Capítulo 6

302 115 38
                                    

Los pasos de Jungkook eran inaudibles, o al menos lo eran para él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los pasos de Jungkook eran inaudibles, o al menos lo eran para él. Creía sentir como todo su cuerpo se negaba a emitir sonido alguno mientras caminaba rumbo a la mansión Jung. La cual poco a poco se acercaba más a su campo visual conforme sus pies se movían.

Se encontraba inmerso en sus pensamientos, tratando de calcular todas las posibilidades que podrían ocurrir en aquel lúgubre lugar. Sabía que se dirigía a la boca del lobo y aún así se veía incapaz de frenar sus pies que parecían moverse a voluntad propia, como si fueran unos entes ajenos a Jungkook.

Su corazón latía con pena por haber mentido para llegar a aquel lugar, odiaba mentir, pero estaba consciente que si hubiera dicho la verdad el Barón Lee y Beomgyu se hubieran negado a sus deseos. A su único deseo.

No sentía arrepentimiento -o al menos creía no hacerlo- ya que él estaba más que dispuesto a hacer cualquier cosa si eso aseguraba la salud y el bienestar de la poco familia que le quedaba, pero ese era el problema, no sabía si el camino que estaba tomando lo llevaría a aquello.

A su familia.

Aunque por más que intentara mantener su mente en blanco no podía parar de pensar en las posibilidades que abarcaban las acciones que estaba realizando; podía morir, podía vivir, podía incluso caer entre las manos de ese vil Duque y ahora no solo su hermana sería posesión de este. Gruño. El no quería ser una vacía posesión, no quería que su vida se resumiera a la de un muñeco de porcelana utilizado para entretener a un circo o ser utilizado para el placer de otros.

Y antes de que pudiera rebatir a sus propios pensamientos noto que ya se encontraba frente a un inmenso portón que daba directo a la grande mansión. Se sorprendió cuando una persona a lo lejos se iba acercando a paso lento al inmenso portón y a su persona.

Se tensó y tuvo que obligarse a sí mismo a esconder su aroma, no sabía quién era aquel hombre por lo que no se sentía en confianza de dejar a su atrayente aroma en libertad. No podía confiar.

El hombre, una vez que estuvo frente a él, lo miro con una mueca extraña antes de hablar.

— Bienvenido, protegido de Lee. Lo estábamos esperando — una sonrisa que no le llegaba a los ojos y la cual poseía un par de hoyuelos le fue dedicada de parte del hombre.

Jungkook no emitió palabra solo asintió con su cabeza y correspondió la sonrisa por pura cortesía.

Sus pasos seguían siendo silenciosos al igual que los del hombre que lo guiaba por el penumbroso lugar. Parecía desolado, aunque lo pulcro del lugar daba indicios a que poseían servidumbre, Jungkook jamás vio una sola alma en esa mansión aparte de la persona que estaba frente a él.

Jugó con sus manos durante todo lo que resto del trayecto, sintiéndose de la nada un poco cohibido ante el pesado ambiente que se empezaba a formar mientras una puerta a lo que parecía una pequeña sala o estudio aparecía en su campo visual.

Unconditionally [KTH&JJK] omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora