A veces me pregunto por qué siento alegría y otras veces un miedo profundo al pensar en ella ¿Qué es lo que tanto temo?
Rendido, dejé escapar un suspiro y ajusté mi bolso, con la mirada fija en el suelo. Me perdí en mis pensamientos, tratando de clarificar algunas cosas mientras titubeaba con otras. En ese instante, todas las especulaciones se esfumaron cuando escuché a mis amigos gritar.
- ¡Aiko-chan!
Gritaron al unísono mientras corrían hacia ella y la rodeaban. Aiko pasó de una reacción de dulce sonrisa a una de sorpresa; no esperaba que la abordaran así. No pudo esquivarlos ni mantenerlos, y los tres terminaron en el suelo. No pude evitar soltar una pequeña carcajada ante la escena y me acerqué para ayudarlos. Izuku se incorporó por sí mismo y asistió a Uraraka, por lo que volví mi atención rápidamente hacia Aiko, quien aún estaba en el suelo.
Flexioné las rodillas y me agaché, extendiendo mi mano hacia ella. Cuando la aceptó, tiré suavemente hacia mí para ayudarla a levantarse.
Aiko aceptó mi ayuda con una leve sonrisa de agradecimiento, sus ojos reflejaban incredulidad mezclada con diversión por la situación. Mientras la ayudaba, nuestros ojos se encontraron por un breve instante, y sentí un cosquilleo en el estómago que me hizo sonreír sin darme cuenta.
Ella asintió suavemente, agradeciendo con gestos mientras se enderezaba"No esperaba este recibimiento tan... entusiasta."
Los chicos se disculparon entre risas y comenzaron a contarle animadamente lo que habíamos estado haciendo durante la jornada. Observándolos, me di cuenta de lo natural que era para Aiko estar rodeada de esa energía tan contagiosa.
La bocina del tren interrumpió momentáneamente su relato, pero no quebró la atmósfera que habíamos creado. Subimos y cada uno tomó su lugar habitual: los otros dos se sentaron delante de nosotros y luego se giraron para continuar con sus historias.
Note como Aiko se acomodaba en su asiento con una serenidad que contrastaba la efusividad de aquel par. Aunque no podía decir nada, su expresión iluminada hablaba por sí misma mientras interactuaba con gestos y miradas cómplices.A la vez que el tren avanzaba, el bullicio de la conversación llenaba el compartimento. Observé cómo Aiko participaba en la charla, aportando con gestos y expresiones que nos hacían reír. Me sentí agradecido por ser parte de ese momento, compartiendo en silencio nuestro propio lenguaje de miradas y sonrisas.
Sin embargo, llegó el anuncio que menos quería oír: la parada en la residencia. Izuku comentó eufóricamente la noticia, pero Uraraka y yo estábamos algo decaídos. Noté que Aiko también se mostraba afligida, y eso me hizo sentir destrozado.
Instintivamente, acerqué mi mano hacia la suya y la tomé, brindándole un fuerte apretón para expresarle mi apoyo y comprensión. Sus ojos encontraron los míos, transmitiéndome una mezcla de gratitud y tristeza que compartimos en silencio.
Con el paso del tiempo, los otros dos chicos se levantaron y se despidieron, dejándonos solos en el compartimento del tren. Aiko miró hacia ellos con una mezcla de nostalgia y entendimiento, y luego volvió su atención hacia mí. Sus ojos transmitían una calma profunda y una curiosidad tranquila.
Nos quedamos en silencio por un momento, dejando que el suave murmullo del tren llenara el espacio entre nosotros. Sentí una conexión especial en ese instante, como si nuestros pensamientos se entrelazaran sin necesidad de palabras.Finalmente, rompí el silencio con una sonrisa suave.
-Extrañare esto.
Murmuré, apesadumbrado por saber que dentro de poco dejaría de verla tan seguido.
Aiko sonrió también, asintiendo con un gesto cálido. Se acercó y apoyó su cabeza en mi hombro, encontrando confort en el contacto físico que hablaba más allá de las palabras.
Después de un rato nos separamos con cuidado, manteniendo nuestras manos entrelazadas como un vínculo que no queríamos soltar. El tren se detuvo lentamente en la estación, anunciando el final de nuestro viaje. A medida que nos levantábamos para bajar, me prometí a mí mismo que encontraría la manera de mantener viva esta conexión especial, sin importar la distancia que nos separara.Aiko's pov
Caminamos hacia nuestros hogares sin soltarnos las manos, manteniendo un contacto que parecía aferrarse al último vestigio de cercanía. El trayecto transcurrió en silencio, con Tenya perdido en sus pensamientos y su mirada fija en el horizonte.
