Típica chica mala. (Catradora AU)

Así nos quieres.

Mis parpados pesaban, quizás era por eso que tardaba tanto en abrirlos, o quizás simplemente no quería abrirlos, pues eso significaba aceptar todo lo que pasó y comenzar a sufrir las consecuencias. No sabía qué hora era, no sabía cuánto tiempo había pasado, ni como llegué a mi cama, poco después de comenzar a correr todo se fundió a negro, no me desmaye, eso lo puedo asegurar, simplemente en mis recuerdos hay un vacío, sé que pasó el tiempo, mas no tenían con que llenar ese lapso en mi cabeza. Quizás eso era lo mejor, no recordar nada a recordar todo lo que me estaba dando vueltas en la cabeza en ese momento.

Pero... dejando eso de lado... mi principal problema en este momento es que estando aquí acostada solo retrasaba lo inevitable. Hacía ya rato que estaba oyendo los murmullos en la planta de abajo, pude reconocer la voz de mi abuela y de mis mejores amigos y es por eso que no quería salir, mi abuela siempre ha sabido cuando preguntar y cuando no, aunque no lo parezca sabe hasta qué punto debe o no hurgar y sabe, aun con su demencia, cuando debe intervenir, pero mis amigos... eso ya es otra historia, nada más salir me encontraría con una tormenta de preguntas que en ese momento no necesitaba "¿Cómo te encuentras?" "¿Qué ha pasado?" "¿Necesitas algo?" Y eso no es lo que necesitaba, no necesitaba ser el centro de atención, no necesitaba su preocupación, no lo necesitaba, no ahora. Pero sabía que no sería tan fácil y que no iban a irse pronto. No sería la primera vez que se quedan a dormir por no dejarme "sola".

Entonces el plan era fácil, no salir en todo lo que quedara de tarde ¿Noche?, lo mismo da, y quizás también faltar al día siguiente, no creo que faltar un viernes cause mucho problema, si, es un buen plan, un excelente plan, un plan que se vio truncado al momento a causa de una puerta que se abrió de forma estridente.

- ¡Cuánto tiempo piensas dormir! - La sabana, que desde hace un momento se había trasformado en mi última barrera defensiva, salieron por los aires sin que yo pudiera hacer nada.

- ¿Qué?

-Nada de "¿Qué?", levanta, debemos hacer el pie. - Y tal como entró salió dejándome increíblemente confusa. Me quedé unos segundos en el sitio sin saber qué hacer y bueno, probablemente no habría hecho nada, pero mi abuela volvió entrar dándome con su bastón en la cabeza sacándome de mi ensimismamiento.

- ¡AU! - Me rasqué observando con cautela la siguiente acción de Razz.

-Deja de quejarte y muévete. - Y nuevamente salió de la sala, aunque esta vez no tarde mucho en seguirle, por si las moscas.

Al salir me encontré con lo que más temía, mis dos amigos observando desde el pie de las escaleras.

-Adora...- Glimmer fue la primera en hablar visiblemente preocupada. Yo por otro lado simplemente sonreí y bajé las escaleras como si nada pasara.

-Buenas tardes ¿Sabes si han mandado deberes Glimmer?

Glimmer pareció querer replicar ante mi reacción, pero la mano de Bow se posó en su hombro deteniéndola, ambos se miraron en consecuencia y mi amigo negó en silencio, consiguiendo que la menor se abstuviera de decir lo que sea que quería decir. El mayor me miró. - Tarde o temprano tendremos que hablar de esto. - Suspiré derrotada pues mi amigo tenía razón, pero ¿Alguien me puede culpar por huir de esa discusión?

- ¿Qué hora es? - Si, bastante patético para cambiar de tema.

-Casi las 6 de la tarde, hace bastantes horas que te desmayaste.

- ¿Me desmayé? - Mis dos amigos se miraron antes de responder.

-Si... te desmayaste poco después de entrar al parque de los susurros ¿No te acordabas? - Simplemente negué algo confundida.