del mundo, tratando de aparentar con sus expresiones que realmente prestaba atención porque su mente ya no tenía más espacio que para aquellos caoticos pensamientos.

Sintiendo que cada vez respiraba menos, accedio a ver películas con su amigo, mismo que no tardo en ir por su teléfono para que ambos pudieran elegir la película con la que empezarían el sábado de películas.

Y cuando el se fue, pudo soltar todo el aire que tenía retenido.

Su amistad con Jungkook había escalado tanto en su vida y corazón, que por más extraña que haya sido la forma en que su amistad dio inicio, simplemente no podía imaginarse una vida sin Jungkook a su lado, aun si eran solo amigos, él lo queria de verdad y lo quería a su lado, quería... quería que Jungkook continuara en su vida y sabía perfectamente que confesar sus sentimientos podría causar algo que realmente no deseaba; perderlo.

Step by Step | Kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora