Típica chica mala. (Catradora AU)

A veces eres bastante madura, eso es todo.

Me desperté sin saber muy bien donde estaba, por lo que me levanté, sentándome al borde de la cama y comencé a mirar a mi alrededor algo confundida. - Hasta que te despiertas, buenos días dormilona, o algo así, son las 8 de la noche. - Encontrarme a Catra con un portátil en la mesa me hizo localizarme un poco. - ¿Estas mejor?

-Si... no, me duele todo el cuerpo. - La castaña apartó su mirada de la pantalla y se dirigió a mí.

-Hasta donde yo sé, o más bien hasta donde yo supongo, acabaste la práctica de vóley y saliste corriendo para que a los minutos te diera un ataque de ansiedad. Yo en tu lugar también tendría el cuerpo bastante machacado. - La práctica de vóley..., al recordarla mi mirada comenzó a volverse borrosa, un llanto se avecinada y no tenía las energías para detenerlo. Comencé a sollozar lo más silenciosa que pude, pero evidentemente Catra se dio cuenta de esto. Se levantó para llegar a la cama y sentarse a mi lado, llevó su mano a mi espalda y comenzó a trazar círculos en ella. - ¿Glimmer? - Me limité a asentir mientras tapaba mi cara con ambas manos. Tras eso nos quedamos en silencio unos segundos mientras Catra continuaba acariciando mi espalda y yo intentaba, sin mucho éxito, detener mi llanto.

Cada vez llorando más y más me armé de valor y subí mi mirada para encontrarme con la suya. - Creo que necesito un abrazo. - Dije con un hilo de voz intentando reprimir el llanto.

Cat no respondió y simplemente se limitó a cumplir con mi petición, rodeándome con sus brazos y acercándome a su pecho y antes de poder darme cuenta noté a un escurridizo Milog recostándose en mi regazo. Este comenzó a ronronear provocando que una débil carcajada surcara mi garganta y comenzara a acariciarle la cabeza.

-Qué tal si... te das un baño te dejo un poco de ropa y te llevo a casa. - Mi cuerpo se tensó involuntariamente, algo que ella notó sin problema.

- ¿Adora? - Catra me separó de su cuerpo y de repente un frio desolado me atrapó desprevenida, Catra me había dado un confort y seguridad en su abrazo que no noté hasta que me lo quitó y aun con Milog ronroneando en mi regazo, me dolió en cierta forma que no sabía explicar. Intentaba juntar su mirada con la mía, pero yo solo miraba al suelo, no quería, lo último que quería era pasar lo noche sola en aquella casa.

- ¿Puedo quedarme a dormir? - Seguía mirando a una esquina, supongo que intentando evitar la conversación que vendría junto a mi pregunta.

- ¿Eh? - La morena me miró un tanto sorprendida, con sus manos sujetando aun mis brazos, su reacción me dio a entender que no era un rechazo inmediato, pero los segundos de silencio que nos siguieron fueron un suplicio en vida. - ¿Por qué? - Y acabo haciendo la pregunta, una corta, pero tan difícil de contestar, no me gustaba hablar de eso, ni yo misma sabia como explicarlo.

-Es solo... que con el día que he tenido, creo que lo último que necesito es pasar la noche en esa casa. - "esa casa" esas eran las palabras clave para darle a entender a Catra que era un tema complicado y a su vez un tema del que no quería hablar. Obviamente Catra siendo la maestra que era en poner muros, entendió y respetó el que yo le impuse.

Se levantó y se dirigió hacia el fondo de la habitación abriendo el armario que se encontraba junto a la puerta del baño cogiendo varias prendas de ropa. - Dúchate. - Dijo mientras volvía a la cama y me ofrecía la ropa que había escogido. - Es vieja, pero debería ser de tu talla. - No me miraba si no que se puso a mirar a por la ventana que había detrás mío. Ya había anochecido levemente y aunque aún se podían notar leves destellos de luz anaranjada en el cielo, la mayoría de este ya era oscuro, me miró y puedo jurar que la sonrisa tan cálida que acompañó su mirada me gritaba a viva a voz que todo estaría bien, puede sonar muy específico quizás, pero era lo que escuchaba en mi cabeza mientras una sensación de confort me rodeaba por completo.- Sacaré el colchón hinchable.- Cat se dirigió nuevamente al armario bajando una caja de las 4 cajas que había sobre este. La verdad me sorprendió que alguien que viva, literalmente, con lo básico tuviera algo que no se suele usar.