XXIII

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Los días se conviertieron en semanas, y esas semanas los llevaron al final de sus preciadas vacaciones de verano, por lo que ambos chicos tuvieron que regresas a su rutina escolar; Taehyung a la universidad y Jungkook a sus clases virtuales. Sin embargo, no podían evitarse el hacer algun espacio en sus semanas repletas de proyectos y presentaciones para pasar tiempo juntos, por más mínimo que sea.

Continuaron teniendo citas, que por razones del destino terminaban siendo tan inusuales como la primera. Muchas de estas terminaban siendo después de los turnos de Jungkook en Coffee Ephiphany.

La gran mayoría de clientes que eran recurrentes en el café les observaban intrigados, pues bien recordaban la actitud del a pelinegro cuando apenas empezó a trabajar allí, siendo completamente diferente al nuevo Jungkook que les atendía con una sonrisa y buen humor.

Él ya había ganado su fama de ser un chico frío y reservado, que no le daría una sonrisa a un cliente ni aunque su vida dependiera de ello, pero de repente empezó a ser más cordial y amistoso, como si fuese una persona completamente diferente y su actitud anterior nunca hubiese existido.
Hasta el mismísimo Kim Seokjin notó el cambio drastico en la actitud de su empleado.

Y Taehyung se sentía secretamente orgulloso de ser parte del cambio en la actitud de Jungkook. Por alguna razón, se sentía feliz de haber abierto aquella puerta al verdadero ser de ese chico tan dulce.

— Taehyung-ah — Jimin llamó su atención llegando junto a Sana hasta donde él se encontraba —, ¿no quieres venir con nosotros a tomarnos un café?

— Eh... — fingió pensarlo —. No, gracias.

— Oh, vamos — casi suplico, esta vez la chica rubia —. Puedes tomarte un té y relajarte de tanto estrés.

— Lo que yo necesito es detener el tiempo para poder estudiar con menos estrés para mis exámenes.

— Y es por eso que necesitas ese té — Sana abrazó el brazo de su novio, recostando su cabeza en su hombro —. Debes relajarte.

— Y podrías ver a tu novio de paso, ¿qué dices?

Taehyung se sonrojó hasta las orejas, sabiendo perfectamente quien era su "novio". Y no es que no estuvieran cerca de ser algo como eso, pero la simple idea de pensar en Jungkook como su pareja lo hacía sentir tan tímido.

— Yo... — apretó sus puños, pareciendo un adoranle tomate —. ¡No vuelvo a contarte nada! — Jimin se carcajeo ante su desesperación y enojo, por lo que Sana le pegó suavemente en el brazo para que lo dejara en paz. Ella era muy amigable con él — Jungkook no está en el café, de todos modos, así que tampoco voy a verlo.

Y como un niño que no dejaría que pisotearan su dignidad, se adelanto hacia Coffee Ephiphany, caminando a paso rápido para poder ignorar la melosidad de la pareja y alejarse del momento bochornoso que le había hecho pasar. Y es que no le molestaba que le molestaran con Jungkook, pero lo que sentía por él era tan fuerte, que la simplemente mención de ello le volvía un poco loco. Aun no podía aceptar que Jungkook había cruzado su línea sin saberlo todavía.

Cuando estuvo a un par de pasos de llegar al puerta de vidrio del café empezó a caminar de espaldas. Señaló con su dedo índice a Jimin y Sana, queriendo entrar de espaldas para vigilar que no se burlen de él. No iba a permitirles burlarse de su persona.

— Ustedes dos son tal para cual — le reclamó — Por eso es que son nov-

Y se detuvo en seco en medio de la puerta de cristal abierta, sintiendo un cuerpo chocar con el suyo debido a su distracción.

— Oye, bonito, te más cuidado — la voz de Jeon Jungkook invadió si canal auditivo y como una reacción de defensa procedió a sonrojarse hasta el cuello y las orejas —. Podrías lastimarte al caminar de espaldas.

Step by Step | Kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora