Gale llevo su dedo índice a sus labios en un intento de hacerme callar.
Una extraña tranquilidad me invadió desde la cabeza a los pies, después de todo no era un asesino en serie con problemas sexuales.Gale fue hasta una repisa y tomó una hoja y una pluma.
—Escribirás lo que te dicte, ¿De acuerdo? —dijo en tono tranquilo mientras se colocaba detrás de mi para desatar mis muñecas.
Cuando quedé libre, hice un gesto de incomodidad notando las fibras de la cuerda marcadas en mis muñecas.
—¿Porque me secuestraste, donde esta Joe? —desesperé.—Todo esta bien, Key.. Confía en mi —dijo mientras se acercaba a mi.
Fruncí el ceño y retrocedí.
—¿Esperas que confíe en ti? —bufé— ¡Me secuestraste! ¡Idiota!
—Keyla, por favor..
—Keyla, por favor..— imité frustrada.
Gale me dió una mirada de pocos amigos y extendió su mano ofreciéndome una pluma y una libreta.
—¿Para que es esto? —pregunté cogiendo lo que me ofrecía.
Gale se encogió de hombros y miró hacia el suelo.
—Es para una carta..
—¿Una carta? —pregunté extrañada. —¿Acaso planeas que escriba mi mensaje de ayuda para que te ofrezcan rescate por mi? —cuestioné asqueada.
—¡No, por dios! —negó —¡No soy así!
Levanté una ceja un tanto molesta y rodeé los ojos poniéndolos en blanco.
—¿Y?—le animé— ¿Qué carajos escribiré?
Gale apretó sus labios formando una fina línea. Por su gesto, sabía que lo que tenía en mente sería un No rotundo de mi parte.
—Es para que.. Me escribas una última carta.. —susurró encogiendose de hombros.
—¿Pero, para que tendría que darte una carta? —cuestioné confundida.
—Para despedirte..
—Yo ya me despedí de ti hace un año.. —reclamé.
—Lo sé, pero..
—¡Nada! —grité —.. Seguro solo la quieres para separarme de mi prometido.
—¿Prometido?—el tono de Gale era preocupado y decepcionado.
—Si. Debes asumir que lo nuestro no existe más, ahora, lo único que realmente deseo es dejar de verte.
Sus ojos se posaron sobre los míos y yo los ignoré caminando por su lado. Realmente no sabia a donde me dirigía, lo cual, me hizo sentir estúpida. Pero, por si fuese poco, Gale me tenía secuestrada en un apartamento.. Si, un ridículo escenario para secuestros.
Abrí una de las puertas que estaban situadas en el final del pasillo que comunicaba la sala y el vestíbulo, mi sorpresa fue un poco ingrata al descubrir únicamente una habitación en todo el lugar. Era obvio que yo no me quedaría en ese apartamento ni siquiera una noche. Corriendo exaltada informé a Gale sobre el pequeño problema, a lo que él rió.
—¡Vaya, Keyla! —dijo tomándose el estómago tratando de tranquilizar sus carcajadas.
—¿Escuchaste? ¡Mierda, Gale! ¡Una habitación! —Grité en un intento por que me escuchara y dejará de reír.
—Si te escuché —contuvo la risa—, compartiremos la cama y ya.
—¡Yo no dormiré aquí! ¿Acaso te volviste loco?
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Recuerdos©
Random"Igual que las demas" Ese, era mi lema. Lo diferente es malo. La sociedad apesta y el amor.. No es un mito.