Desde que recibimos la noticia, sentí cómo mi corazón se volvía más pesado. No quería que él se quedara a residir en la academia, pero las reglas eran las reglas y no podíamos hacer mucho al respecto. Solté un suspiro entristecida; pensar en no verlo tan seguido comenzaba a agobiarme, pero me repetí que aún podríamos encontrarnos los fines de semana.
Intenté mantener la calma y no dejar que la tristeza me afectara demasiado. Sabía que Tenya también estaba lidiando con sus propias emociones sobre el próximo cambio en su vida. Nos apretamos las manos con más fuerza, como si ese gesto pudiera contener nuestras preocupaciones y mantenernos unidos a pesar de la distancia que se avecinaba.
Sin darme cuenta, ya habíamos llegado a mi hogar, lo que significaba que era hora de decir adiós. Intenté soltar su mano para despedirme, pero él apretó con fuerza, aferrándose a mí. En un instante, me encontré envuelta en sus fuertes brazos, en un abrazo que parecía contener todo el peso de la despedida. No pude resistirme y correspondí el abrazo con la misma intensidad.
Sentí cómo apretaba con firmeza en mi espalda, como si este fuera el último abrazo que nos daríamos, como si el mundo estuviera a punto de desaparecer. Permanecimos así durante un buen rato, ninguno de los dos dispuesto a dejar ir primero, cada uno necesitando más que el otro este momento de cercanía.Finalmente, con una mezcla de tristeza y gratitud, nos separamos lentamente. Nuestros ojos se encontraron en un silencio compartido que decía más que cualquier palabra. Sabía que esta separación temporal sería difícil, pero también sabía que él era fuerte y podía resistirlo.
-Prometo visitarte los fines de semana.
Rompió el silencio con una sonrisa leve y triste. Estaba a punto de decirle que no era necesario, pero me desconcertó sentir su respiración tan cerca de mi rostro por el repentino acercamiento que hizo. Sus labios rozaron mi mejilla suavemente, dejando un beso que parecía sellar sus palabras.
-Nos vemos, Aiko.
Dijo con una sonrisa de lado, acariciando mi rostro antes de alejarse y continuar su camino. Me dejó desconcertada, con el rostro hirviendo y con el corazón latiendo un poco más rápido.
🖇️
Los días pasaron con normalidad, pero todos sentíamos el peso de la inminente separación. Finalmente llegó el día de la mudanza.
Decidí tomarme el día libre, faltando a la academia para acompañar a mis amigos hasta la U.A. Sabía que no podría entrar debido a las estrictas políticas del lugar, así que nos encontramos frente a la gran entrada para despedirnos.La mañana estaba radiante, el sol iluminaba el campus mientras mis amigos y yo nos reuníamos frente a la imponente puerta de la U.A. El aire estaba cargado de emociones intensas y palabras que se resistían a salir. Abrazaba a cada uno de ellos con ternura, sabiendo que nuestras despedidas eran difíciles de expresar.
En el momento en que estuve frente a Tenya, lo abracé fuertemente. Quería que supiera cuánto aprecio le había tomado y lo mucho que lo extrañaría. Mientras nos manteníamos unidos, sentí un extraño dolor en la garganta y cómo mis ojos ardían: iba a llorar.Me había prometido a mí misma no hacerlo, pero no pude evitarlo y dejé que las lágrimas salieran, mojando su hombro. Él lo notó al instante y en respuesta incrementó la fuerza del abrazo. Nos quedamos así por un momento, compartiendo la tristeza del adiós en silencio.
Sabía que este era el último abrazo antes de su mudanza y deseaba que cada segundo contara. Quería grabar en mi memoria la sensación de estar cerca de él, su calor y la seguridad de su presencia. Era difícil dejarlo ir, pero confiaba en que nuestro vínculo sobreviviría a la distancia y al tiempo.Finalmente, nos separamos con cuidado. Sus ojos reflejaban la misma mezcla de tristeza y gratitud que sentía en mi interior. Nos miramos por un momento más, compartiendo un entendimiento profundo antes de que Tenya se alejara para comenzar su nueva etapa en la academia.
[ A Silent Voice ]
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A silent voice- Iida Tenya.
Fanfiction"Siempre me apego a mi ideal, si permito que mi voluntad se corrompa aquí, de seguro también lo hará en el mundo real" - Iida Tenya. ⚠Advertencia⚠ - Historia de [OC x Personaje Canon] - Los especiales no son eventos canónicos/ de relevancia dentro...