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Todos se encontraban dentro del café, aunque hablaban entre ellos, se notaba que tu eras el centro de atención. Aunque no hagas ni un movimiento o algo por el estilo, eras el centro de todo.

Ante eso, te sentiste algo incómoda y nerviosa, en esos momento maldecías ser muda, pero, a veces servía serlo. Como estabas cerca de Tenya, te apagaste más a él, este lo noto y te miro confundido, tu sólo miraste al suelo.

Estaban tan juntos, si tu lo mirabas, podrían darse un beso, por eso decidiste no mirarlo. Aunque también, nunca estuviste tan cerca de él, como para que su cuerpo parezcan unidos. Ambos se quedaron en la misma posición, el mirándote sin saber porque te encontrabas así y Tu, que no querías hacer contacto visual.

- Aiko ¿pasó algo?

Preguntó preocupado, casi susurrando a tu oído. Tu sólo te mantuviste en la misma posición, tomando aire para poder verle a la cara.

- Aiko-Sama.

Llamo Yaoyorozu, tu la miraste, despegándote un poco del muchacho de anteojos.

- ¿Puedo preguntar cual es tu Quirk?

Pregunto bastante educada, asentiste y te decidiste a buscar tu libreta, metiste tu mano en tu bolso y la pasaste por todo este. Miraste hacia el frente y luego a Iida, para luego caer en la realidad... de que no la habías traído, tu única forma de comunicarte con los demás, se encontraba en la mesita de luz al lado de tu cama.

Llevaste una mano a tu cabeza, suspirando y negando. No podías creer que lo habías olvidado. Primero culpaste a la emoción que tenías por salir con tus amigos, luego te culpaste a ti misma, por lo distraída que eres.

- Aiko-San ¿pasó algo?

Preguntó el muchacho de anteojos que se encontraba a tu lado, se lo veía preocupado. Tu negaste con la cabeza, resignada, ahora no podías comunicarte con ellos. Aunque tenías una leve esperanza, pero era muy poca.

"Iida-San.. olvidé mi libreta"

Dijiste por tus señas, un movimiento de manos lento y tembloroso. Esperaste a que el muchacho te entendiera, o si No, tus esperanzas serían tiradas a la basura. Luego de un rato no muy largo, el muchacho abrió los ojos de par en par.

- ¿En serio la olvidaste, Aiko- San?

Preguntó sorprendido. Tu sólo te limitarse a bajar tu cabeza, el chico te tomo de un hombro, a lo que lo miraste. En su rostro se veía dibujada una hermosa sonrisa.

- No te preocupes, yo puedo ayudarte.

Dijo, a lo que procediste a hablar a través de tus señas, mientras que el de anteojos traducía todo lo que decías a los demás. Así estuvieron hasta que el sol decidió esconderse.

La noche llegó y tus nuevos amigos te invitaron a comer con ellos en un puesto de comida, pero te negaste, estabas cansada y querías que Iida disfrutará a sus amigos, ya que, de algún modo sentías que le estorbabas. El estaba muy pendiente de ti.

El de anteojos se ofreció para acompañarte, pero te negaste. El insistió tanto y tantas veces, que le dijiste que si.

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Dejaste caer el bolso apenas entraste, caminaste hasta tu cama y te tiraste como si nada sobre ella, estabas bastante cansada, lo único que querías eras dormir y cuando casi lo logras.

- ¡HERMANAAA!

Entró tu hermano dándole una patada a la puerta, ni siquiera se molestó en golpear, siquiera un "toc", te levantaste del susto y le tiraste tu almohada al recién llegado. Este ignoró el golpe, ya que no fue para tanto, y se sentó en los pies de tu cama.

En sus ojos había seriedad y molestia, sabias lo que te esperabas, los celos del muchacho. El no sabia que te habías ido con tus amigos, aunque tampoco debería, ya que sólo se lo dijiste a las autoridades de la casa. Y si, con eso me refiero a tus padres.

- ¿Dónde estabas?

"Con unos amigos."

- ¿Estaba el nerd de anteojos?

Le tiraste la otra almohada que tenías, no te gustaba que le dijera así, a él mismo tampoco le gustaría que lo llamen por algún apodo de esa manera. También, querías que parará con su interrogatorio, te agobiaba mucho.

- Oye, responde a mis preguntas.

"No eres papá mi mamá para saber que hice y que no."

- Pero- yo sólo te quiero cuidar...

"Si quieres hacerlo, comienza a bajar tus celos de hermano."

- Disculpa señorita "yo me puedo cuidar sola", ¡soy tu hermano mayor y tengo derecho!

"Derecho a que dejes de molestarme."

Tu hermano se tiró a la defensiva con cada palabra que decía, te levantaste del suelo y cerraste con fuerza la puerta que dejó abierta, dándole a entender que ya no querías que este en tu habitación. El sólo frunció aún más su ceño y se levanto, haciéndose el ofendido y saliendo del lugar.

Volviste a cerrar con toda la furia aquella puerta y te tiraste a tu cama a llorar. Aunque mostraste un carácter Bravo, por dentro temblabas, soltaste todo lo que contuviste en la "Discusión" con tu hermano.


[A Silent Voice.]


Nota🌻: ¡Holaza! Aquí la escritora.

Antes de que me den con las chanclas de sus madres, ¡Les agradezco por los 1,73k!

Antes de que me den con las chanclas de sus madres, ¡Les agradezco por los 1,73k!

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¡¡¡Aaa, no saben cuantos l×s amo!!!

¡Muchas gracias! De verdad, gracias. <3

((Me siento famosa, jaja.))

Bueno, al tema, disculpen tanto por morir. Pasaron cosas. Pero ya estoy aquí para ustedes, trataré de actualizar más seguido, ¡He venido inspirada! También disculpen el capítulo corto, tendrán el 11 un poco más largo. (Espero)
Y para la proxima que desaparezca, trataré de avisar.

¡L×s amo! ¡Muchas gracias por esas vistas!

¡Michifus se despide! ❤

A silent voice- Iida Tenya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora