Capítulo 7

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-OK... Vuelvo enseguida, no tardaré mucho, cariño... -dijo, mientras se dirigía hacia la puerta, su mente llena de imágenes de lo que podría suceder.
Zeke, con su mirada intensa, la observaba con una mezcla de expectación y desdén.

-No tengas miedo, verás que en breve tendré el control de esta perra -exclamó, su voz impregnada de una frialdad que hacía eco en la habitación..

-Vamos, confía en mí, querida... Le dejaré tan húmeda que sus jugos escurrirán por sus piernas -se burló Zeke, riendo con una satisfacción inquietante mientras la mujer desaparecía por la puerta.

Inmediatamente sentí un escalofrío recorrer mi espalda. No había escapatoria... Ese maldito me había dejado completamente acorralada. Su mirada de morbo era repugnante, como si disfrutara de cada palabra que salía de su boca.
Era imposible no compararlo con el maldito cerdo de Erwin, quien también sabía cómo manipular a las personas a su antojo, pero Zeke tenía un aire de desprecio que lo hacía aún más detestable.

-¡Aparte de asesino... eres un maldito violador, al igual que ese cerdo miserable! ¡Los odio! Ustedes dos deberían morirse, al igual que esa perra asquerosa de Annie... Pero ay de ella cuando la agarré; les juro que los mataré a todos -le grité, dejando salir toda la rabia que había acumulado.

La fuerza de su agarre en mi cuello era increíble, pero mi sed de venganza era mucho más poderosa.
Quería matarlos a todos por el daño que les habían causado a mis hijos. No podía creer que había estado tan cerca de uno de sus asesinos durante tanto tiempo y ni siquiera lo sabía.
La traición y el dolor me atravesaban como cuchillos, y cada palabra que salía de mi boca era un reflejo de la desesperación que sentía.
Zeke me miró con una mezcla de diversión y desprecio, como si disfrutara de mi sufrimiento. Esa mirada, esa risa burlona, solo alimentaban mi determinación. No podía permitir que se salieran con la suya. La idea de enfrentar a esos monstruos, de hacerles pagar por lo que habían hecho, era lo único que me mantenía en pie.

-Nunca he violado a una mujer, las que he tenido siempre me han abierto las piernas a voluntad.-Menciono-Aunque supongo que contigo será diferente mi querida Mikasa- Señaló sonriendo ladinamente-Eres tan hermosa -dijo Zeke, su voz suave pero cargada de una insinuación inquietante-. Ahora entiendo por qué mi hermano nunca te presentó a la familia. Tenerte cerca me enciende demasiado, ni te imaginas todo lo que quiero hacerte.

Sus palabras flotaban en el aire como un veneno, y la forma en que sus ojos brillaban con deseo me llenaba de repulsión. La arrogancia en su tono era palpable, y su sonrisa despectiva solo aumentaba mi indignación.
Mientras hablaba, su mano libre se acercó, acariciando de manera demandante uno de mis pechos. La sensación era asfixiante, y una mezcla de furia y asco me invadió. No podía permitir que este monstruo se saliera con la suya.

En ese momento no pude evitar pensar que debí haberla apuñalado con esa jeringa; debí haber escuchado a mis instintos en lugar de dejarme llevar por la confusión. Esta situación, era el resultado de mi propia debilidad, de la ineptitud al ser tan cobarde.

-Mmmm... Que buenas tetas tienes primor, con razón el Borracho de Eren te preño dos veces-Señaló con ironía- Con ese par de gomas no me extraña, de seguro te cogía a cada hora. Sabes yo también muero por devorarlos mañana tarde y noche. Los tienes tan seguidos, tan apetecibles y perfectos, quizás hasta deje de buscarme una amante-Respondió rasgando mi camisa mientras lamía mi lóbulo, era asqueroso tener que sentir su cochina respiración tan cerca de mi oreja.

-Mal...Maldito inf...feliz....

-Trátame como gustes, corazón. De igual manera, pronto te tendré rogando por mi pene. De seguro mi hermano o el idiota de Erwin no pudieron hacerte llegar al orgasmo -Exclamo mientras devoraba mi cuello-. Pero tranquila, yo sí sé cómo y dónde tocar a una mujer, más si está exquisita como tú... ufff, ni te imaginas qué bien la pasaremos cuando seas mi esposa. Te le humedecerá la concha con todos los juegos que haremos. Ya quiero ver cómo Annie frota su vagina con la tuya... Ya quiero ver cómo experimentas nuestros juegos, mi bebé hermoso. Dime, ¿te gusta lo que te digo? ¿Te animas a descubrir tu lado más erótico conmigo a tu lado, sin tabúes? -Su lengua recorría mi cuello, y sentí un escalofrío de repulsión. Las peticiones tan asquerosas que hacía me llenaban de asco, y ni siquiera quería imaginar que llegara ese maldito día en el que tuviera la oportunidad de someterme.

Dulce Venganza  (RIVAMIKA, ERWINMIKA, ARUMIKA, EREMIKA, REINERMIKA) Obra +🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora