Capítulo 16 (Gale)

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Me ponía muy desanimado ver a Keyla llorar. Su rostro siempre se descomponía cuando estaba triste.

Estoy mirándola desde la planta alta del Palace, esta hundida en sus pensamientos. Se ve tan hermosa con ese vestido rojo. Sus ojos fueron lo que me enamoraron de ella, su mirada tan profunda resalta su iris color azul. Es increíble lo que sus ojos transmiten.

-Gale.. -siento a alguien detrás de mi. -¿Que haces aquí?

Wendy esta detrás de mi tratando de buscar en el jardín, mi punto de atención. Sus ojos se quedan trabados en la silueta de Keyla, su rostro siempre se tuerce al verla.

-Ahora veo que es lo que haces aquí.. Deberías de tener un poquito de resignación, rindete a que ella no volverá contigo, hazlo ya.

Su tono me saca de quicio, siempre trata de ordenarme que es lo que debo de hacer, eso no es algo que siempre me ha gustado recibir de Wendy. Maldito sea el día en el que Wendy quedó embarazada.

Debo admitir que temo mucho a tener un hijo, no es algo para lo que estoy preparado.

Wendy me toma de la mano y me saca de mis pensamientos arrastrándome a la pista para bailar. Siendo sincero, desearía que Keyla fuese la chica con la que estuviera bailando ahorita y no Wendy.

Mis ojos se cruzan con los de mi futura esposa, sus ojos también son muy azules, pero no tan profundos como los de Key. Digamos que los de Wendy son unos ojos inexpresivos, su mirada no me hace sentir nada.. Absolutamente nada.

Luego de un buen rato, sabía que ya estaba lo suficientemente pasado de copas como para cometer cualquier estupidez.

De Keyla no supe nada en toda la noche, lo único que recuerdo de ella es haberla visto en los jardines llorando por el idiota de Robert. Por cierto, mi primo tan fiel, estuvo bailando con una de las chicas graduadas, al fin y al cabo, eran de la misma edad y Robert no dudó en irse con ella a no se que lugar.

En fin, el mundo siempre daba vueltas y constantemente, me tocaba estar por debajo.

Mi suerte era mínima. Recuerdo el día en el que le escribí el texto a Keyla, nuestra primera "cita", recuerdo que la lleve a mi casa para presentarla ante mi familia. Recuerdo aquellos días de proyecto, esos en los que siempre estábamos juntos.. Tantas cosas han cambiado en tan poco tiempo que parece que los días y las horas se quedaron estancadas, sin avanzar. Ajenas a todo.

Siempre que pienso en Keyla, alguien interrumpe mis pensamientos, esta vez ha sido mi madre.

-Hijo, creo que deberíamos irnos.

A estas alturas, ella ya sabía que en mi estado sería capaz de cometer cualquier tontería. Agradecía que me sacara de la fiesta y me metiera al carro como una madre protectora.

Estando en el coche, debo admitir, que me sentía protegido a cualquier reacción poco correcta de mi cuerpo. Wendy esta a mi lado, tiene esa mueca de asco que siempre hace cuando estoy ebrio. Que diferente es a Keyla. Sonrío como un idiota y Wendy se vuelve para verme.

-¿Qué te hace tanta gracia?

Su tono como siempre, es sarcástico y cada vez que lo hace me deja un mal sabor de boca.

Se que mi rostro de descompone y es ahí cuando cometo una estupidez.

Me abalanzo sobre ella. Su rostro me demuestra sorpresa y, sabiendo que esta todo mal en mi, ignoro a mi cerebro y hago caso a mi subconsciente ebrio.

***

La luz del sol me agota los ojos, tengo una resaca horrible. No recuerdo que pasó ayer y mucho menos donde estoy.

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