La imagen de Gale todavía seguía en mi mente. Apenas me dirigía a casa en el auto de Robert y sentía que ya le traicionaba. Me siento decepcionada, aun no creo que Gale me hubiera citado en el Bumble para darme explicaciones de su futura boda. Todavía me duele mucho que se vaya a casar, pero me reconforta que a pesar de todos los compromisos que tiene, me siga queriendo. Deberé ser fuerte para poder enfrentarme a la cruda realidad que vendrá luego de la boda, luego de saber que jamás seré de Gale y tampoco el será mio.
Un sentimiento de culpa me atravesó, yo estaba pensando en Gale, teniendo a mi novio al lado. Eso no debía pasar.
La mirada de Robert se desvío a mi, lo sabía porque lo veía por el rabillo del ojo izquierdo. Había luz roja en el semáforo, lo cual le permitía mirarme sin cuidado alguno. Yo, por otra parte, no me atrevía a verlo a los ojos, aunque hubiera sido una traición pequeña, el no merecía que le hiciera esto.
Volví mi vista a sus ojos, esos ojos tan hermosos, eran perfectamente azules con unos cuantos rayos grises asomando su mirada. Su cabello era igual de negro y lacio, que el pelaje de una pantera. Su piel era tan tersa y cremosa, siempre me daban unas intensas ganas por tocarla.
Su boca esbozo una coqueta sonrisa ladeada. Amaba cuando hacia eso, siempre me parecía un gesto muy mono de su parte.
—¿Qué es lo que tanto me admiras?
La voz de Robert me sacó de mi mundo trayendo mis pies a la tierra de nuevo. Su gesto hacia una cara graciosa.
—¿Que era lo que decías?—pregunté un tanto avergonzada por no haberle prestado atención.
Robert suspiró y me miró un poco más serio, su seriedad, en ocasiones me asustaba. Siempre me había parecido que Robert era un tío simpático y agradable, pero, cuando se ponía serio, me daba la impresión de que se volvía otra persona. Una más oscura.
El rostro de Robert se acercaba a mi con cierta tentadora lentitud. Su vista pasaba de mis ojos a mis labios, sabía muy bien lo que tenia en mente y no pensaba detenerlo.
Sus labios y los míos estaban a punto de unirse en un beso, pero, fuimos interrumpidos por el Clarkson de uno de los autos de atrás. La luz del semáforo se había vuelto verde y no nos habíamos dado cuenta.
Con prisa, Robert se volvió a su lugar de conductor y arrancó. Obviamente, ambos teníamos esa sonrisa tonta que ponemos al pasar por momentos como éste.
***
Justo íbamos llegando a casa cuando Robert me miró. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Su mirada no era una normal, estaba furioso y no entendía porque.
—¡¿Ya viste?! —preguntó alterado.
Su mirada me intimidaba. Todavía no sabia a que se refería. Robert apunto a una de las casas que estaban frente a la mía y pude identificar, sobre la acera, el auto de Gale.
-—. .¿Es ese Ga-Gale? —pregunté tartamudeando.
Robert asintió. Se había puesto como una fiera,por lo tanto, como una fiera salió del coche azotando la puerta a su paso.
Yo estaba asustada, así que también me salí del auto y corrí en la dirección de Robert, necesitaba detener cualquier estupidez.
Lo tomé del brazo tratando de detener cualquier plan que tuviera en mente en contra de su primo.
Tendría que hacerle entender que no podía volverse loco por que el estuviese justo frente a mi casa.
—¡Robert!¡Debes calmante ya, entiende que no me ha molestado, ni siquiera esta en su auto! ¿Lo ves?— pregunté señalando en el asiento del conductor mostrándole que Gale no se encontraba dentro del coche.
ESTÁS LEYENDO
Recuerdos©
Random"Igual que las demas" Ese, era mi lema. Lo diferente es malo. La sociedad apesta y el amor.. No es un mito.