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El resto del día transcurrió como siempre. Tu rutina y las clases igual, cosa que se te hizo odioso.
Con el tema de tus amigos, no hubo problema y habías quedado en verte con ellos, también decidieron ir a tomar un helado después de clases.
Poco a poco ibas a volver a la rutina de siempre, es cierto que, de alguna forma, Iida te distraía pero te agradaba, después de todo, creías que era el hombre perfecto para ti, aunque él sólo te veía como "La chica con la que comparto ideales".

Quizás una patada en el culo dolía menos. 

Iida y tu no eran del todo compatibles, o quizás si. Pero aún no le encontrabas sentido a esa típica frase la cual identificaba tu relación con él.

- ¡Aiko-Chan, come tu helado que se va a derretir!

Comentó tu amigos Inasa, eso te hizo reaccionar y volver a la realidad. Era increíble como el muchacho de anteojos se metía en tus pensamientos de una manera profunda.
Tomaste tu helado y pasaste el resto de la tarde con tus amigos de la Shiketsu. A la hora de volver a tu casa, Inasa te acompañó, planeaba quedarse a cenar.

🖇

Tus ojos se abrieron como platos y tu corazón dio un vuelco de felicidad al ver al chico de anteojos en tu casa. No sabías bien porque estabas tan feliz de verlo, pero ignoraste aquel hecho. Lo importante era saber porqué se encontraba ahí, en el sofá de la sala, charlando animadamente con tu padre.

- ¡Hija, bienvenida! ¡Hola Inasa!

Saludó tu padre, parándose del sofá y acercándose a ti y a tu amigo. Los abrazo con mucho entusiasmo y fuerza, para luego volver a al mismo lugar en el que estaba.

- Invite al muchacho de la familia Ingenium a cenar. Espero que no te moleste, florecilla.

¿Molestarte? ¿Él muchacho que se robaba todos tus suspiros y pensamientos? ¿Justo la presencia de él en tu propia casa te iba a molestar? Que va, tu padre necesita prestar más atención a la situación en la que estas.

Negaste con la cabeza y saludaste a Iida con la mano, desde lejos, aunque querías tirarte a abrazarlo, aguantaste tus ganas. Le diste una señal a tu amigo, refiriéndote a que te ibas a cambiar. El se quedaría ahí con aquel otro par por mientras, no tenías que preocuparte.

Luego de un rato, bajaste para poder pasar el rato con los dos invitados.
Al estar en la sala, notaste como ambos invitados charlaban animadamente, eso te sorprendió, pues, esperabas que Inasa mantuviera una personalidad fría y distante para Iida, pero demostró lo contrario.
Él y el de anteojos hablaban lo más bien, incluso ya jurabas de que se habían hecho amigos.

Caminaste con la intención de sentarte en el sillón individual, pero Inasa tosió de manera falsa, mientras se hacía a un lado en el sofá, dándote a atender a que te sentaras a su lado.
Aceptaste su propuesta y te sentaste, aunque eso implicaba que estés, también, al lado de Iida.
No te molestaba, en lo absoluto, te agradaba. Pero estar entre medio de ellos dos, era una cosa a la que no estabas acostumbrada.

- Aquí les dejo unos bocaditos.

Llegó tu madre, dejando papas y demás botanas sobre la mesa ratona que había. Ibas a acercarte a tomar unas papas, pero otra mano llegó primero, chocando con la tuya.
Aquella otra mano que llegó primero al tazón de papas, no era nada más que la de Iida, lo miraste, sin quitar tu mano que estaba encima de la suya.

Era como una escena romántica, sentías que tu corazón latía a mil por hora, hace tiempo que no tenías contacto físico con él. El chico  de anteojos se te quedó mirando también, ambos estaban embobados con el otro, sin decir ninguna palabra y con un leve sonrojo en sus mejillas.
Yaorashi, quien se percató de la situación, y estaba algo celoso, tomo la mano con la que estabas tocando a Iida, desde la muñeca y la quitó de inmediato, llevando al bocado picante que tomaste cerca de tu rostro.

- Te reto a que lo comas.

Dijo él con mucha determinación, al principio lo miraste confundida, pero luego aceptaste su reto. Tomaste un puñado más y esperaste la señal de tu amiga.

- En 3... 2... 1!

En el fin del conteo, llevaste la comida a tu boca, al mismo tiempo que tu amigo llevaba su parte a la boca de él. Una vez que ambos tragaron, esperaron el efecto del picante.
El efecto llegó primero a ti, te aguantaste para levantarte e ir por leche, pero notaste como Inasa se estaba volviendo rojo. Ambos se quedaron mirando al otro con determinación, esperando a que uno se levantará primero a buscar la leche.

Te levantaste del sofá. Habias sido la "primers". Luego siguió tu amigo, quien fue en busca de leche. Pero tu te quedaste parada, observando como bebía el liquido, esperabas a que se diera cuenta de que no habías ido.

Ocurrió un buen rato hasta que pasó, el llegó a la sala y tu seguías parada, aguantando el picante.

- Ganaste...

Dijo agotado tu amigo, en eso fuiste corriendo a la cocina y te tomaste casi toda la leche. Notaste como tu familia reía por el reto que habían hecho y volviste con los otros chicos. Luego de un rato, tu familia entró a la sala, sentándose en donde podían.

- Miren esto, encontré el viejo álbum de fotos.

Comentó tu madre, tu hermano y tu se miraron aterrados. Tu madre te hizo una señal de que te acercaras, así que lo hiciste, también hizo lo mismo con el resto de tus familiares.

- Aww, mira, cuando su Kosei se manifestó.

Dijo tu madre, señalando una foto en la que te encontrabas mostrando las flores de tu Kosei, ese era el día en el que lo descubriste.

- Recuerdo que ese día como si fuera ayer..

Comentó nostálgico tu padre, mirando a la foto y quedándose sin decir ni una palabra, como si estuviera recordando ese momento.

- Recuerdo que ese día se había asustado mucho y estuvo llorando todo el día porque "te ibas a convertir en una planta"

Comentó burlón tu hermano, los demás fueron por ese comentario, pero te mantuviste sería por un momento, aunque si, daba risa.

- Oigan ustedes, vengan aquí.

Dijo tu madre, invitando a Iida e Inasa, ellos no se negaron y se acercaron a mirar las fotos de la familia.

- Disculpen mi atrevimiento, pero... ustedes son una familia bastante conocida por su Kosei y su apellido, ¿porqué es así?

Preguntó Iida, quien estaba bastante nervioso, tu padre rio y lo abrazo por el hombro, apretándolo un poco. Tu madre suspiró, sabía lo que se iba a armar, tu hermano y tu, hicieron lo mismo que tu madre.

[A Silent Voice.]

Nota🌻: ¡Holaza! Se que en este capítulo iba a hablar de los orígenes de su familia, pero se alargó un poco la cosa. También, se que tarde en publicar este capítulo, por favor, disculpen tanto la tardanza.
En el proximo capítulo prometo hablarle más sobre su familia! Sean pacientes mis amores.

Bueno, eso es todo. Nos vemos en el proximo capítulo!

Michifus se despide. ❤

A silent voice- Iida Tenya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora